Tomado del sitio web Habana Radio
Por Ofelia Sandar Valles
Muchos lo esperan, ya es habitual su presencia en el mes de junio en La Habana. Nos regala su arte desde el primer Encuentro de Jóvenes Pianistas. Su virtuosismo fascina. Entonces no es casual que este jueves 2 de junio, el Teatro Martí, totalmente colmado de público, aplaudiera ininterrumpidamente las interpretaciones del pianista ruso Alexandre Moutouzkine, durante la inauguración de la cuarta edición de esta cita.
Brilló desde que sonó el primer acorde acompañado de nuestra Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta del maestro Enrique Pérez Mesa. Y es que Moutouzkine le imprime fuerza y lucidez a sus ejecuciones tal como lo hizo con los Conciertos 1 y 2 de Franz Liszt durante la apertura del foro. Con dos encores culminó su presencia en el escenario: “Govata”, de Johann Sebastian Bach, con transcripción de Sergei Rachmaninoff, y “Pan con timba”, de Aldo López-Gavilán, esta última toda una lección en el modo de interpretar la música cubana, identificándose con sus dificultades rítmicas como digno discípulo de Salomón Gadles Mikowsky, catedrático del instrumento en la Manhattan School of Music de New York.
El también director artístico del evento, en las palabras inaugurales dijo estar satisfecho por ser “la cuarta vez que se logre tener un festival de esta magnitud, que reúne al pianismo internacional con la importantísima escuela cubana de piano”.
“Es gratificante – aseguró – ver que estas salas inauguradas no hace mucho tiempo, este gran teatro y la Sala Ignacio Cervantes, porque la Basílica existe hace mucho más años, sean sede de estos encuentros, que son para mí un sueño de poder, al final de mi vida, entregarle a Cuba un poco del trabajo que he realizado en mi carrera pedagógica; y mis alumnos tienen mucho interés y entusiasmo de satisfacer mis deseos, sin recibir ningún pecunio, de tocar para ustedes y recibir sus aplausos”.
Salomón aprovechó la oportunidad para honrar la memoria de su maestro César Pérez Sentenat en el 120 aniversario de su nacimiento, “quien me introdujo en el piano y en las danzas y contradanzas de Saumell y Cervantes; y muchos otros cubanos”. Momento emotivo resultó cuando dijo que también quería honrar “al gran entrañable amigo, mecenas de La Habana, alma mater de esta ciudad que es el Dr. Eusebio Leal Spengler, quien ha dedicado toda su vida a embellecer esta magnífica ciudad que cobra interés mundial cada vez más y que tantos turistas están fascinados por este sitio; a él le debemos muchísimo”, concluyó.
Este es el principio de lo que serán hasta el domingo 26 los 20 conciertos que incluye esta edición del Encuentro de Jóvenes Pianistas que, al decir del Leal, “fomenta la creación de lazos históricos que contribuyan a la pervivencia del patrimonio musical cubano y universal en la sociedad contemporánea”.