Buenas tardes,
Hoy llega a su fin la catorce edición de Rutas y Andares, un programa diseñado por la Oficina del Historiador de la Ciudad con el propósito de acercar a las familias al patrimonio histórico-cultural atesorado en el Centro Histórico y, desde hace unos años, en otras zonas habaneras. Muchos han sido los que se han incorporado a este gran juego del conocimiento que cada año impone nuevas metas a quienes deciden pasar sus vacaciones en visitas a museos, recorridos y talleres.
El esfuerzo de varios meses de trabajo, pues no solo se limita este proyecto a los dos meses de verano, se ha visto recompensado con las opiniones recogidas en encuestas y entrevistas que van marcando el paso de esta experiencia que se retroalimenta de las sugerencias y peticiones de su público. La familia, los adultos mayores, los niños, los adolescentes y los jóvenes, todos juntos, imponen retos inmensos a gestores y especialistas de la Oficina del Historiador.
Pero, sin dudas, Rutas y Andares no fuera posible sin la participación de miles de personas que se acercan a esta iniciativa, siempre con el deseo de descubrir su ciudad. Este año las cifras dan cuenta de la aceptación que mantiene esta opción de turismo cultural, posicionada ya en las mentes de los habaneros y de otros cubanos que escogen la capital como destino de sus paseos veraniegos.
13 697 visitantes respondieron este verano a la convocatoria de la Oficina del Historiador, de ellos 6 240 participaron en las Rutas o visitas a museos; 3 591 a los andares o recorridos por el entorno; 1 831 niños y adolescentes participaron en 50 talleres, y 2 035 personas alcanzaron los premios que otorga Rutas y Andares.
Las rutas temáticas reportaron las siguientes cifras: Las aves en las colecciones de los museos, con 473 participantes; Lo mágico religioso, con 369 participantes, y la de la tierra, con 321 participantes. La más gustada fue Las aves en las colecciones de los museos. Por su parte, en las llamadas rutas especiales las más visitadas fueron la de la Quinta de los Molinos, con 857 participantes; El Renacimiento Italiano y sus artistas paradigmáticos, con 590 participantes, y la de Hispanoamérica: de lo clásico a lo contemporáneo, con 554 participantes. Mientras que las rutas especiales más gustadas resultaron ser la de la Quinta de los Molinos, El Renacimiento Italiano y sus artistas paradigmáticos y El historiador del arte en Cuba: un mediador para la sensibilidad cultural.
Fueron diseñados diecinueve andares con un promedio de 185 participantes en cada uno de ellos. Los recorridos con mayor cantidad de participantes fueron el Andar con los andantes, al que asistieron 991 personas; y el Andar la arquitectura, con 962 participantes, que además resultó ser el andar más gustado por las familias. Sobresalieron entre los andares más visitados los siguientes: Por la arqueología habanera, Por la cuna del Moncada y Por las tradiciones estudiantiles universitarias, en el caso del Andar con los andantes; Plaza de las Ursulinas, Plaza de San Juan de Dios y Los estilos coloniales: siglos XVII y XVIII, en el caso del Andar la Arquitectura; Diálogo, oficio y restauración, en el Andar por la conservación y la restauración; De parque en parque y La historia verde de la humanidad, en el Andar del naturalista.
Una modalidad de gran aceptación dentro del programa de verano son los andares virtuales, diseñados especialmente para los adultos mayores. En esta oportunidad, se sumaron a la iniciativa 704 participantes y los más visitados fueron el andar por el Museo Casa Natal de José Martí, el del Museo Castillo de San Salvador de La Punta y el de la Casa Víctor Hugo.
Desde el año anterior Rutas y Andares ha sumado a los niños con necesidades educativas especiales al Andar Somos 1, que en esta edición acogió a 75 infantes , con discapacidad físico motora, autistas y síndrome de Down. El carácter inclusivo del proyecto se evidencia también en la inserción de las personas sordas en varios de los recorridos, que gracias al proyecto Cultura entre las manos, de Habana Radio, participan desde 2008 en este programa. Este año, fueron cuatro los recorridos que contaron con el servicio de interpretación para las personas sordas.
Otra modalidad que gana cada vez más adeptos son los talleres de verano. En esta edición fueron diseñados un total de 50, de ellos 10 para niños, 25 para adolescentes y 15 para niños y adolescentes. Participaron un total de 1 700 niños y adolescentes, desglosados de la siguiente manera: 929 niños y 771 adolescentes. Los talleres de mayor asistencia fueron: Verano flamenco, en el Centro Hispano-Americano de Cultura; Danza Árabe, en la Casa de los Árabes; Jugando con papel, en el Museo Casa Natal de José Martí; Fotografía en espacios urbanos, en la Casa de las Tejas Verdes, y el de historieta manga, en la Vitrina de Valonia. Los más gustados, por su parte, resultaron ser: Historieta manga, Verano flamenco, arqueología subacuática y Fotografía en espacios urbanos.
Este año, a petición de las propias familias y a manera de experimento, Rutas y Andares diseñó dos talleres especiales para adultos, uno sobre el manga y el anime, en la Vitrina de Valonia; y el otro, acerca de la trascendencia de la moda francesa en Cuba, en la Casa Víctor Hugo. Según las cifras reportadas, participaron en ambos 131 personas.
Desde un inicio Rutas y Andares se ha revelado como un gran juego, en el que las familias deben vencer determinadas metas. A los premios, vinculados también con ofertas culturales, accedieron 2035 familias. El tercero lo obtuvieron 369; el segundo 347, y el primero, 345, que hoy nos honran con su presencia en este teatro.
Por último, queremos agradecer a todos los especialistas de la Oficina del Historiador y a los más de 400 colaboradores de esta y de otras instituciones que se suman en cada edición, y muy especialmente a los siete jóvenes, que de manera voluntaria, comparten sus días de verano con las familias en el Centro de Información Cultural.
A todos muchas gracias, y gracias también a las familias que nos acompañan.