Reconocer la labor del Museo Napoleónico de La Habana

Tomado del sitio web Habana Radio

Por Yoel Lugones Vázquez

El 12 Encuentro Internacional de la Sociedad Napoleónica, que tuvo su apertura el 7 de julio y se extenderá hasta el 11 de julio, es un momento oportuno no solo para acercarse a la profunda huella que Napoleón, como figura histórica, dejó en los anales de la política, la sociedad y la cultura mundial, sino también es un instante para reconocer el valioso aporte que Cuba ha realizado por preservar ese patrimonio mundial relacionado con el Emperador. Existe en La Habana un Museo Napoleónico, que muchos a veces no valoramos cuán rico es en tesoros patrimoniales.

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En conversación con Sadys Sánchez Aguilar, directora de esta institución cultural restaurada por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), pudimos constatar la trascendencia que posee este Encuentro, una cita patrocinada por la propia OHCH, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, la Sociedad Internacional Napoleónica, la Embajada de Francia en Cuba, entre otras instituciones.

“Este evento para Cuba es muy significativo – nos confesó Sadys Sánchez –. Es la primera vez que la Sociedad Internacional Napoleónica, que junta tantos miembros, visita Cuba. Y esto se debe por la colección que atesora el Museo Napoleónico de La Habana”.

“La pregunta inicial sería: ¿por qué los nexos Francia-Cuba? ¿Por qué Napoleón en esta Isla? Y la respuesta está justamente en nuestro museo y en su fundación en el año 1961, con su primera directora Natalia Bolívar, que logró en esta época convulsa en la historia donde empieza el proceso de nacionalización de los bienes de la burguesía, después del triunfo de la Revolución, juntar esta colección tan valiosa que perteneció a Julio Lobo Olavarría. Él fue un hacendado millonario; se decía que la décima parte de su fortuna la dedicó a comprar en las mejores casas de subasta en Europa y en Estados Unidos esta colección. De hecho, ha sido catalogada por los especialistas y por la propia Princesa Napoleón como la más importante fuera de Francia. Nuestro museo, por tales razones, es de bien público, institucionalizado y que lo distingue alguna piezas que no se encuentran en ninguna otra parte. Por esto sería de obligada asistencia a esta cita”, apuntó la especialista.

Sadys Sánchez Aguilar, directora del Museo Napoleónico de La Habana

Para la directora del Museo Napoleónico de La Habana, es importante buscar los nexos entre Napoleón y Cuba a partir de la colección de la institución y de toda la otra parte que empezó a llegar a la Isla desde el siglo XIX y XX y de la influencia francesa que desde la propia Revolución Francesa marcó un hito y que fue llegando a otras partes.

“Los nexos están – afirma –. Esa es la respuesta a partir de las conferencias del evento. Por ejemplo, nos estamos aproximando al coleccionismo en Cuba y las piezas que llegan relacionadas con el propio Emperador. Podemos hablar de la colección relacionada con los objetos históricos, donde podemos encontrar las mascarillas mortuorias traídas a Cuba por el Doctor Antonmarchi, médico de cabecera de Napoleón, luego de las 24 horas de su muerte; un molar; sus reliquias; un relicario con sus cabellos; y, además, el reloj de bolsillo que marcó las últimas horas del «Gran Corso». Como dije, lo trae Antonmarchi con él; llega a la zona oriental de Cuba, funda un consultorio médico para estudiar la fiebre amarilla, muere de esta enfermedad y la familia que lo asistió queda a cargo de esta reliquia. Como todos sabemos, Vilma Espín, nacida en el Oriente cubano, recibió este objeto como regalo de boda el día del matrimonio con nuestro actual Presidente Raúl Castro Ruz. Cuando reabre las puertas de nuestro museo, el 29 de marzo de 2011, llega como depósito acá de manos del propio Presidente. Son piezas todas, como decía, únicas que relacionan a Napoleón con Cuba”.

No puede dejar de mencionarse, dentro de las joyas del Museo Napoleónico, una lámpara que se exhibe en el segundo piso de nuestra institución que distinguió el Palacio de la Malmaison, construcción que le regala Napoleón a Josefina para ser diseñado por los mejores decoradores de la época; una lámpara de bacará de 18 luces del siglo XVIII, muy esplendorosa.

Sin dudas, todo esto avala la amplia participación en este 12 Encuentro Internacional de la Sociedad Napoleónica – con sede en el hotel Parque Central – pues investigadores y estudiosos Chile, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Polonia, Inglaterra, Italia, España, Francia y Cuba – como expresara Sadys Sánchez Aguilar – ya realizan aproximaciones, valiosas y muchas de ellas novedosas, a diversas aristas de la vida y trayectoria de Napoleón, justamente dos meses después de cumplirse el aniversario 193 de su deceso en la Isla de Santa Elena en 1821.

2 comentarios

  • Martha

    Por favor, rectifiquen al final la fecha de fallecimiento de Napoleón 1821.

    • comunicacion

      gracias, ya está rectificado, la nota era de Habana Radio por eso no nos habíamos dado cuenta, igual se lo haremos saber al periodista para que lo rectifique
      saludos