Éxtasis de tambores

Por Alejandro  R. Chang

Foto de de Vilang Alonso

Comienza el Festival y ya se despliega el carnaval por la urbe. La marcha del primer Pasacalle obligó al público a sumergirse en la algarabía y el bullicio melódico. Están de más los pasos refinados cuando el cuerpo se embriaga con el barullo espontáneo que produce esta ciudad en movimiento cada día justo a las tres de la tarde.

 La voz para el inicio se da en la Plaza de Armas, desde donde aceleran el paso transeúntes y bailarines en un éxtasis total de tambores. La ruta: la habitual, una calle que se traviste en infinito escenario hasta que cae el Sol. El paseo inicial no fue la excepción. Todo el camino de Mercaderes resonó al ritmo de claves cubanas y los caminantes fueron arrastrados por la armonía usual de estas jornadas de danza.

 No queda espacio para la inercia porque los movimientos constantes hechizan en cada esquina. Esta fiesta de la cinética tuvo su antesala inaugural en el Pasacalle que dejó al desnudo el recorrido de los venideros cuatro días. Ya se dio la voz y la arrancada estuvo marcada por el virtuosismo que desde hace 19 años distingue este evento. El final del trayecto fue la sede de Danza Teatro Retazos, donde aguardará cada día la Pantalla TV Movimiento y Ciudad, un programa dentro del festival DV Danza Habana Movimiento y Ciudad. Según comenta su coordinador, Andrés D. Abreu, esta es la muestra que más relación guarda con el propio ámbito que defiende el suceso de la danza callejera, porque se muestran los videos que tienen como contexto el propio paisaje urbano, es decir, la ciudad, la calle. La muestra es la manera más coherente de unir estos dos festivales, que revela hasta el domingo en el lobby de Retazos diferentes materiales de realizadores de distintos países.“La Pantalla TV… siempre se coordina pensando en aquellas representaciones que se hacen en el contexto urbano, o sea, que visualizan lo que se baila en la calle, a quienes utilizan la ciudad y sus contornos para crear la danza”, afirma Abreu. Estos videos están pensados exclusivamente para la muestra, aunque hay algunos que se incluyen en otros espacios del programa del DV Danza Habana.

En total coherencia con el popularmente nombrado Callejero hay una pluralidad de latitudes en sus autores porque este es un evento que aúna espacios geográficamente distantes bajo el pretexto del arte. De igual manera, la filmación de los audiovisuales ha ocurrido en diferentes momentos, destacando en actualidad los del patio. En resumen, una arrancada abundante en opciones.

Así serán las jornadas por estos días en la antiquísima Habana. Ya son todos bienvenidos a danzar las calles junto a bailarines, músicos y videoastas; a involucrarse en este canto a la vida,que no dejará espacio para eldescanso, la apatía o la indiferencia.

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