Ilustran en La Habana proceso de reflotado del buque Maine

Tomado del sitio Habana Patrimonial

Por Isachi Fernández

12 de Marzo de 2014

Una muestra sobre el reflotado del acorazado Maine en marzo de 1912, tras su explosión, devenida excusa de las autoridades estadounidenses para declarar la guerra a España, permanece abierta hasta el mes de abril en el Palacio de Gobierno, en la calle Oficios, en el Centro Histórico de La Habana.

Con el título Reflotado del Maine, novedad tecnológica del siglo XX, la exposición se articula a partir de dos tapas de claraboyas, un proyectil de cañón de 30 milímetros, argollas de los aparejos, cubiertos y un plano que ilustra la posición de los buques Maine, Legazpi, Alfonso XII y City of Washington la noche del siniestro.

Estas piezas pertenecientes a los fondos del Museo de la Ciudad, se complementan con algunas fotografías del reflotado del buque, proceso para el cual se destinaron recursos debido a las presiones del gobierno cubano y de diversos grupos patrióticos en los Estados Unidos para la retirada de los restos.

En enero de 1898, el Maine entraba en La Habana sin haber avisado previamente de su llegada, lo que era contrario a las prácticas diplomáticas en uso. El 15 de febrero, tras una explosión, murieron 268 hombres. La mayor parte de la oficialidad se hallaba en tierra, dato que apoya la evidencia de un autoatentado.

Después de su hundimiento, el Maine comenzó a acumular sedimentos, lo que amagaba con crear un banco de arena y dificultar las operaciones en el Puerto de La Habana.

El reflotado estuvo a cargo del cuerpo de ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, que decidió construir una pared metálica a modo de dique alrededor de la embarcación,   finalmente cortada en dos partes. Se extrajo el agua de la popa a través de bombas, y la remolcaron a un sitio profundo fuera de la bahía para hundirla otra vez.

Estas acciones permitieron reducir el tamaño del dique a la mitad, vaciar el agua y examinar nuevamente los restos del acorazado. Los cuerpos de 66 tripulantes que aún permanecían en el barco, fueron retirados y posteriormente, el Maine fue reflotado y remolcado a cuatro millas de la costa cubana, donde fue finalmente hundido.

El acorazado Maine será objeto de un ciclo de conferencias y proyecciones de documentales con los cuales se ilustrarán detalles históricos y se calibrará la importancia del siniestro para Cuba, España y los Estados Unidos.

Comments are closed.