Tomado de Habana Radio, 16 de noviembre de 2013
Por Nadia Herrada Hidalgo
Fotos: Alexis Rodríguez
La lluvia hoy ha cesado, quizás por un motivo especial: la ceremonia que se realiza tradicionalmente la víspera de la fundación de la otrora villa San Cristóbal de La Habana, que este año arriba a su 494 aniversario. Hoy cientos de cubanos acuden a los pies de la ceiba que recuerda aquella bajo la cual se ofició la primera misa y el Cabildo recibió la guarda y custodia de los fueros y privilegios de la villa de San Cristóbal de La Habana, según costumbre y usanza de las leyes de la Castilla.
A la ceiba, o a la ciudad que simboliza, exponen los peregrinos, silenciosamente, sus plegarias. Una a una, hasta contar tres. Mientras, acarician con la palma de la mano el grueso tronco de este mítico árbol y sortean los obstáculos de sus prominentes raíces. Las vueltas también deben ser tres y según la tradición, debe realizarse en cada una de ellas una ofrenda que generalmente está constituida por monedas, con el fin de abonar el deseo pedido para que se cumpla pronto.
Como cada año, el Historiador de la Ciudad, el Doctor Eusebio Leal, inició la peregrinación que forma parte de una de las tradiciones más arraigadas en la capital cubana. Esta vez, como ya es costumbre, varios pioneros trasladaron las Mazas del Cabildo, desde el Palacio de los Capitanes Generales, hasta el Templete, atravesando la Plaza de Armas, la más antigua y en tiempos de la colonia, centro administrativo de la ciudad.
Una vez llegada la procesión al Templete, el Doctor Leal se aproximó al micrófono y comenzó sus palabras de halago a la otrora villa San Cristóbal de La Habana. Durante su elogio comentó a los presentes el origen de esta tradición y rememoró la misa oficiada el 16 de noviembre de 1519 en ese mismo lugar, donde se estableció definitivamente la villa que había estado en un inicio en la costa sur.
También Leal señaló la dicha de que nuestra capital aún conserve la esencia del vocablo indio que le dio origen: Habaguanex, nombre del cacique de la zona. En otro momento afirmó: “Hoy nos reunimos junto al árbol, cuando la restauración del Centro histórico ha centrado durante largos años nuestros esfuerzos y así continuará para que obras como el teatro Martí, el Capitolio Nacional, el Palacio del Segundo Cabo, la antigua Quinta de los Molinos del Rey, entre otras, se conviertan en lugares para todos los habaneros”.
El Historiador de La Habana declaró: “Sin cultura no hay posibilidad ninguna de prosperidad ni de cambio. Solo la cultura, la ilustración y el sentido de continuidad que los niños representan llevando las mazas que otrora fueron armas de combatir y que constituyen las joyas más antiguas, simbolizan el renacimiento de la Habana.
“Esta ciudad renace desde el punto donde fue fundada, y en la medida en que cada obra se termina y cada obra se renueva, estamos más cerca de la única y absoluta verdad. En los tiempos difíciles que no hemos dejado de vivir esta tarea, que nos fue dada, ha sido continuada y seguirá. En la medida en que plantemos, estaremos más cerca de alcanzar nuestro supremo objetivo. Solo el amor salva y esta es y tendrá que ser siempre una obra de amor”, concluyó Leal.
Al finalizar sus palabras de elogio a La Habana por su aniversario 494, el Historiador de la Ciudad el Doctor Eusebio Leal Spengler, junto a pioneros de la escuela Ángela Landa y algunos pobladores, continuó la tradición de darle las tres vueltas a la ceiba y lanzó alrededor de ella centavos del año 2013. Luego una larga fila prosiguió con la peregrinación.
El Templete continuará abierto toda la madrugada de hoy, mañana durante el día y también en la noche para que cubanos y extranjeros que visiten nuestra capital cumplan con esta antigua tradición de la ciudad que arriba este 16 de noviembre a su cumpleaños 494.
