Tomado de Habana Radio
Por: Ana Lidia García Hernández
El V Festival Leo Brouwer de Música de Cámara traspasó las fronteras de los teatros y se acercó más al público, a través de varias presentaciones callejeras de agrupaciones danzarias y musicales, fenómeno social que en la actualidad tiene gran desarrollo a nivel internacional y se conoce como flashmob: multitud instantánea, en su traducción al español.
Algunos de estos flashmobs se desarrollaron en el Centro Histórico habanero, tomando como tabloncillo los adoquines y como escenografía la arquitectura colonial de la zona más añeja de la ciudad. El Ballet Rakatán, por ejemplo, sorprendió a quienes paseaban por la Plaza Vieja este viernes 11 de octubre con una enérgica coreografía que motivó a muchos a bailar.
Para las bailarinas Ana Aylén Salazar y Elena Ávila, la experiencia superó sus expectativas pues aunque habían concebido un espectáculo sencillo, no imaginaron que las personas se sumarían como sucedió. Mientras, para los estudiantes de la Escuela Nacional de Danza Dailyn Cepeda y Liasel Placencia que acompañaron a los miembros de la compañía en esta presentación, constituyó un aprendizaje estar tan cerca del público y buscar las estrategias necesarias para no perder el ritmo, la alegría y la concentración.
Por su parte, la espectadora venezolana Aixa Fagundes, quien estuvo “a punto de meterse en la coreografía y ponerse a bailar”, se sintió muy alegre de ver a estos jóvenes desenvolverse con tanto dinamismo y seguridad.
Días atrás la Plaza San Francisco de Asís también fue tomada por el Festival, solo que en esa ocasión fueron los integrantes del Conjunto de Música Antigua Ars Longa quienes, sin más requerimientos que sus instrumentos musicales, cautivaron la atención de muchos visitantes cubanos y extranjeros que andaban de paso por la zona.
Aunque esta agrupación había ofrecido varios conciertos durante el Festival, en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba y en la Antigua Iglesia de San Francisco de Paula, lo ocurrido en la también conocida como ´Plaza de las palomas´, fue especial debido a la comunicación lograda con los espectadores y las muestras de admiración que recibieron.
Otros concurridos puntos de la capital cubana como las esquinas de 23 y L y 23 y 10, en el Vedado, y el Paseo del Prado, acogieron los flashmobs protagonizados por el Ballet Rakatán, Ensemble Alternativo y el Quinteto de Viento Ventus Habana, en un Festival que ha propiciado en cada una de sus jornadas ´el maridaje perfecto de músicas inteligentes´.
Esta práctica social ocurre desde el año 2003 en otros países y se realiza por los más diversos motivos, incluso por diversión o por el solo hecho de sorprender a las personas con una acción fuera de lo común. Tal es el caso de un flashmob protagonizado por mujeres embarazadas que salieron a danzar en una plaza en Londres o del ocurrido en la ciudad de Nueva York, en un subterráneo, donde 15 parejas de gemelos se sentaron en el transporte imitando un espejo humano. Cada persona que entraba no entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero seguro que se llevaron una grata sorpresa.
Por lo general, los medios de convocatoria son las redes sociales de Internet y una máxima es que los participantes realizan lo acordado y luego se dispersan con rapidez. Además, se garantiza que la acción quede grabada en video para luego reproducirla en otros soportes comunicativos. Uno de los más impactantes y que más personas ha involucrado ocurrió durante un show en vivo de la agrupación norteamericana Black Eyed Peas, donde miles de personas sorprendieron a la conductora del programa Oprah Winfrey con una coreografía de la canción “I Gotta feeling”.