Tomado de Habana Radio
Por: Nadia Herrada Hidalgo
El festival español Ellas crean, que se desarrolla por primera vez en Cuba, trajo a la capital caribeña a la destacada pedagoga catalana Vicki Subirana, quien compartió, este lunes en la Casa del Conde Cañongo, sus experiencias y su novedoso método educativo con especialistas del programa infanto-juvenil de la Oficina del Historiador.
Hay viajes que cambian tu vida y la de muchos y así le sucedió a la española Vicki Subirana cuando fue por vez primera a Nepal a finales de la década del 80 del siglo pasado con el objetivo de conocer sobre la vida de los tibetanos exiliados que viven en ese país asiático.
Vicki quedó profundamente marcada por la realidad que padecen, día a día, los niños más desfavorecidos y decidió entonces emprender un nuevo proyecto de vida. A través de la educación y de su propuesta pedagógica estableció en Katmandú, capital nepalí, un proyecto de enseñanza gratuito y de elevada calidad para los menores más afectados por su entorno.
Así describe Subirana lo que vivió en sus primeras visitas a Nepal: “Los niños no tienen obligatoriedad de escolarización, las escuelas del gobierno no abarcan la totalidad de la población infantil, los sistemas educativos están completamente colonizados por influencias extranjeras, los maestros no tienen formación específica, la infraestructura es deficiente. Los más pequeños no tienen la conciencia de proteger el patrimonio ancestral y toda su cultura autóctona. Yo los recogía de la calle y los escolarizaba y en ese proceso me percaté de que venían con un estigma social tan marcado que les era imposible ser libre pensadores”.
Y este es justamente uno de los objetivos de Vicki con su método educativo la Pedagogía transformadora, que consiste en integrar la madurez mental dentro del propio sistema educativo, de manera que sea una asignatura tan importante como la lengua o las matemáticas. Se trata de una nueva manera de estructurar la mente y de ver la vida.
A partir de este interesante método educativo ha intentado, durante más de una veintena de años, transformar positivamente la vida de los individuos y de la sociedad en la que viven. Y así mismo, con esas energías ha llegado a La Habana la profesora catalana, que durante una mañana compartió con los especialistas del programa infanto-juvenil de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), para intercambiar y transmitir sus experiencias pedagógicas.
Preguntas como ¿cuándo aprendiste a hacer silencio? ¿quién te enseñó? ¿cuánto tiempo demoraste en aprender? motivaron la reflexión de los presentes y permitieron llegar a una conclusión, bandera enarbolada por la pedagoga después de muchos años de estudio: todas las relaciones humanas, y los comportamientos sociales son aprendidos durante el transcurso de la vida. “Ninguna persona nace buena, pero todos sí nacemos con la capacidad de convertirnos en buenas personas”, sentenció Subirana para quien todas estas actitudes forman parte esencial del aprendizaje.
El juego, la deconstrucción colectiva de nuestras prácticas, el interés por los sentimientos experimentados en cada actividad desarrollada, la sonrisa como el mejor de los ejercicios humanos, la necesidad del perdón, de la honestidad y de mostrar afecto, comprensión y empatía a las personas que nos rodean, fueron algunas de las sugerencias brindadas por Vicki Subirana a los especialistas de la OHCH que alternan su profesión con la labor educativa para niños y adolescentes.
Sobre su Pedagogía Transformadora escribió el texto autobiográfico “Una maestra en Katmandú”, llevado al cine en el 2012 por la realizadora catalana Icíar Bollaín y que fue estrenado este lunes en el cine Charles Chaplin en el marco del festival Ellas crean Cuba 2013.