Comentarios sobre la exposición

La arquitecta y fotógrafa María Eugenia López Rossitch inaugurará el próximo 12 de septiembre, a las cuatro de la tarde, su primera exposición personal titulada Inventario íntimo, en la galería del entresuelo del Palacio de Lombillo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana, ubicada en la calle Empedrado núm.151 e/ Mercaderes y San Ignacio, en la Plaza de la Catedral de esta ciudad.

En esta exposición la artista incluye 18 fotografías de pequeño y mediano formato realizadas mediante la impresión digital y distribuidas a lo largo de los dos recintos que conforman el espacio expositivo. Este proyecto que ha estado al cuidado durante varios meses de la licenciada en Historia del Arte Yoanna Toledo, especialista del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño (Luz y Oficios), permanecerá abierto al público hasta finales del mes de octubre de 2013.

Sobre esta muestra la artista ha expresado:

“He llegado a Inventario íntimo en particulares circunstancias. Estoy revisando mi propio espacio como el contenedor de las múltiples cosas que me rodean y que me permiten, a veces,  ser yo misma. En un debate que transcurre entre una herencia clásica de familia, una formación técnica como arquitecto y la pertenencia a un género lleno de compromisos, trampas, tentaciones y auto límites psicológicos y reales. De este panorama surgen las imágenes de muchísimos objetos como conjuntos. Elementos repetidos, ordenados o desordenados, tejidos, bordados, cuentas, materiales frágiles o rudos, rígidos o flexibles, transparentes u opacos, sensuales y absolutamente femeninos son los protagonistas de este imaginario. La mayoría son objetos que he fabricado o conservado en diferentes etapas, pero que parecen estar siempre simulando transgredir el escenario, la vidriera, el límite en el que han sido colocados.”

“Inventario íntimo es en sí mismo un concepto que agrupa varias series, una con este mismo título y otras que he titulado Fragilidades, Trencadís, Memorias y Sagas. Son imágenes obtenidas sin sofisticados medios técnicos, sin apoyarme en fuentes auxiliares de luz, ni pantallas de reflejo. Son ambientes naturales, fundamentalmente interiores. Esta es una obra fotográfica de carácter intimista que desde una proyección de género intenta manifestar elementos propios de personalidad, inquietudes relacionadas con su entorno más cercano y su inserción en el contexto social”.

En las palabras incluidas en el catálogo que acompañará la exhibición, la curadora del proyecto ha señalado:

“A María Eugenia López Rossitch la conocí en primera instancia en el rol de anfitriona, luego en el plano de arquitecta, finalmente en la postura de eficiente productora; una condición que quizás heredó de sus antepasados judíos. Pero aún existía una labor que muchos desconocíamos: la fotografía. No sé si por temor, por descuido o sencillamente porque no había llegado el momento preciso, nos privó de un compendio fotográfico que se independiza del largo ejercicio documental que ha desarrollado en torno a la obra del artista Arturo Montoto. Esta primera exposición que hoy se inaugura en el entresuelo del Palacio Lombillo es por tanto un acto de ¿rebeldía? ¿emancipación? Valentía ante todo”.

“La muestra, que posee en esencia una conexión muy cercana con sus dotes para lidiar con el mercado, constituye un inventario. Porque claro está en quienes han tenido la oportunidad de abordarla, con María Eugenia, la lista tiene que jugar con el billete, como solemos decir popularmente. Al ser el inventario una estimación de lo que compone una fortuna acumulada, podríamos detectar a primera vista que los bienes valorados en este caso, responden a un círculo de interacción muy cercano, tanto, que solo a ella atañen y a todos aquellos que subliminalmente nos descubramos identificados con los objetos que ubica ante la cámara, así como con las asociaciones que sugiere.”

“Pañuelos, sandalias, collares, enseres domésticos, son los detonantes de un imaginero personal que responde a un proceso de autorreconocimiento, a una especie de viaje a la semilla. No en vano muchas de las fotografías expuestas remiten a  espacios construidos que incitan al recorrido, a la traslación de un punto a otro, es el caso de Túnel, Carrusel o Nudos, que  evoca  un pintoresco paisaje montañoso. De una forma u otra el principio es el encuentro consigo misma, escudriñar con luz de linterna entre las cajas, consultar sus propios archivos, tradiciones, límites, cuentas en general (con su historia, su género, sus principios éticos) que ha decidido liquidar al cash”.

“Su formación como arquitecta no es una página que podía pasar de forma abrupta, el ojo entrenado le hizo ver en espacios mínimos, materiales diversos  y diseños múltiples una posibilidad de readecuación formal y posibles proyectos de restauración que fraguaron en seductoras imágenes: composiciones cerradas, agresivas confrontaciones de enfoques y desenfoques, aunque la provocación mayor recae en el atrevido trabajo con el color que tanto se esquiva en el panorama fotográfico nacional. No siendo suficiente este desafío visual, sumó a la exhibición aromas florales que acompañan alguna de sus piezas. Esta es otra de las estrategias que le garantiza el traslado hacia sus propias vivencias, las de muchas mujeres, y con garantía también la de muchos hombres. La cuestión radica en asumir este Inventario íntimo como un consciente ejercicio de autoplacer retiniano, y ¿por qué no? de otros instintos insospechados.”

Yoanna Toledo. Especialista del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño (Luz y Oficios)

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