Por Dariana Rodríguez Barral
Para fotografiar una ciudad bastan tres elementos: cámara en mano, ojos curiosos y un obturador que responda a tiempo nuestros deseos. Obtendremos entonces, imágenes nítidas unas veces, sombrías otras, deslumbrantes, reveladoras. La ciudad ofrece miles de elementos con los que jugar: curvas, rectas, perspectivas, distintos planos, contrastes, contraluces.
Este verano la Oficina del Historiador diseñó un recorrido para detener en imágenes los espacios más antiguos del Centro Histórico. Guiados por un joven arquitecto especialista en el tema y un fotógrafo, se inició el andar “La ciudad vista a través de la fotografía” el pasado 23 de agosto. Tres temáticas definieron las zonas por las que transitaron los participantes: plazas y vistas panorámicas de la ciudad, las fachadas y los patios interiores. Los participantes se llevaron no solo un viaje al pasado a través de la historia, también conservaron imágenes que retienen en el tiempo la belleza de la añeja ciudad.