A niños autistas estuvo dedicado el tercero y último de los encuentros del andar infantil Somos 1, organizado por vez primera en la presente edición de Rutas y Andares. Todo comenzó en la Sala de la Orden Tercera, sede de la compañía de teatro infantil La Colmenita, en donde se reunieron los setenta niños de las escuelas Dora Alonso y Cheché Alfonso, que forman parte del proyecto Cáritas, junto a sus familiares, para disfrutar de fragmentos de la obra La cucarachita Martina, un clásico de esta compañía. Resultó muy emocionante cuando al finalizar el espectáculo los niños del público subieron al escenario para cantar y bailar junto a los pequeños artistas.
El recorrido, diseñado especialmente para ellos, continuó en el Planetario, donde los niños pudieron observar la Sala del Universo y subir al Teatro Espacial para ver el cielo de verano, las constelaciones que aparecen durante las noches de esta estación, la Estrella Polar, la Osa Mayor, otras constelaciones que forman el llamado triángulo de verano, y las constelaciones del zodíaco, así como los planetas que se observan desde la Tierra al amanecer y al atardecer.
El andar culminó en la Vitrina de Valonia, institución ubicada también en la Plaza Vieja, donde todos los niños, de diferentes edades, se sentaron y pintaron en colectivo usando acuarelas y acrílicos sobre grandes cartulinas. Aunque al principio fueron un poco tímidos y emplearon los pinceles que les fueron entregados, al avanzar la actividad vimos a algunos pintando con los dedos y a otros, más osados, usando las manos para expresar con colores la alegría de disfrutar en colectivo, sin dudas, el mayor reto de este encuentro, teniendo en cuenta a las características de estos niños.
En diferentes momentos de la actividad conversamos con algunos de los padres y familiares, quienes expresaron estas opiniones:
“Ha sido una actividad excelente porque han sabido combinar muy bien los intereses y gustos de estos niños, como la música, los colores, el canto, la actuación. Pienso que también será muy bueno que puedan entrar al Planetario, en dependencia del funcionamiento de cada niño, y terminar la actividad con los más pequeños, todos juntos en torno a la pintura, a las artes. Pienso que ha sido realmente una actividad muy bonita y agradezco que pensaran en niños con necesidades educativas especiales y que realmente podamos ser Todos 1. Es una oportunidad única ya que no todos los proyectos piensan en estos niños y el hecho de incluirlos en Rutas y Andares lo hace un proyecto más abarcador, mucho más sincero y humanista, que tiende a la inclusión, por eso luchamos todos los padres hoy en día, porque nuestros niños con necesidades educativas especiales sean incluidos en la sociedad y lleguen hasta ellos y alcancen oportunidades que tienen otros niños, como espectáculos culturales, el derecho a la música los que no ven, y en este caso una actividad con mucha socialización que es lo que se ha pretendido para los niños autistas”. (Yamira Rodríguez)
“Es una idea fabulosa, no solamente para los niños, sino también para los padres. Se sienten integrados en todos estos programas que ayudan a los niños en su desenvolvimiento e incorporación a la sociedad, para que esta los acepte con sus diferencias”. (Rolando)
“La verdad es que es una buena idea ya que posibilita el acceso de estos niños y sus familiares a parte de la cultura que normalmente está vetada para ellos, en un entorno seguro y agradable que propicia su desarrollo. Para mí es muy importante la seguridad de estos niños. Mi niña es autista y me gustaría sugerir a los organizadores que tengan en cuenta que ellos crecen y sería bueno preparar paralelamente actividades para autistas ya adultos, Síndrome de Down y otras discapacidades. Es una idea muy humana y que está muy a tono con la nueva filosofía de pensamiento internacional que es la inserción de personas con discapacidad”. (Roberto Batista)
“Yo pienso que es importantísimo que los niños interactúen con los actores de la Colmenita, con Rutas y Andares; que conozcan, que caminen los adoquines, y se relacionen con toda la comunidad de La Habana Vieja”.(Alicia Rodríguez)
El andar infantil Somos 1 incluyó además, otras actividades con niños ciegos y de baja visión y sordos, siempre potenciando el uso de los sentidos, elemento esencial en el desarrollo y la percepción del mundo para estos niños con necesidades educativas especiales.