Por: Susana García Pino
“Lo erótico es inherente a la condición humana”, así comenzó Lismary del Prado, especialista principal de la Casa Víctor Hugo, una conferencia que abordó el “Erotismo en la plástica cubana”, en el espacio de Rutas y Andares, martes 6 de agosto, en Factoría Habana.
Con un excelente uso del lenguaje y de las metáforas, codujo al público sediento de conocimiento a través de un tema considerado tabú por algunas sociedades y discriminado por otras. Apuntó que Cuba, país latinoamericano, presenta señales de machismo y principios rígidos; pero que por el propio carácter caribeño, somos un pueblo que respira sensualidad y erotismo.
Como parte de su graduación de Historia del Arte, la conferencista realizó una multimedia que fue parte del material audiovisual que presentó. En la misma fue relatando, de manera sencilla pero abundante, las primeras manifestaciones del tema en la Isla (en la pintura y la fotografía) y su acercamiento al arte contemporáneo más actual.
Entre los antecedentes mencionó a Miguel Melero con “El rapto de Djanira por el centauro Nesso” (1878), y a Armando García Menocal con la pieza “Ganimedes” (1925) donde los temas míticos y bíblicos ocupaban el punto de partida para una pintura más sensual y provocativa.
Al continuar con la evolución de lo erótico, se refirió a dos grandes pintores de la vanguardia cubana, Víctor Manuel y Carlos Enrique, los que, desde sus puntos de vista –desnudos de mujeres insinuando el acto sexual y la masturbación- llevan a la pintura todo el espectro técnico que los caracteriza y los engrandece.
Aludió a los fotógrafos Joaquín Blez, Constantino Arias y Roberto Salas, a quienes fue abordando entre anécdotas, lo que despertó el interés de la audiencia, dejándola deseosos de más información.
Así llegó a la modernidad refiriéndose a la maestra Rocío García y su vinculación con el tema masoquista y el homo erotismo, con una postura diferente y un trabajo continuado. También habló de Reineiro Tamayo y el uso del humorismo; de Roberto Fabelo en la representación de mujeres que semejan animales fantásticos como sirenas y aves; y de Abigail Fernández con sus fotografías de homenaje al arte clásico y otras de un tono más crítico, refiriéndose al machismo y a la violencia de género.
Después de abordar estos y otros artistas representativos del tema como Eduardo Hernández, Cuty Ragazzone, Hilda María Rodríguez y Dania Fleites, presentó un proyecto de exposición, en el que sintetizó la labor y la investigación que había abordado en la conferencia.
De esta manera se evidenció que el erotismo, tema tabú para la sociedad, es seguido por un público ávido de conocimiento y libertad sexual.
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