Develan busto de José Carlos Mariátegui

La revolución que será para los pobres

no solo será la conquista del pan,

sino también la conquista de la belleza,

del arte, del pensamiento

y de todas las complacencias del espíritu.

José Carlos Mariátegui (1894- 1930)

Con la presencia del Excmo. Sr. Víctor Mayorda Miranda, embajador del Perú en Cuba; Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad; otros embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado en Cuba y trabajadores de la Oficina del Historiador de la Ciudad, tuvo lugar el acto de develación de un busto del amauta José Carlos Mariátegui, en la Avenida del Puerto, como parte de las acciones de la Semana Cultural del Perú, celebrada recientemente en La Habana.

El embajador del Perú agradeció la presencia de los asistentes y recordó que el pasado 14 de junio se conmemoró el aniversario 219 del nacimiento del amauta peruano  ocurrido en 1924, hecho que coincide con el natalicio de otros dos grandes de la historia latinoamericana y cubana: el mayor general Antonio Maceo y Grajales y el Guerrillero Heroico Ernesto Ché Guevara. Mayorda resaltó que “esta coincidencia nos enseña que la historia de las luchas por la independencia y la liberación de los pueblos cuenta con líderes de temple especial, con visión de futuro, quienes crearon conciencia de lucha anticolonial y antiimperialista para alcanzar una auténtica libertad, sin ataduras económicas, sociales y políticas, para que con inclusión sean los pueblos quienes decidan sus destinos.

“José Carlos Mariátegui fue hombre de tales condiciones, formó parte de los revolucionarios que lucharon por la independencia y el socialismo. El Sr. Embajador del Perú en Cuba lo caracterizó como un “atento observador de la situación internacional de su época y profundo investigador de la realidad peruana; hombre de firme convicción marxista, socialista; estudioso de las clases sociales tomando en cuenta el contexto andino a partir de las luchas de las masas indígenas y campesinas”.

Recordó además que Mariátegui “propició desde el periódico Labor la alianza del campesinado y la naciente clase obrera. La publicación de su obra 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, editada por él mismo, fue uno de los eventos más singulares de cultura latinoamericana del siglo XX y que aun tiene plena vigencia”.

Por su parte Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, expresó su sincera satisfacción por realizar la develación del monumento al insigne amauta, “aquel que, caído en plena juventud, reposando en su silla de ruedas, era capaz de elevar a altura colosal su pensamiento, defender sus ideas en el seno de uno de los países raigales de Nuestra América, los pueblos de los Andes, los pueblos del sur.

Rememoró que desde muy joven se acostumbró a ver la foto de Mariátegui dedicada por él mismo a su maestro y predecesor, el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, en cuyo sentón epistolario aparecen las cartas del amauta, a las cuales caracterizó como “documentos iluminados de dos intelectuales que compartían una misma posición ante la política y luchaban por encontrar caminos propios para el desarrollo, tratando de despojar a las ideas que defendían del calco y la copia que tanto daño hizo a las revoluciones y a las iniciativas sociales”.

Antes de finalizar sus palabras, Leal agradeció el esfuerzo de los jóvenes alumnos de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, quienes  “edificaron con piedras cubanas y habaneras, de esta costa de La Habana, el basamento de este busto, con  el cual colocamos un hito más de reflexión y pensamiento”.

Comments are closed.