Seducidos por la danza

Cierre de talleres de verano de la compañía Retazos

 

Danza-teatro Retazos se sumó a los Talleres de Verano 2013, iniciativa de la Oficina del Historiador de la Ciudad, como parte del proyecto Rutas y Andares, para propiciar el intercambio de los niños y jóvenes de la comunidad en un espacio creativo y de aprendizaje. Desde su fundación, la compañía ha mantenido abierta su casa sede a todo aquel que esté dispuesto a someterse a los caprichos de la danza. Ha convertido los procesos artísticos en herramientas educacionales accesibles a toda la comunidad, y ha hecho formar parte a niños, adolescentes y jóvenes de su intenso trabajo.

El pasado 31 de julio se realizó la presentación final de los talleres, donde los participantes mostraron el resultado de quince días de preparación danzaria. El teatro de la compañía reunió durante cerca de una hora y media a niños, jóvenes y profesores, junto a sus familiares, para mostrar las habilidades adquiridas.

Manos, imaginación y movimiento son las palabras exactas para describir la puesta en escena de cierre del taller infantil impartido en la sede de la compañía Danza Teatro Retazos. Concebido desde un trabajo poético y sensorial, este taller de la temporada veraniega creó un espacio en el cual los niños desarrollaron su sensibilidad, brindándoles una manera creativa y positiva de descubrir el mundo. La compañía se propuso utilizar la danza como instrumento de expresión y creación que guió a los niños a través del conocimiento de su propio cuerpo.

 Destinado a adolescentes y jóvenes, a partir de 14 años, con intereses en las artes escénicas y afines, el taller Cuerpos y miradas, segunda propuesta de la sede de Retazos, reconoce que la construcción de la identidad es el reto más importante para los adolescentes y jóvenes y en tal sentido propone la búsqueda de nuevos caminos a través de la danza, propiciándoles una visión más amplia sobre sus posibilidades personales.

 

Compartiendo experiencias

La posibilidad de interactuar libremente y expresarse en la misma línea o concepto que sus compañeros, tomando conciencia del otro y sus maneras distintas de expresar lo mismo, se alza como resultado esencial de estos talleres educativos. Tanto para profesores como estudiantes las transformaciones individuales que se produjeron a partir de esta experiencia son el logro más disfrutable.

 Los niños bailaron, rieron e hicieron cómplices a sus padres de su pasión por el baile. El salón se inundó de cintas, aros, colores y música. Las profesoras disfrutaron del resultado de su esfuerzo en los pequeñines. Arlettys Rivera  Estévez es una de las bailarinas a cargo del taller infantil, que tenía como objetivo acercar a los niños a la danza, a través del juego y la diversión. Para esta profesora las sesiones han sido “como volver a ser niña, me recuerdan mi tránsito en el baile pues empecé muy pequeña, desde los dos años. Los niños se fueron con una imagen de cómo compartir y trabajar en grupo, y la posibilidad de hacer nuevos amigos.”

 El grupo de jóvenes estaba conformado por talleristas de diferentes procedencias y edades, todos con una pasión común: la danza. Para los participantes con formación actoral como Adonis Milán el taller les dio la oportunidad “de obtener una base en un sentido más práctico de la danza y el movimiento, sobre todo ayuda a personas que no poseen buena coordinación.”Camila Lage es una de las más jóvenes que aún estudia en la Escuela de Danza y para la cual el curso de verano ha sido un entrenamiento para aprender a eliminar el miedo a la ejecución de acrobacias. Para María Rubio, quien ha participado en otros talleres de la compañía, este ha sido esencial para dominar el espacio y sus aptitudes para el baile, “tienes que hacer magia para poder llegar al lugar que quieres sin chocar con otras personas. Antes había bailado ballet clásico, pero la danza contemporánea me acerca más a conocer partes de mi cuerpo que no sabía que podían moverse y explotarse mientras bailas. En Retazos he podido ampliar mis condiciones danzarias.”

 Según la profesora Cinthia Caravallo, el taller Cuerpos y miradas se planteó como objetivo, “enseñar más que nada a los jóvenes a realizar el precalentamiento, ejercicios físicos. Partimos de ejercicios de yoga, tai shi, de teatro para desinhibir, relajar. El primer día había muchos que no tenían la menor idea de la danza. Hoy han evolucionado, te hablan de técnicas, más conscientes del ejercicio, no simplemente imitan.”

 Sin dudas, nuevamente Retazos logra marcar diferencias. Se impone como líder de las transformaciones. Su labor continúa comprometida con el conocimiento del cuerpo humano y las capacidades de expresión del individuo. La danza se renueva y se nutre en cada experiencia que se alberga en la sede de Amargura y Mercaderes. Aseguran, con firmeza, una valiosa y talentosa cantera de bailarines para el futuro de la compañía.

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