Primera graduación del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana
Este 17 de julio se celebró la primera graduación de la licenciatura en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico- Cultural, que se estudia en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, la facultad más joven de la Universidad de La Habana. Dedicada los aniversarios 285 de la Universidad y el 75 de la creación de la Oficina del Historiador de la Ciudad, bajo la tutela del Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, la graduación recordó además a los mártires de la gesta del Moncada, y en especial, a Fidel, quien hizo posible la concreción de este sueño.
Treinta y un estudiantes egresaron de esta institución después de seis años, lo que representa el completamiento del ciclo fundacional de una nueva carrera y también de su modelo de gestión académica y administrativa, responsabilidad compartida por la Universidad de La Habana y la Oficina del Historiador de la Ciudad. El Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana se constituyó como Facultad de la Universidad de La Habana en el curso 2007-2008, con el propósito de fomentar estudios centrados en la preservación y gestión del patrimonio histórico-cultural.
El Maestro Mayor, el Dr. Eusebio Leal Spengler, pronunció unas breves palabras a continuación de la entrega de títulos a los licenciados. “Nos reunimos en una ocasión trascendental para nosotros, lo es porque se trata de llegar al sexto año después de la ardua tarea de salir todos los días del trabajo, y demostrar esa voluntad férrea que conduce al camino de un entendimiento superior de la cultura y de las ideas. Se trata de dedicar una parte de ese tiempo (…) al más alto y más grande objetivo del ser humano, que es superarse y alcanzar la sabiduría y el conocimiento. Todos los días se ha de aprender y de colocar en lo más alto de nuestras vidas esa piedra clave que es el conocimiento y la espiritualidad. Vivamos a partir de hoy y apliquemos lo que hemos conocido”.
El titulado más destacado en investigación fue Michael Sánchez Torres, mientras que en docencia resultó Lissette Iglesias Camejo, y Dora Cancio Benítez fue la estudiante más destacada del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y graduada integral de la Universidad de La Habana en el curso por encuentros.
El acto de graduación estuvo presidido por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido; Homero Acosta Álvarez, secretario del Consejo de Estado; Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Dr. Rafael Bernal Alemany, Ministro de Cultura; Dr. Gustavo Cobreiro Suárez, rector de la Universidad de La Habana y miembro del Comité Central del Partido; y el Dr. Eusebio Leal Spengler, Maestro Mayor del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y miembro del Comité Central del Partido. Con esta graduación se completa uno de los sueños de la Oficina del Historiador y un período de trabajo arduo en el camino del conocimiento y la superación.
Discurso de graduados, escrito y leído por Dora Cancio Benítez, estudiante más destacada del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y graduada integral de la Universidad de La Habana en el curso por encuentros.
Buenos días:
Estimadas autoridades gubernamentales, académicos de honor, Maestro Mayor, profesores y trabajadores del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y de la Oficina del Historiador; queridos alumnos, familiares y amigos, me ha tocado hacer uso de la palabra no solo en nombre mío, sino en el de mis compañeros, y ello, constituye un verdadero honor. Una satisfacción que trasciende el orgullo personal y se adentra en el propósito de sintetizar la experiencia colectiva de 31 estudiantes.
En este punto del recorrido, se puede hablar de una memoria colectiva que se traduce, en haber cambiado lo suficiente como profesionales en el campo de la cultura, pero también como hombres de bien. Cada año de estudio, queda como una huella imborrable o como testimonio de lo que la educación puede hacer en cualquier momento de la vida de un ser humano. Por eso, debemos a nuestros profesores, la mayor de las gratitudes. A ellos correspondemos con la responsabilidad de hacer el bien, porque nada es más importante para nuestro país que actuar en nombre de la virtud. Tal es la dimensión de la virtud, el saber y el bien, que Aristóteles expresaría al respecto: “enseñar no es una función vital, porque no tiene el fin en sí misma; la función vital es aprender”; y de ustedes hemos aprendido mucho y bien.
Cada uno de los que hoy recibimos con placer los honores de graduado, tenemos el compromiso no solo de cultivar nuestro conocimiento, sino también transformar nuestra sociedad y cultura, porque como bien dijo Alfredo Guevara ningún título es capaz de resumir los límites de acción de un intelectual. Y nosotros, somos más que gestores del patrimonio histórico-cultural, puesto que desde hoy entramos al comprometedor universo de la problematización, análisis y estudio crítico de los temas del patrimonio, sin abandonar jamás, al hombre que lo edifica, pero también al que vive en él. Si una carrera está llamada a integrar la relación hombre, sociedad y cultura, esa es la nuestra, diseñada para aplicar estrategias coherentes encaminadas a la preservación del patrimonio a partir de los conocimientos científicos y técnicos que hemos adquirido.
En este espacio de tanto sesgo místico, nos acompaña también el prodigio de la amistad y la fuerza espiritual de nuestro compañero Raúl Joaquín Chagoyen, quien nos acompaña en cada resultado. Nadie puede dudar que nuestras expectativas, también fueran las suyas, por eso el Colegio Universitario conservará su recuerdo de una manera simbólica.
Este es un día muy especial, en el que se fusionan sueños y realidades desde los más sinceros deseos del Líder Histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, los nuestros y de muchos de los aquí presentes. Hoy le proporcionamos una infinita alegría al creador innegable de esta gran obra, al alquimista de sueños, que sí, pueden hacerse realidad, a nuestro querido “Maestro Mayor” Eusebio Leal Spengler, que nos ha transmitido la infinitud del conocimiento porque como dijera José Martí “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido”
Sepa usted y todos los que nos acompañan, que continuaremos siendo eternos discípulos del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, dispuestos a perpetuar la obra emprendida, e indetenibles en la gestión y preservación del patrimonio histórico cultural de nuestra nación.
Muchas gracias.