Por Danislady Mazorra Ruiz, especialista del Centro Hispanoamericano de Cultura
El Centro Hispanoamericano de Cultura inició el verano con dos días de intenso intercambio cultural con la música y la danza brasileñas. Dos artistas provenientes del gigante sudamericano, Bruno Duarte y Clara Gouvêa, compartieron con el público cubano parte de la riqueza cultural de su nación, tan afín a la nuestra.
Bajo el nombre de “Gestos sonoros, música y movimiento (Brasil/Cuba)” desarrollaron un taller que se realizó en los dos primeros días del mes de julio. Este proyecto participativo, de convocatoria abierta para todos los interesados de nuestra ciudad, fue una experiencia única y especial para sus asistentes, y una forma muy atractiva y sugerente de inaugurar el verano en nuestro Centro.
El lunes 1 de julio comenzó la primera sesión, con el tema de la percusión brasileña y su improvisación. Durante dos horas retumbaron las manos brasileñas y cubanas sobre el cuero de los tambores, y todos reían, cantaban, tocaban y bailaban al ritmo de una música sin fronteras.
El martes 2 de julio la danza fue la protagonista. En esta ocasión la expresión corporal, el movimiento rítmico y el baile fueron quienes unificaron las sensibilidades. Se experimentó con el cuerpo y su movimiento y hasta los asistentes más tímidos se liberaron, guiados por la bailarina brasileña.
El taller concluyó con un acto performático protagonizado por la bailarina y el músico, en el cual crearon un juego de improvisación y diálogo entre movimiento y sonido. El público, esta vez solo como espectador, pudo disfrutar de un espectáculo que generó una atmósfera peculiar y casi mística en su fusión de ritmo, cuerpo y movimiento.
El taller fue, sin lugar a dudas, una vivencia inolvidable para sus organizadores y participantes, quienes esperamos que en un futuro pueda repetirse y multiplicarse en nuestros espacios.