Andando por la historia de la Universidad de La Habana

Tomado del sitio web Habana Patrimonial

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
10 de Julio de 2013

Andar por la Universidad de La HabanaAmpliar imagen

La historia de la primera Universidad cubana despertó el interés de las familias cubanas

En sus casi tres siglos de existencia la Universidad de La Habana mantiene incólume sus vetustos laureles y majestuosos edificios, que abren sus puertas cada curso a una multitud de estudiantes. La historia de este centro de altos estudios centró el recorrido que realizaron familias cubanas, como parte del programa Rutas y Andares que organiza cada verano la Oficina del Historiador de la Ciudad.

En apretada, pero excelente síntesis, Sergio Fontanella y Denys Castellanos, del Departamento de Patrimonio de la Universidad de La Habana, refirieron a los andantes pormenores del proceso de conformación de la primera universidad cubana, fundada el 5 de enero de 1728 -la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo-, en el convento de San Juan de Letrán.

Ambos guías abordaron el proceso de secularización de la Universidad, cuando esta, en 1850, pasó a llamarse Real y Literaria, perdió la relativa autonomía que tuvo durante el gobierno de los dominicos y se introdujeron cambios en sus planes de estudio. A partir de 1899, con la intervención norteamericana en la Isla, comenzó un n uevo momento de la institución académica, devenida ahora Universidad de La Habana.

Señalaron los jóvenes que debido al aumento del número de estudiantes y las carreras, en 1902 se decidió trasladar el centro  hacia la entonces llamada Colina de Aróstegui. Así, comenzaron a erigirse los primeros edificios, entre ellos el Aula Maga, espacio ceremonial más importante de ese recinto, cuya construcción, a cargo del arquitecto Francisco Ramírez, se terminó en 1911.

Casi toda la arquitectura de la Universidad de La Habana es ecléctica con un fuerte componente neoclásico, como símbolo de modernidad. La mayoría de las facultades, a las cuales se accede por pequeñas escalinatas, semeja un templo grecorromano que dan idea de grandeza y monumentalidad, y, a pesar de la diferencia en el tiempo de ejecución, se mantuvo una coherencia entre los diferentes espacios, apuntaron los especialistas.

Durante el paseo por la institución académica también se evocaron los orígenes de la Biblioteca Central, concluida en 1937, y de la Plaza Ignacio Agramonte, conocida también como Cadenas. Explicaron los guías que el centro estudiantil ha mantenido la intencionalidad de concederle significado a sus espacios, y en ese sentido mencionaron a los parques Lídice, alusivo al poblado checoslovaco destruido por las fuerzas nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y al Hugo Chávez, como homenaje al recién desaparecido presidente de Venezuela.

Asimismo, los andantes visitaron el Rectorado, donde se exhibe una tarja dedicada a Juan Marinello, primer rector de la Universidad de La Habana tras el triunfo revolucionario del Primero de enero de 1959, y el edificio Felipe Poey, otrora Escuela de Ciencias y hoy Facultad de Matemática y Computación. Situados en el histórico patio de los Laureles, los andantes admiraron el centenario reloj, aún en funcionamiento, que corona lo alto de ese inmueble, y concluyeron su recorrido ante urna que guarda las cenizas del naturalista y científico cubano (1799-1891).

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