El miércoles 10 de julio se presentará a las cuatro de la tarde, en la Plaza de San Francisco de Asís, una representación del Carnaval de Barranquilla, de Colombia. Distinguido por la UNESCO como Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, este carnaval es uno de los mejores referentes de promoción cultural y turístico de Colombia, para divulgar la imagen del país a nivel internacional.
En Cuba estará la Fundación Estampas Colombianas, que dirige Jorge Garizábalo, con la muestra “Carnaval de Barranquilla, todo un patrimonio”, conformada por 26 danzarines y la presencia de la reina del Carnaval 2013, Daniela Cepeda Tarud; el rey Momo, José Llanos y la reina de Reinas, Rosibell Escorcia.
El elenco colombiano participará antes en el 33 Festival del Caribe, del 3 al 9 de julio en la oriental provincia de Santiago de Cuba, dedicado este año al Caribe colombiano. Además la delegación se suma al componente académico del Festival con una conferencia sobre la Cumbia, orientada por el maestro Garizábalo, y la soberana Daniela con otra exposición sobre cultura y tradición en el Carnaval de Barranquilla. Además se presentará los días 9 y 10 de julio en el teatro América de esta capital.
El director de ese centro, Jorge Alfaro, informó a la prensa que las funciones mostrarán la diversidad y riqueza de esa fiesta popular caribeña declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003.
Cada año, durante cuatro días de febrero, barranquilleros y visitantes, a través del uso de disfraces y máscaras, exclamación de cantos y letanías, exhibición de danzas, desfiles, comparsas y representaciones cómico-dramáticas, cumplen una cita para dar vida al espíritu festivo y tradicional del Carnaval de Barranquilla.
Esta tradición, fusión de las herencias culturales indígenas, africanas y europeas, hunde sus raíces en el siglo XVI y, de acuerdo con los expertos, tuvo su desarrollo en las localidades de Cartagena de Indias, Mompox y Santa Marta. Allí, los pueblos indígenas y la diáspora africana aprovechaban la licencia obtenida por la administración colonial para combinar sus creencias ancestrales con la parodia de los usos y costumbres de los españoles a través de la danza y el canto.
La proclamación del Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad en 2003, ha implicado un importante compromiso con la salvaguardia de esta manifestación cultural.
