Fotografías que indagan en la esencia humana

Por Maite Hernández Alfonso. Lic. Historia del Arte

Naturaleza y humanidad han tomado espacio en el Centro Histórico de la Ciudad de La Habana a través del lente y la sensibilidad del artista mexicano Miguel Milló. Unas 22 fotografías de gran formato componen su más reciente muestra personal titulada “Orígenes”, una exposición plena en recursos creativos, mediante los cuales el artista “ha construido imágenes con las que hace escultura, volumen y color…”[i] La belleza y la perfección de la naturaleza, conjugadas con los cuerpos desnudos cubiertos de barro, manifiestan el interés de Milló por indagar en la esencia humana, aquella que nace de los elementos naturales, pero que hasta el día de hoy se configura con las contingencias de la vida –con el dolor, con el amor, con los anhelos y los sentimientos.

Graduado como diseñador gráfico por la Universidad Iberoamericana de Tijuana, México, durante un tiempo Miguel Milló se dedicó al trabajo publicitario y de moda, disciplina que lo adiestró en el dominio de la fotografía como medio de expresión artística. No obstante, sus intereses como creador lo impulsaron más allá de los códigos y estéticas meramente comerciales, para emprender el azaroso camino del arte conmovido por las inquietudes existenciales de la naturaleza humana. De esta forma se apropió de los cuerpos y, cual si fuesen lienzos –según él mismo ha expresado-, se dio a la tarea de experimentar con las fibras vegetales, el lenguaje corporal, el color y la luz. Se confiesa apasionado por la pintura y enamorado de la fotografía, expresiones que conjuga dando como resultado obras de exquisita composición y equilibrio de contrastes y colores.

Cada postura, cada gesto y cada detalle, fueron previamente concebidos y estudiados por el artista para expresar un sentimiento, un deseo o una emoción. Un sinnúmero de bocetos preceden al resultado final que el espectador puede apreciar en las obras; las imágenes fueron construidas y deconstruidas antes de ser captadas por el lente. No hay espacio en “Orígenes” para la improvisación –Milló no se lo hubiese permitido-, hay una idea madura y un objetivo preciso: la reflexión. Se trata de una obra perfecta –hasta en sus imperfecciones-, como lo es el ser humano y la naturaleza.

Obras como Gea y Oceánide hacen claras referencias al universo natural que rodea la vida, sin embargo, al mismo tiempo otras como Pensamiento Profundo y Cosechando Ideas, se exponen para afirmar y reconocer la esencia humana como parte de ese universo.

Y es que con esta exposición Milló no pretende establecer una relación de poder hombre-naturaleza, o viceversa, más bien busca entablar una conexión, un profundo vínculo entre mundos complementarios. Es “Orígenes” una manera interesante de acercar el arte a la naturaleza, con el objetivo de reflexionar en torno a la vida del hombre; una vida marcada por eventualidades, que ha de configurarse a partir de lo que poseemos y de lo que azarosamente se nos escapa de las manos.


[i]           Palabras de Jorge Marín en noviembre de 2012 para la presentación de “Orígenes” en el Centro de Cultura Casa Lamm, en México.

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