Por: Yimel Díaz Malmierca
El Aqvarivm de La Habana es uno de los espacios singulares de la Oficina del Historiador. Fue inaugurado en el año 2000 por iniciativa de Eusebio Leal y durante años exhibió ejemplares de flora y fauna de agua dulce, sobre todo la oriunda de Cuba, donde destaca el antiquísimo manjuarí o catán, especie endémica.
Luego de la pandemia de la covid-19 el inmueble entró en reparación capital y actualmente trabaja allí en el montaje de nuevas peceras, así como en la renovación de los sistemas de electricidad, plomería y climatización. La inauguración está prevista para el 16 de noviembre, será un regalo a propósito del aniversario 504 de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.
El proyecto inversionista ha sido conducido y auspiciado por la Oficina del Historiador de la Ciudad, pero una vez inaugurado, el acuario será administrado por la sociedad unipersonal de responsabilidad limitada La Quinta, mediana empresa cuya sede principal radica en el Jardín Botánico de la Habana Quinta de los Molinos, declaró a Habana Cultural la futura coordinadora del espacio, Eglis Liel Torres.
“El Aqvarivm exhibirá peces de agua dulce utilizados en la acuariofilia y se le dedicará un mayor espacio a la ictiofauna cubana. El objetivo es que los visitantes conozcan la gran diversidad de peces dulceacuícolas de Cuba y su importancia para el ecosistema y el hombre. También mostrará la relación que existe entre los ecosistemas de agua dulce y los marinos, así como la necesidad del cuidado y conservación de ambos”, enfatizó Torres.
Suma-desing ha estado a cargo de la nueva visualidad del Aqvarivm y en su diseño interior propone infografías que invitan a ahondar en el conocimiento de los peces de agua dulce.
La renovación del espacio ha propiciado el uso de las nuevas tecnologías tanto para el manejo más eficiente del acuario, como para la ambientación del lugar y la proyección de productos multimediales. Contará con videojuegos elaborados por SUMAT que usan pantallas táctiles y buscan afianzar los conocimientos adquiridos durante la visita, así como incentivar la búsqueda de más información sobre la ictiofauna dulceacuícola cubana, concluyó Torres.