Por: Yimel Díaz Malmierca
Fotos: Página de Facebook de Factoría Habana
Luego de más de medio siglo de ausencia, ocurrió el reencuentro del pintor cubano-americano José Ángel Rosabal Fajardo (Manzanillo, 1935) con el público y la crítica artística del país que lo vio nacer.
La obra de este artífice ha sido internacionalmente reconocida. Los investigadores de su quehacer reconocen que ha cultivado con éxito la pintura, el grabado, el diseño textil, y la experimentación con formas y colores atraído por la abstracción. Vale recordar que, en 1960, invitado por Sandú Darié y Salvador Corratgè, se sumó al grupo de Los 10 Pintores Concretos, creado en La Habana por Loló Soldevilla a finales de los años 50.
En ese contexto, Rutas y Andares ha presentado la Ruta especial Regreso a la pintura abstracta de José Rosabal, con cinco jornadas de aproximación a la obra del destacado artífice: La línea en fulguración (galería Factoría Habana); Regreso a la pintura abstracta de José Rosabal (5 de julio, en Factoría Habana); Un recorrido por el arte concreto de los años 50’ y 60’ (19 de julio, visita guiada por el Museo Nacional de Bellas Artes); Un juego de líneas, formas y colores, (2 de agosto, en Factoría Habana); José Rosabal y su obra gráfica (16 de agosto, en el Taller Experimental de la Gráfica); y el taller “José Rosabal y su obra gráfica” (23 de agosto, en esa última locación).
La propuesta que permanecerá en el Centro Histórico hasta el 15 de septiembre es la exposición La línea en fulguración, inaugurada el pasado 12 de mayo en Factoría Habana, espacio para la experimentación y creación contemporánea adscrito a la Oficina del Historiador.
La muestra de una contó con la curaduría de Concha Fontenla y permite apreciar obras realizadas con diferentes técnicas y formatos que compendian sesenta años de quehacer artístico de Rosabal. Los críticos han destacado en ella el magistral dominio de la línea, enfatizada por la fluidez y dinamismo creativo de las piezas.
La aproximación de Rosabal al público cubano tiene como antecedente su participación en el proyecto Detrás del Muro, uno de los colaterales en la XII Bienal de La Habana (2015), donde presentó el mural portable “Fuente de luz”, su obra pública de mayores dimensiones y trascendencia.