Por: Yimel Díaz Malmierca
La obra de Servando Cabrera Moreno (28 de mayo,1923- 30 de septiembre, 1981) es una de las más imponentes dentro de la creación cubana del siglo XX. Destacados críticos la han ponderado por su lirismo, calidad técnica y estética, así como por la pluralidad temática y estilística que abordó a lo largo de su corta vida.
Cabrera Moreno nació en La Habana, específicamente en la calle Obispo núm. 105 (hoy núm. 463). Desde muy joven se vinculó a las artes plásticas. Corrió mundo, fue reconocido por artistas y la crítica internacional, pero siempre encontró motivos para regresar a la ciudad que lo vería morir el 20 de septiembre de 1981. En los convulsos años 60 y 70, el artista sufrió injusticias e incomprensiones debido a su abierta homosexualidad. Como pocos, convirtió el dolor en arte. Parte de la creación de aquellos años puede verse en el Museo Biblioteca Servando Cabrera, ubicado de la calle Paseo, del Vedado capitalino. Son piezas majestuosas, inspiradas en rostros, en el cuerpo humano, en el erotismo, y en la pasión.
“Las imágenes de su pintura erótica pueden estar tanto en función de la expresividad como de un esteticismo refinado. La pintura de Cabrera Moreno es un gran canto sinfónico al cuerpo humano enfatizando su monumentalidad”, dijo en una ocasión Roberto Cobas, curador del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).
“Para Servando el amor no tenía fronteras y se tornaba dinámico cuando asomaba el erotismo en manos, brazos, muslos, nalgas, torsos indistintos, trasparentados metafóricamente en bosques, selvas,habitados por seres que se aman en una entrega total…”, aseguró, por su parte, el experto y curador Nelson Herrera Ysla.
A propósito del centenario del natalicio del artista y en coherencia con la admiración que siempre le profesara el eterno Historiador de la Ciudad Eusebio Leal, la Dirección de Gestión Cultural propuso indagar en el acervo de Servando que atesora la institución. La esperanza era localizar las obras que se encontraban dispersas en distintos espacios de la Oficina y exhibirlas. Intuían que eran algo más de una decena.
La sorpresa fue descubrir la existencia de 32 piezas, una veintena de ellas en condiciones de ser expuestas. De esta forma, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) se ha convertido en una de las que más obras de Servando Cabrera Moreno atesora en Cuba. El hallazgo condujo a organizar una muestra que será inaugurada el venidero 18 de julio en el Palacio de Lombillo, y que integra la Ruta especial El silencio y la esperanza, incluida en la oferta de verano de Rutas y Andares 2023. Con ello la OHCH se suma al programa de conmemoración internacional y nacional por el centenario del natalicio del genial artista.
Servando en Rutas y Andares
Durante las semanas de julio se desarrollará la Ruta especial El silencio y la esperanza, dedicada al centenario de Servando Cabrera. Incluye citas los martes11 y 18, así como los jueves 6, 13 y 20, siempre a las 10:00 a.m., previa reservación a través del correo electrónico: katia@patrimonio.ohc.cu
El proyecto, organizado en colaboración con la Fundación Los Carbonell, de Panamá; el Museo-Biblioteca Servando Cabrera; el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), el Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC), y otras instituciones culturales, se inserta en las actividades previstas por el centenario del artista, e incluye el legado de su obra en las generaciones que le sucedieron.
La Ruta comenzó el pasado jueves 6 de julio, con el recorrido Humilde y esperanzador, transeúnte de La Habana, que salió del parque de Albear e incluyó la proyección del documental Los cercanos días del amor, de la realizadora Yosiris López-Silvero. Contará con la intervención especial de Reynaldo González Zamora, Premio Nacional de Literatura 2003.
El martes 11 de julio tendrá lugar el encuentro Servando y el cine cubano, en la sede del ICAIC. La anfitriona será Dania López, especialista de Patrimonio de esa institución a la cual el artista estuvo vinculado desde su fundación. Los participantes en la Ruta podrán visitar la sala Servando Cabrera,ubicada en el 9no piso y disfrutar de la proyección del documental El mégano (1954), de los realizadores Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa. Servando participó de la filmación de esta polémica obra que inspiró en él una serie de dibujos de factura exquisita y un óleo que atesora un coleccionista privado.
El jueves 13 de julio la Ruta invitará a visitar la retrospectiva La memoria de los borrados, en el MNBA,y conecta así dos de las propuestas de homenaje que ha organizado Cuba a propósito del centenario de Cabrera Moreno. El recorrido por el Edificio de Arte Cubano del MNBA contará con el acompañamiento de Rosemar y Rodríguez Cruz, una de las curadoras de la exposición. La muestra,que alude a la pintura homónima de Cabrera Moreno de 1977, contiene piezas de diversos formatos y técnicas pertenecientes al propio MNBA, al Museo Biblioteca Servando Cabrera Moreno y a la Fundación Los Carbonell, que atesora la colección privada más grande del artista.
El 18 de julio tendrá lugar la apertura de la exposición de las obras que atesora la OHCH, en el Palacio de Lombillo. Será la primera vez que se expongan todas juntas y se proyectará además el documental La hora azul, del realizador cubano Claudio Peláez Sordo.
Servando sobresalió también como pedagogo. El escritor y crítico Rafael Acosta de Arriba ha dicho que el artista “siempre se ganó el afecto y el respeto de sus alumnos, quienes en medio de sus momentos más difíciles no dejaron de visitarlo para intercambiar enseñanzas con él”. En tributo a esa otra cualidad del artista, la Ruta ha previsto como cierre un recorrido (jueves 20 de julio) por la muestra Paisaje para el próximo siglo, la impronta de Servando para el arte joven, que desde hace algunas semanas se expone en el Salón Blanco del Convento de San Francisco de Asís.