Por: Yimel Díaz Malmierca
Un acercamiento a experiencias culturales de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana que se han sumado a una estrategia de género en el ámbito patrimonial
La celebración del Día Internacional de la Mujer sirve como pretexto para acercarnos al universo femenino en el Centro Histórico. Un numeroso grupo de ellas, con diferentes profesiones y oficios, impregnan sus sellos a la ardua labor que desarrolla la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH). Vasto es este universo y disímiles también las maneras de incorporar la perspectiva de género a esta gestión; un tema que ocupa a quienes intentan avanzar por el camino de la transformación hacia un mundo de equidad.
De ahí, que el Programa Cultural se acerque esta vez a las experiencias de varias especialistas e instituciones, entre ellas la Casa de la Obra Pía, el Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana y el Centro para la Interpretación de las Relaciones Cuba-Europa (Palacio del Segundo Cabo), que se han sumado a una estrategia de género, nacida desde la Dirección de Patrimonio Cultural y, especialmente, de su Dirección de Gestión Cultural. Esta iniciativa mira en dos sentidos: hacia las formas de organizar los recursos humanos y las relaciones personales internas; y hacia la sociedad, con énfasis en el entorno comunitario.
Patrimonio y cultura con perspectiva de género
La MSc. Dariadna Barrios Tabares, especialista principal de la Dirección de Gestión Cultural, es una de las investigadoras que lidera esta experiencia. Desde el año 2021, la Dirección de Patrimonio Cultural trabaja en una estrategia con la asesoría de la Dra. Norma Vasallo, presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana. Actualmente, laboran en su implementación y en la confección de un manual para la incorporación de la perspectiva de género en la gestión del patrimonio cultural.
«El tema tiene múltiples lecturas, sostiene Barrios Tabares. Una de ellas es hacia lo interno de nuestra Dirección, que ha devenido espacio de crecimiento y realización para muchas mujeres con la oportunidad de desempeñarse en profesiones y oficios diversos, y la de aportar sus saberes al proceso de rescate, conservación y promoción del patrimonio». En ese caso, la estrategia diagnostica brechas de género en una organización que cuenta con más del 68 % de fuerza de trabajo femenina, e incluye acciones para eliminarlas.
Este instrumento toma en cuenta, además, a las instituciones culturales de la OHCH «como espacios donde se ha visibilizado la obra intelectual y creativa de las mujeres en diferentes ámbitos, y como áreas para la atención y el empoderamiento de niñas, adolescentes y mujeres. Todo esto, gracias a los programas sociales y proyectos de cooperación internacional en los que hemos estado involucrados en los últimos años».
Barrios Tabares, quien también se desempeña como profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO-Programa Cuba, refiere que la capacitación es uno de los desafíos a los que se enfrentan, por lo que la formación y actualización en tales temas aparece entre los principales empeños: «En 2022, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de contar con Margaret Louise Bullen y Enkarni Gomez Genua, expertas de la Universidad del País Vasco, que impartieron el curso «Miradas feministas sobre el patrimonio». En el año 2021, como parte del proyecto de verano Rutas y Andares, diseñamos la ruta La mujer en el pensamiento, el arte y la historia, con una excelente acogida de público presencial y virtual, pues contó con la participación de diecisiete instituciones que, desde sus páginas de Facebook, generaron 141 publicaciones que visibilizaban la obra de mujeres, muchas de ellas poco conocidas u olvidadas».
En el entorno de la Dirección de Patrimonio Cultural hay referentes que vale la pena compartir, como es el caso de las experiencias desarrolladas por la Casa de la Obra Pía, el Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana y el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, aunque no son las únicas: «Son diversas las iniciativas que se han promovido a lo largo de estos años desde las instituciones culturales, que crecen y se consolidan en la medida en que nos vamos sensibilizando y preparando mejor en estos temas. Son precedentes valiosos, pero el camino es tan largo como las deudas que nos quedan por saldar».
Cambiamos nosotras para cambiar el mundo
Decenas de féminas se han beneficiado con el proyecto de cooperación internacional «Promoviendo el apoyo a mujeres en situaciones de vulnerabilidad en el Centro Histórico de La Habana Vieja, desde la socialización, intercambio, participación y el vínculo con la historia y el patrimonio cultural», desarrollado de conjunto entre la OHCH y Kultura, Communication, Desarrollo (KCD ONGD), con financiamiento del Ayuntamiento de Bilbao. La Casa de la Obra Pía ha sido una de las instituciones escogidas para implementar acciones que, desde un enfoque de participación y equidad de género, estimulan el desarrollo personal y cultural de las mujeres en esta zona de la ciudad.
Así lo confirma Marbelys Giraudy Gómez, directora de este Museo, implicada desde un inicio en la iniciativa que toma como punto de partida la propia historia del inmueble donde se encuentra la institución. En esta casona de la calle Mercaderes, su propietario, don Martín Calvo de la Puerta, promulgó, en 1669, una de las obras piadosas más populares de La Habana colonial, en beneficio de mujeres sin fortuna.
En absoluta coherencia con ese pasado de compromiso con el bienestar y la independencia económica de las mujeres, y con una experiencia de casi cuarenta años en la gestión de proyectos culturales destinados a este público, la Casa de la Obra Pía se ha insertado en acciones que van desde la creación de un Grupo Interinstitucional, con actores y activistas del territorio, pasando por la formación en temas de violencia de género; la identificación y diagnóstico de mujeres en situaciones de vulnerabilidad; hasta la puesta en marcha del Laboratorio Pscodidáctico de Atención a la Mujer que, con un enfoque terapéutico, promueve actividades de carácter cultural y educativo (charlas, cine debate, psicoballet, consejerías, talleres, etc.), integradas al Programa Sociocultural de Atención a la Mujer.
Hasta la fecha, asegura Giraudy Gómez, han sido beneficiadas más de cincuenta mujeres en situaciones de vulnerabilidad (jóvenes, adultas y adultas mayores) que han encontrado un espacio de socialización, familiaridad y de realización personal e incluso profesional, a partir de los encuentros del Laboratorio Psicodidáctico de Atención a la Mujer. «Entre las transformaciones más significativas observadas en ellas, se encuentran el desarrollo cultural e instrucción, el cambio en sus proyectos de vida y la asimilación de herramientas para enfrentar los conflictos de la vida cotidiana, y aumentar la autoconfianza y la autoestima. Algunas pudieron identificar nuevas vías para desarrollar emprendimientos y mejorar económicamente; y otras, las más jóvenes, han retomado los estudios».
Mujeres de arcilla y fuego
Otro proyecto de cooperación, «Promoviendo la inclusión sociocultural de las mujeres en el Centro Histórico de La Habana, a través de la gestión del patrimonio cultural y la atención psicosocial con perspectiva de género», llegó también al Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea Cubana, donde propició un taller de creación dirigido a las adolescentes del entorno comunitario. La experiencia estuvo a cargo de la artista Darlyn Delgado Gorgoy, quien compartió sus saberes con veinte de ellas a las que enseñó procedimientos para facturar máscaras, losas con las iniciales de sus nombres y otros objetos volumétricos, algunos de los cuales integran hoy la colección de la institución.
Pero esto es apenas un botón de muestra del profundo quehacer investigativo y de gestión del arte facturado por mujeres que realiza este Museo, refirió su directora Surisday Reyes Martínez. La institución se ha interesado en difundir la valiosa obra de ceramistas cubanas, entre ellas Amelia Peláez del Casal y otras féminas de notable presencia en espacios y colectivos creativos como el Taller de Santiago de Las Vegas, el de Cubanacán, el grupo Terracota 4 y el Taller de Cerámica del Instituto Superior de Arte (ISA), entre otras. Resultado de ello son los textos Ceramistas cubanas: el canon postmoderno, y Conjurar una aproximación crítica a la obra de Teresa Sánchez Bravo, ambos de Reyes Martínez, presentados durante la reciente Feria Internacional del Libro de La Habana.
Entre abril y junio de 2023, el Museo de la Cerámica acogerá la exposición colectiva Matres Festival Havana, organizada junto a la Asociación Pandora, de Italia. Las artistas ceramistas partirán de sus experiencias personales para trazar una historia, un viaje creativo de su objeto femenino, en el cual reafirman la necesidad de cambiar la «forma de pensar» acerca del ser mujer.
Mujeres en marcha por la vida
Desde el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, la especialista principal Amanda Ramírez Viñas aseguró que los esfuerzos de la institución se han centrado en estudiar determinados grupos poblacionales discriminados a lo largo de la historia, así como en revisitar algunos temas y desmontar narrativas dominantes, para incorporar la perspectiva de género.
Como resultado de este quehacer, se pueden mencionar varias acciones, entre ellas tres audiovisuales realizados por el Palacio del Segundo Cabo: Mujeres que danzan. Herencia, desafío y constancia; Herencia y subversión. Imagen simbólica de la mujer, y Las desobedientes. También, la sección fija Historias de mujeres, afirmó Ramírez Viñas, ahonda en la vida, obra y trascendencia de científicas, escritoras, pensadoras y feministas que rompieron los esquemas impuestos por la sociedad patriarcal. El proyecto de verano Rutas y Andares para Descubrir en Familia (2022) incluyó la ruta especial La representación de las mujeres en los discursos de los museos que acercó al público a colecciones de varias instituciones de la OHCH.
La perspectiva de género ha sido incluida en la labor de educación patrimonial, como es el caso de los talleres infantiles; y el concurso Dibujando Europa (2020) que, en su sexta edición, resaltó el valor de las mujeres a lo largo de la historia y, específicamente, en el contexto de la COVID-19, cuando tuvieron que asumir nuevos retos y mayores responsabilidades.
El proyecto de cooperación internacional «Promoviendo la inclusión sociocultural de las mujeres en el Centro Histórico…» también ha dejado su huella en el Palacio del Segundo Cabo, pues colaboró con la organización del V Coloquio Presencias europeas en Cuba, cuyos debates giraron en torno al tema Las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa.
Actualmente se encuentra en producción un audiovisual que abordará la obra de mujeres vinculadas a la restauración, entre ellas, Raquel Catalá, periodista cuyo nombre resulta desconocido para muchos, pero con una obra imprescindible a la hora de contar la fundación y desarrollo de la Oficina del Historiador.