Por: Yimel Díaz Malmierca
En cuna de libros nació la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana; con el tiempo, esta institución ha contribuido a custodiarlos, conservarlos y promoverlos.
En 1937, del 20 al 27 de mayo, bajo el auspicio del municipio de La Habana y la dirección de Emilio Roig de Leuchsenring, se desarrolló la primera Feria del Libro en Cuba. El evento tuvo un carácter provincial. Sesionó en la antigua cárcel de La Habana, donde la Oficina del Historiador exhibió su incipiente y trascendente producción bibliográfica: los Cuadernos de historia habanera y los libros de Actas Capitulares, resultado del rescate y procesamiento de documentos que aún se conservan en el Archivo Histórico.
El interés del público y de los expositores propició que la experiencia se repitiera en ediciones posteriores. Un lustro después adquirió carácter nacional, y comenzó a ser dirigido y organizado por el Ministerio de Educación. Desde entonces se conoció como Feria Nacional del Libro. Sesionó de manera intermitente en los años siguientes, y por última vez en 1955. Cada convocatoria contó con la activa participación del historiador Emilio Roig de Leuchsenring, quien siempre defendió la importancia de socializar cultura y saberes.
En 1982 Cuba retomó este tipo de evento, y lo abrió a la participación foránea. Con el tiempo, la Feria Internacional del Libro se ha convertido en el más concurrido de los acontecimientos culturales que tienen lugar en la isla.
La Oficina del Historiador ha estado en cada edición, ya sea como expositora en la sede principal habitual de la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, o participando como subsede de presentaciones, coloquios, encuentros…
Este año arribamos a la edición número 31 de la feria, que sesionará en la capital entre los días 9 y 19 de febrero, para luego peregrinar durante varias semanas por las más importantes ciudades del país.
La temática es La lectura inclusiva, y el programa ha puesto especial énfasis en recordar el centenario de los natalicios de Fina García Marruz y de Antonio Núñez Jiménez, además de honrar a la destacada bibliógrafa cubana Araceli García Carranza Bassetti, Premio Nacional de Investigación Cultural, y al escritor Julio Travieso Serrano, Premio Nacional de Literatura 2021.
La Feria en el Centro Histórico
El Centro Histórico funcionará como una de las sedes de este evento junto a la fortaleza de San Carlos de La Cabaña. Habrá actividades en el Centro para la Interpretación de la Relaciones Cuba-Europa (Palacio del Segundo Cabo), el Museo de la Ciudad, la Casa Víctor Hugo, la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, la Casa de la Poesía y el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.
En la Plaza de Armas se destinará un área para la comercialización y exposición de libros, mientras que, en su Calle de Madera, ocurrirán diariamente las presentaciones de las novedades de Ediciones Boloña.
Varias instituciones servirán de escenario a los encuentros de Promotores de la Poesía y el de Jóvenes Escritores de Iberoamérica; mientras que la Casa Víctor Hugo será el espacio para intercambiar con los hacedores de publicaciones seriadas y medios digitales. Allí tendrá lugar la presentación de los números más recientes de Opus Habana, Sincopado Habanero y El Eco de las Villas, ediciones vinculadas a la gestión del patrimonio. Será una oportunidad para compartir con Árgel Calcines y Miriam Escudero, directivos y expertos de la Oficina del Historiador, así como con músicos y artistas colaboradores de esas publicaciones.
Esta edición tiene como país invitado de honor a Colombia. A esa nación, y a su más excelso creador, Gabriel García Márquez, estarán vinculadas las propuestas de otras instituciones de la Oficina, como la Casa de la Poesía y las casas museos Simón Bolívar y Oswaldo Guayasamín.
Al programa de la Feria se sumarán también las salas de cine Alfredo Guevara, del Colegio San Gerónimo; el parque La Maestranza y el Anfiteatro de La Habana. Las salas de conciertos y galerías, cuyas propuestas aparecen a lo largo de este número del Programa Cultural, estarán a disposición del público que acuda al gran evento literario.
Visiones del Gabo en La Habana
Tras cuarenta años de recibir el Premio Nobel de Literatura, a Gabriel García Márquez se le recuerda en Cuba como el amigo entrañable. De la impronta de su obra en la Isla, de su vínculo con la intelectualidad cubana y de su participación en nuestra vida cultural, es testimonio la exposición Visiones del Gabo en La Habana, que será inaugurada el viernes 10 de febrero, a las cuatro de la tarde, en la Casa de la Poesía.
Se trata de una selección de fotografías y carteles que la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Icaic y la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, pondrán ante los ojos del espectador, en el contexto de una Feria dedicada a Colombia como país invitado de honor.
Tales motivaciones, la memoria en imágenes y la voz poética de sus coterráneos, servirán de recordación a un autor que seguirá acompañando por más de cien años la soledad de muchos lectores.