Por: Yimel Díaz Malmierca
Varias instituciones convergen en el hermoso edificio, ubicado en la manzana que delimitan las calles Obispo, Mercaderes, San Ignacio y O´Reilly Amén de que su núcleo vital corresponde al Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, el inmueble hospeda además al Centro de Información de la Oficina del Historiador (Archivo Histórico y Fototeca), las academias cubanas de la Lengua y de Historia, el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, las salas de cine Alfredo Guevara, la galería de arte Nicolás de Escalera, laboratorios y talleres de restauración, y el Museo Universitario que, a partir de este mes, exhibe un renovado guion museográfico.
La nueva propuesta busca visibilizar origen, características y desarrollo de la primera universidad cubana, así como divulgar los estrechos vínculos que existen entre el actual Colegio y el proceso de restauración y revitalización del Centro Histórico de la ciudad de La Habana.
La Real y Pontificia Universidad de La Habana nació en 1728 y funcionó con ese nombre hasta el 1842, cuando pasó a manos del Estado y recibió el título que le distinguió hasta 1898, el de Real y Literaria. Este proceso de más de ciento setenta años transcurrió en el espacio físico que antes ocupó la iglesia y convento de San Juan de Letrán, de la Orden de Santo Domingo, el mismo que desde 2007 sirve de asiento al Colegio Universitario San Gerónimo.
A principios del siglo XX, la Universidad de La Habana fue trasladada a la céntrica y estratégica colina que aún ocupa. La otrora joya de la arquitectura habanera que le sirvió de sede inicial fue vendida en pública subasta y, en 1958, sentenciada a muerte para levantar allí un edificio anacrónico, absolutamente incoherente con el entorno, coronado con una Terminal de Helipuerto que nunca fue culminada.
El compromiso de las autoridades cubanas con el patrimonio, reforzado por la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad en 1982, y por la voluntad restauradora de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), condujeron a un proyecto que redimió el agravio y erigió, con un lenguaje arquitectónico contemporáneo y soluciones constructivas modernas, el Colegio Universitario San Gerónimo.
El edificio mismo es el principal activo del Museo Universitario, que para mejor comprensión de los procesos constructivos e impactos de la institución en la cultura cubana, ha diseñado un guion que comprende cuatro salas expositivas donde se diserta, desde objetos y documento museables, acerca del devenir histórico-arquitectónico del inmueble original, su contribución simbólica al proceso de formación y consolidación de la nacionalidad cubana, y los aportes que actualmente realiza al quehacer de la OHCH desde una perspectiva docente, académica y científica.
Sala I (Iglesia y convento de San Juan de Letrán. Orígenes)
En el vestíbulo de la planta baja se encuentra esta sala, dedicada a la Orden de Predicadores de Santo Domingo. En ella se exhibe una maqueta del inmueble original, realizada por Orlando L. Martorel Díaz, en septiembre de 2006. Otras piezas discursan acerca de la construcción, en 1578, del conjunto religioso, y de las características del edificio primigenio, insertado en un importante lugar de la trama urbana de la incipiente villa de San Cristóbal de La Habana.
También pueden apreciarse las adiciones y modificaciones paulatinas realizadas al inmueble durante el siglo XVIII, algunas de las cuales fueron reinterpretadas en el proyecto constructivo del Colegio actual, como la capilla abovedada, dedicada a Nuestra Señora del Rosario; la torre-campanario de la iglesia, una de las más elevadas de la ciudad de entonces, y la portada lateral de estilo barroco construida en 1777.
Sala II (Iconografía y liturgia dominica en la colección del Museo de la Ciudad de La Habana)
Imágenes y objetos propios de esa denominación religiosa sobresalen en esta sala. Vale destacar que el Museo de la Ciudad es el depositario del legado de la Orden de Predicadores Dominicos en cuanto a arte sacro se refiere. A su colección pertenecen obras facturadas en el siglo XVIII, como son las imágenes de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, realizadas en madera policromada; Libros Cantorales alusivos a la Natividad y a la Asunción de la Virgen María; así como la escultura de la Virgen de las Nieves como advocación Mariana; todas exhibidas en el Museo.
Sala III (Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo, 1728-1842)
Ubicada en la planta alta del Colegio, a la izquierda, el discurso museológico de esta sala aborda la fundación y características generales del recinto. Allí pueden apreciarse copias facsimilares de Actas Capitulares, de la bula emitida por Su Santidad, el Papa Inocencio XIII, de la aceptación por placet regio de Felipe V de Borbón, y la posterior confirmación, por Real Cédula, del 5 de enero de 1728.
Esta Universidad poseía facultades de Teología, Cánones, Leyes, Medicina y Artes (Filosofía). También contaba con cátedras independientes de Matemática y Gramática. Como parte de la muestra pueden apreciarse algunos de los sellos de grados académicos que se estampaban en los diplomas de entonces, el sello Menor (para Bachiller y Licenciado en Artes o Filosofía) y el Mayor, que era el escudo de la Universidad (para Doctor, Licenciado y Maestro en Artes o Filosofía).
Como requisitos para acceder al centro de estudios, las familias debían presentar documentos acreditativos de «limpieza de sangre, legitimidad, buena vida y arregladas costumbres», algunos de los cuales son ahora expuestos en esta sala. También se pueden apreciar pinturas al óleo de Félix Varela, Tomás Romay y José de la Luz y Caballero, junto al Expediente Docente, Título de Medicina y Cirugía, y Mascarilla Mortuoria, respectivamente.
Sala IV (Real y Literaria Universidad de La Habana, 1842-1898)
En la planta alta, a la derecha, la Sala IV discursa sobra la transición del modelo de educación religiosa al sistema laico. Muestra documentos y objetos que aportan información acerca de las particularidades histórico-sociales de esa época, así como del traslado de la Universidad hacia una nueva sede, lo cual coincide con el fin de la dominación colonial española en Cuba.
El recorrido permite apreciar títulos de Bachiller en Ciencias y Letras, en Artes y Farmacia, expedidos por las distintas Cátedras. Aparece una relación de asignaturas de la Facultad de Ciencias de 1887, firmada por el entonces decano Felipe Poey. También se exhiben medallas y acuñaciones en oro y plata; así como retratos al óleo del Dr. Manuel González del Valle, decano de la Facultad de Filosofía, y del rector Leopoldo Berriel Fernández, entre otros.
La sala atesora una copia facsimilar del expediente docente de Carlos Manuel de Céspedes, alumno de esta universidad, y un retrato (óleo sobre lienzo) del Padre de la Patria. Además exhibe togas, mucetas y birretes, vestuario empleado por licenciados, doctores y catedráticos del centro. El valor simbólico de esta tradición fue retomado por Eusebio Leal desde la fundación del Colegio Universitario en 2007.
Queda también el testimonio mucho más contemporáneo del acto de inauguración del Colegio Universitario San Gerónimo de la Habana, que inició su ciclo docente en el curso escolar 2007-2008. Desde entonces funciona como Facultad adjunta a la Universidad de la Habana en su aspecto académico, científico e investigativo, y con autonomía administrativa plena de la OHCH.