Por: Yimel Díaz Malmierca
Tras cuatro días de preparación, la Banda Nacional de Conciertos dedicó su retreta habitual de los viernes en la Plaza de Armas a la Independencia de México y estuvo dirigida por el carismático director azteca Guillermo Villareal.
El músico viajó a Cuba por primera vez en 1998, ocasión en la que conoció a la pedadoga y pianista Alicia Perea (1934-2015) y al compositor Harold Gramatges (1918-2008), quien dos años antes había recibido el Premio Iberoamericano de la Música Tomás Luis de Victoria.
Regresó en varias ocasiones, algunas para dirigir distinas agrupaciones cubanas y otras para completar sus estudios de doctorado en la Universidad de las Artes, donde es condiscípulo de Igor Corcuera, ambos bajo la tutela del músico y maestro cubano Jorge Lopez Marín.
Corcuera es el director habitual de la Banda Nacional de Conciertos y fue idea suya invitar a Villareal para que abriera la temporada 2022-2023, con una presentación destinada a conmemorar el Grito de Dolores.
En el público estuvieron diplomáticos de la nación centroamericana encabezados por su embajador en Cuba, Miguel Díaz Reynoso.
La ocasión representó la primera vez que Villarreal dirige a la Banda y es también el primer extranjero en esa responsabilidad tras la pausa impuesta por la covid-19.
El variado repertorio estuvo integrado por cuatro estrenos en Cuba: zapataFanfarria olímpica, de Carlos Jiménez Mabarak (México, 1916-1994); Fanfarria, de Eduardo Gamboa (México, 1954); Suite de mambos, de Dámaso Pérez Prado (Cuba, 1916-1989), con arreglo del mexicano Eugenio Toussaint (México, 1954-2011); y Mercado Garmendía, también de Gamboa.
La Banda Nacional de Conciertos fue creada en 1899 por Guillermo Tomás Bouffartigue (Cuba, 1868- 1933), es la agrupación más antigua en activo y trabaja de manera ininterrumpida desde hace décadas en los predios del Centro Histórico. Actualmente la ntegran 84 músicos.
Con la presentación de este viernes concluyó la jornada conmemorativa por el aniversario 212 del inicio de las luchas por la independencia de México iniciada el 8 de setiembre, y que estuvo auspiciada por la embajada de esa país, la Sociedad Cubano Mexicana de Relaciones Culturales y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
La celebración incluyó el conversatorio “Leal y su espíritu fundador” en recordación al rol del destacado intelectual cubano Eusebio Leal Spengler como promotor y fundador de instituciones y mecanismos de vinculación entre los dos países.
El festejo llegó tambien a Matanzas en colaboración con la Oficina del Conservador de esa urbe y la red de Ciudades Patrimonio de Cuba para inaugurar dos exposiciones y un espectáculo musical en el emblemático teatro Sauto.
El 16 de septiembre fueron colocadas además las tradicionales ofrendas florales a los próceres José Martí, Miguel Hidalgo y José María Morelos, en el Parque Central y en el Parque de la Fraternidad
Miguel Barnet, presidente de la Sociedad cultural Cubano Mexicana, expresó días atrás que el Grito de Dolores, encabezado por el sacerdote Miguel Hidalgo el 16 de septiembre de 1810, fue un hecho que desencadenó los procesos independentistas en Latinoamérica.
Barnet puntualizó que esos vínculos históricos se expresan en la actualidad con la posición cívica y valiente del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha reverenciado al pueblo de Cuba por su lucha inclaudicable contra el bloqueo que Estados Unidos mantiene desde hace más de 60 años.
Señaló que esta jornada cultural honró también los 120 años de relaciones ininterrumpidas entre ambas naciones, las seis décadas de la constitución de la Sociedad Cultural Cubano Mexicana, y los 35 de la creación en la Oficina del Historiador de la La Habana de la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez.