Exergo: “Gente que viene de todas partes del mundo con mil prejuicios y tabúes sobre Cuba, reconoce esto como una obra positiva, no porque sea la joyita de la preservación del patrimonio cultural, no, es patrimonio con escuelas, con viviendas, con gente, con viejos, con jóvenes… Eso supone un esfuerzo extraordinario que es Cuba, un hombre solo no puede hacerlo. Yo he expresado la voluntad de salvar a un país a ultranza, cada cual en la cuarta de tierra que le tocó defenderlo. En definitiva, la verdadera restauración es Cuba. Ahora podría decir como Evita Perón: en caso que no esté, regresaré en millones”.
Eusebio Leal
Por: Yimel Díaz Malmierca
Un intenso programa de actividades ha concebido la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) para celebrar los 80 años que hubiera cumplido Eusebio Leal Spengler este 11 de septiembre: “La jornada comenzó con el proyecto de verano Rutas y Andares, y se extenderá hasta diciembre, cuando festejaremos el 40 aniversario de la declaratoria del Centro Histórico de la Habana Vieja y su sistema de fortificaciones como Patrimonio de la Humanidad”, dijo la directora general adjunta Perla Rosales.
“Luego de dos años de pandemia, tener a las familias este verano caminando por las calles fue un verdadero regalo para el Historiador. Esa Ruta dedicada a Leal fue extraordinaria, llegaron muchísimas personas, también hasta la Casa Leal que hemos inaugurado por partes y que estará totalmente lista para noviembre”, detalló la arquitecta.
No obstante esa mirada abarcadora al homenaje, ha sido en septiembre donde se han concentrado las actividades más relevantes, herederas de ese espíritu cultivado por Leal de celebrar la vida: “Cuando se trataba de conmemorar, sobre todo personalidades históricas, Leal nos indicaba que tuviéramos en cuanta los natalicios”, aclaró Katia Cárdenas, quien desde hace más dos décadas conduce la Gestión Cultural en la OHCH.
“La jornada ha estado marcada por el lema La vida de Leal contada por sus museos, y hemos repasado muchas de las colecciones que Leal fundó, creó, fomentó en la Oficina… A través de ellas contamos esas batallas tremendas que tuvo que dar por salvar y resguardar el patrimonio en nuestras instituciones”, explicó Cárdenas.
“También hemos mirado al niño que fue, por eso develamos una tarja en su Casa Natal, y lo que hizo por la infancia, sostuvo. Ahí está el proyecto Niños Guías del Patrimonio, que por estos días se prepararon y condujeron un recorrido que incluyó la exposición La aventura de crecer”. También recordó las Aulas museos, el Teatro El Arca, la Orquesta Sinfónica Infantil del Liceo Mozartiano, el Taller Infantil de Artes Plásticas Oswaldo Guayasamín, el más antiguo que tiene la Oficina y conduce Zenaida Díaz, su profesora de siempre, además de otros proyectos y programas de inclusión social.
Sobre la Orquesta Sinfónica Infantil, Katia añadió que se trata de “un proyecto social maravilloso, acompañado siempre por Leal. No lo integran niños de escuelas de música, sino de la comunidad de la Habana Vieja que llevan un tiempo formándose y ya dedicaron un concierto al Historiador”.
“La Colmenita, que tiene su espacio en el teatro de la Orden Tercera, presentó un espectáculo creado por Tim Cremata en la Plaza de Armas”, precisó.
Entre las actividades desarrolladas por estos días, Katia recordó el conversatorio con el equipo de colaboradores, por entonces recién graduados universitarios, que secundó a Leal a partir de 1987; las exposiciones de algunos de los artistas de la plástica que encontraron asiento en la Habana Vieja, así como el concierto de Cecilio Tieles, quien también cumple 80 años.
Desde el 2021, las autoridades de la OHCH comenzaron a “cultivar una tradición, cada 11 de septiembre: tener un momento solemne en el Museo de la Ciudad y así honrar a Leal en ese lugar donde libró tantas batallas. Lo hacemos con la sencillez y la sobriedad que nos enseñó”. El día concluye con un concierto homenaje que marcará la reapertura del teatro Martí.
“Han sido dos años en que no tenemos físicamente a Leal, pero la Oficina no ha dejado de trabajar, recalcó Perla. Las obras continuaron abiertas. Más que inaugurar espacios, nos hemos dedicado a mantener los que tenemos y también los jardines, las fuentes, los parques, los museos, las vallas de comunicación… Estamos concentrados además en la construcción de viviendas, en el mes de noviembre entregaremos las que ya estarán concluidas. Se labora además en el Convento de Santa Clara y en la muralla de mar, que será una obra súper interesante”.
“Nos hemos concentrado en fortalecer el trabajo cultural y en no abandonar lo que hacíamos con la comunidad, con los abuelos. Tenemos un grupo de jóvenes liderando a los que siguen entrando”, recalcó la arquitecta.
“Eusebio quería otra vida para seguir siendo útil”, recordó Magda Resik, directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y otra de sus más cercanas colaboradoras. “Su impronta es inmensa”, afirmó al referirse al vasto registro de comparecencias, conferencias, y entrevistas que atesora la emisora Habana Radio y que en algún momento podrán editarse.
“Estamos aumentando la serie Andar La Habana, del sello editorial La Ceiba, dijo Magda, y desde ediciones Boloña creamos una línea que se llama El Historiador, cuyo primer libro será Hay que creer en Cuba, que compila entrevistas que le realicé a Leal a lo largo de su vida”.
“Él tenía un compromiso raigal con Cuba, pero desde su manera peculiar, desde su fe católica y su compromiso fidelista, sostuvo Resik. Fue un hombre privilegiado, pues contó con la amistad de Fidel y de Raúl, y después de Díaz-Canel. Nos legó una ética a la hora de enfrentar los asuntos de la restauración del patrimonio y de Cuba. Nunca se olvidó de sus orígenes, y tuvo el ángel de la gente, lograba conquistar voluntades. Renunció a todo sabiéndose mortal. Solo el deber lo hacía sostenerse en pie, crecerse en medio del dolor físico. El deber que fue lo que le animó siempre”.
La arquitecta Patricia Rodríguez Alomá, directora del Plan Maestro de Revitalización Integral de La Habana Vieja, aseguró por su parte, que contribuir al desarrollo de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba es un compromiso no con la persona, sino con la obra de Leal.
La Red aúna voluntades de la mayoría de las 15 ciudades patrimoniales cubanas, entre ellas Baracoa, Santiago de Cuba, Bayamo, Camagüey, Sancti Spíritus, Trinidad, Remedios, Cienfuegos, Matanzas, Guanabacoa, Viñales y La Habana. “Tenemos Oficinas en 11 ciudades. El 80 % del patrimonio de trascendencia mundial de Cuba está en esas ciudades, donde vive 1 de cada 3 cubanos”, afirmó.
La OHCH ha aportado una experiencia vital en la creación de la escuela cubana para el desarrollo integral de la ciudad patrimonial, que propone un modelo de gestión en el que se articula el apoyo de la ciudadanía, el respaldo de las autoridades y la interrelación con los actores en función de metas y objetivos comunes.
Similar compromiso existe en la Oficina con la culminación de la restauración del Convento de Santa Clara y en torno a un plan de desarrollo de la rada habanera, en el que la cultura de presenta como eje principal.
Rodríguez Alomá recordó que el primer plan quinquenal de restauración del Centro Histórico data de 1981, desde entonces la Oficina del Historiador fue identificada para liderar ese proyecto: “Este año vamos por el 40 aniversario de la inclusión en lista del Patrimonio Mundial. Leal nos contagió de pasión por lo que hacemos, por eso celebramos su vida, porque de alguna manera él renació en cada uno de nosotros”.
El pasado 7 de septiembre, Michael González, director de Patrimonio Cultural de la OHCH, dictó la conferencia Eusebio Leal, patrimonio y simbolismo. En ese contexto dio a conocer una carta hasta ahora inédita de quien por entonces acababa de ser nombrado al frente del Museo de la Ciudad y apenas tenía 27 años. La misiva está fechada el 23 de agosto del 1969 y tenía el propósito de honrar el aniversario 80 del natalicio de Emilio Roig, primer Historiador de La Habana, ciudad que por entonces estaba cumpliendo 250 años de fundada.
“La historia se repite y estamos manteniendo un símbolo”, reconoció conmovido González al leer el texto de Leal que en uno de sus fragmentos reconoce: “En cuanto a mí, no he hecho más que cumplir el deber y el compromiso de la juventud de mi tiempo, con la sincerísima impresión de que no he hecho nada, solamente una cosa, poner en el esfuerzo y en el trabajo de cada día, todos los recursos de mis fuerzas (…) aunar en el trabajo, los esfuerzos y sacrificios de todos, cual si fuera un solo corazón y un alma sola…”.