“Rutas y Andares es nuestra manera de ser leales a Leal”

Por: Yimel Díaz Malmierca

El mejor regalo por los 80 años de Eusebio Leal es haber tenido a las Familias Rutas y Andares recorriendo las calles del Centro Histórico, dijo Perla Rosales, directora General Adjunta de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), este 31 de agosto en la clausura de la edición 22 del proyecto estival que coordina la subdirección de Gestión Cultural.

El evento, que tuvo por sede a la sala Ignacio Cervantes, contó con la participación de los ganadores del concurso que habitualmente acompaña la propuesta y una representación de quienes este año, por su sistemática participación, consiguieron la condición de Familias Rutas y Andares.

Ustedes será los primeros invitados a la Ruta nocturna por el Capitolio, iniciativa que fue presentada años atrás por Eusebio, en esta misma sala Cervantes. La visita será una vez al mes y empezaremos en este mismo septiembre, como parte del programa de actividades por el aniversario de Leal, aseguró Perla.

Al equipo que trabajó con Eusebio nos decían que éramos parte de sus medios básicos y lo seguimos siendo, pues tenemos voluntad para continuar su obra y trabajar, en primer lugar, para los cubanos, luego, si quieren, que vengan y nos visiten. Así lo pensó Leal, lo dejó todo escrito, por lo tanto tenemos trabajo fundamentado hasta el 2030 y más, refirió Perla Rosales.

Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural y creadora de proyecto Rutas y Andares para Descubrir en Familia, recordó que cada año muchas familias anhelaban alcanzar el gran premio para participar en el añorado encuentro con Leal: “Para él, la clausura era una cita impostergable, como también lo era firmar de su propio puño los miles de diplomas de participantes, guías y colaboradores, un acto de autenticidad que siempre defendió; ni en los momentos más difíciles de su enfermedad aceptó que su firma fuera sustituida por un cuño o cualquier solución gráfica. Le concedía gran valor al proyecto que él mismo inspiró con sus conferencias en el Anfiteatro y, luego con su programa Andar La Habana que enseñó a generaciones de cubanos los valores de su ciudad y la importancia de amarla y cuidarla.

Recordó las palabras de Leal cuando decía: “Rutas y Andares es parte de una proyección que tiene que ver con la vida participativa de los ciudadanos en la cultura de su país, y fundamentalmente de los habaneros. Yo creo que hay que unirse a esa campaña por el adecentamiento de las costumbres públicas que sale precisamente del disfrute por parte de todos del conocimiento de cada cosa, de cada rincón, de cada sitio, lo cual conlleva un acto de respeto, de goce y disfrute.”

Katia destacó que “este verano volvimos tras sus pasos para reconocer algunas de las facetas de su prolífica vida en andares que tuvieron las mayores convocatorias, en especial el Leal gestor cultural, un recorrido que marcó su concepción de la cultura como eje vertebrador del desarrollo y que miró los principales proyectos por él creados en beneficio de la comunidad residente”.

“Inspirados en sus batallas por la salvaguarda del patrimonio, celebramos los 40 años de la inclusión del Centro Histórico de La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones en la Lista del Patrimonio Mundial, por la Unesco.  Caminamos las plazas principales en el mes de julio, en recorridos históricos que fueron apreciados por los públicos. En agosto, los arquitectos de la empresa Restaura contaron esa historia de recuperación del patrimonio en las diferentes etapas, en especial en el momento en que el Estado le concediera a la Oficina del Historiador prerrogativas legales para actuar en el territorio y buscar fondos para su recuperación. Estampado en piedra en la fachada del antiguo Palacio de los Capitanes Generales, este decreto perpetúa la confianza depositada por la Revolución y su líder histórico Fidel Castro en el proceso de transformación integral de la zona”.

Katia reconoció los andares por las fortalezas coloniales organizados por los especialistas de museos arqueológicos que, desde una perspectiva diferente a la habitual, abrieron las puertas a espacios ganados por la restauración como son los Castillos de San Salvador de La Punta y Santo Domingo de Atarés.

Asimismo, ponderó los recorridos por otros proyectos en desarrollo y ejecución como son el Torreón de Cojímar, la Batería de Costa número uno, y el Castillo del Príncipe. Ese último recibió una visita pública por primera vez, y fue la más concurrida de toda la edición.

“Queremos felicitar especialmente, el empeño de Antonio Quevedo, Jorge Echeverría, Ignacio Suárez y el resto del equipo participante en estas verdaderas expediciones que tuvieron el acompañamiento de los pobladores de las comunidades donde están enclavadas estas fortalezas, pues sin su implicación cualquier intento de salvar el patrimonio es imposible”.

En sus palabras de clausura, Katia validó otras propuestas como el Andar La Habana de Cecilia Valdés (“el acto más creativo del proyecto que articuló el estudio histórico de la obra y su representación en el paisaje habanero con una excelente dramaturgia de recorrido”). Esta iniciativa contextualizó y conmemoró  los 140 años de la publicación de Cecilia Valdés, novela de Cirilo Villaverde que años más tarde, en 1932, inspirara la zarzuela homónima de Gonzalo Roig y el largometraje Cecilia, de Humberto Solás, en 1982.

En su recuento de estos dos meses de intensa labor en los que Rutas y Andares articula casi todos los saberes y especialistas que atesora la OHCH, Cárdenas explicó que “caminamos muchas Habanas: la de Martí, la de Juan Gualberto y la de la rumba del barrio de Jesús María para seguir descubriendo tradiciones que hablan de nuestra identidad, como también lo hacen nuestros museos. (…) La dirección de patrimonio documental y su joven equipo se empleó a fondo con el diseño de cuatro recorridos por las bibliotecas, el grabado y la fotografía y ocho andares virtuales. Esta última opción mantuvo el interés de los públicos, no solo de las personas mayores, sino de toda la familia que encontró en esa propuesta más reposada un encuentro interactivo con el conocimiento”.

Como sucede desde el 2008, algunas propuestas contaron con el servicio de interpretación para personas sordas, gracias al proyecto Cultura entre las manos.

Los mayores niveles de participación de los 38 andares virtuales los registraron la propia dirección de patrimonio documental, la Casa de las Tejas Verdes, el Planetario, la Quinta de los Molinos y el Palacio del Segundo Cabo. Este último se ratificó en la preferencia de los públicos y destacó por la Ruta especial presentada en esta ocasión: La representación de las mujeres en los discursos de los museos, que propició un intercambio enriquecedor acerca de los espacios que aún deben conquistar las mujeres y la responsabilidad de las instituciones por visibilizar el devenir de las féminas en la historia nacional.

La galería Factoría Habana gestionó rutas especiales acerca de Arte, ciencia y naturaleza; el gabinete de Restauración y Conservación lo hizo con la labor especializada de sus talleres, y el Centro Hispanoamericano de Cultura, con su propuesta de indagación sobre el Patrimonio Cultural Cubano del siglo XXI, entre las de mayor asistencia.

La Quinta de los Molinos mostró nuevamente sus potencialidades por sus atractivos patrimoniales (el natural, el edificado y el humano) y por la destreza para organizar actividades didácticas que en esta ocasión fueron 17 talleres, cuatro andares virtuales y seis recorridos: “Estas acciones y su gustado festival Zona Quinta le valieron mil 562 participantes”, aseveró Cárdenas.

Precisamente la Quinta de los Molinos y a+ Espacios Adolescentes asumieron la mayor cantidad de los 89 talleres de este verano, y recibieron el mayor número de asistentes, que en general superaron las cifras del 2019. a+ se instauró en el gusto de los adolescentes con el diseño de cuatro andares Contigo Somos +, en los que indagaron en las prácticas de impresión, la fotografía, la danza, el mundo de los animados y las dinámicas motivacionales.

La estrategia habitual asumida desde hace años por la OHCH de generar espacios de inclusión social para públicos infantiles en situaciones de vulnerabilidad también estuvo presente en el proyecto de verano, a través de Somos uno que incluyó tres  acciones: el taller de cuentos y dramatizados organizado por el Centro Hispanoamericano de Cultura, con infantes con discapacidad intelectual de la escuela especial Enma Rosa Chuy; un emotivo encuentro en la Sala Cervantes entre niñas y niños ciegos y débiles visuales y los integrantes de la Sinfónica Infantil de La Habana Vieja, proyecto cultural impulsado por Lyceum Mozartiano de La Habana; y la actividad organizada para pacientes y familiares ingresados en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, en la cual se integraron además el Planetario de La Habana, La Casa de la Poesía y un grupo de artistas.

Del proyecto Niños Guías del Patrimonio, Katia destacó que a sus contenidos han añadido la vida y la obra del eterno Historiador, por lo cual conducirán un recorrido que saldrá desde el Museo de la Ciudad, el 10 de septiembre, a las diez de la mañana, suceso que se integra a las jornadas de homenaje a Leal por sus 80 años.

Al citar las estadísticas que habitualmente obtiene el equipo de investigación de Gestión Cultural, Katia Cárdenas aseveró que este año contaron con la presencia del público fiel, y también de otros que se acercaron por primera vez. Esos “nuevos visitantes” representan un 40 % del total de los 6 mil 847 participantes: “Atendiendo a las variables que singularizaron la experiencia de este año, estos niveles de participación indican que después de más de dos décadas Rutas y Andares sigue siendo una opción preferida por las familias cubanas, en especial las habaneras”.

“Al cierre de ayer, 30 de agosto, 170 familias han recibido la condición de Familias Rutas y Andares, tras haber completado tres o más opciones del  proyecto. Reciben hoy un carné acreditativo que les concede visitas libres con tres adultos y tres niños por los museos del Centro Histórico durante un año y una atención personalizada en el Centro de Información Cultural. Concluyó también el concurso Rutas y Andares 22, que en su segunda edición, retó a las familias a poner a prueba sus conocimientos y a seguir los recorridos en busca de información. Se recibieron 113 respuestas, se premiarán hoy las primeras 80 correctas, en homenaje al natalicio de Leal”, explicó.

Katia agradeció, “con mayúscula”, a su equipo de trabajo de la Dirección de Gestión Cultural por su entrega y compromiso, y también a “todos los guías y colaboradores que se prepararon para atender a nuestras familias con la dedicación y respeto que se merecen. Nuestra gratitud a las ONG y agencias internacionales con las que estamos desarrollando distintos proyectos de colaboración, entre ellas KCD ONGD, la Agencia Vasca de Cooperación, la fundación Tecnalia y la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes Euskal Fondoa. Reconocemos especialmente la complicidad de Nelys García, nuestra directora de cooperación internacional y su eficiente equipo, que nos ayudó a buscar soluciones en las difíciles condiciones en que realizamos esta edición”.

“Rutas y Andares es nuestra manera de ser leales a Leal”, concluyó.

Como parte de la ceremonia, y en perfecta armonía con la excelente acústica de la sala Cervantes, los asistentes disfrutaron de una breve presentación de la orquesta del Lyceum Mozartiano de La Habana, que interpretó El manisero, de Moisés Simons (1889-1945), en revelador arreglo musical de Jenny Peña, violinista, compositora y fundadora de la agrupación; el primer movimiento de Pequeña serenata nocturna, de Wolfang Amadeus Mozart (1756-1791); Sambasón, de Jenny Peña.

 

 

 

 

 

 

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