Curtains Down: arte como tribuna

Por: Mayvi Martiatu Camacho

El pasado sábado 19 de marzo el centro cultural Habana Espacios Creativos acogió, como parte de las propuestas de la XIV Bienal de La Habana, el performance ¨Curtains Down: Popart Conspiracy, Memorial del alma popular sueca¨.

Prevista como única puesta en escena, esta obra se inscribe dentro del cúmulo de creaciones que se inspiran en el escenario pandémico, haciendo especial énfasis en las experiencias humanas.

Compuesta por un performance y una instalación audiovisual (artistalk), ¨Curtains Down Popart Conspiracy¨ tiene como móvil conceptual las relaciones e interacciones humanas que se establecieron durante los períodos de encierro por la pandemia de Covid-19. La muestra recorre desde el propio transcurrir de la vida hasta aquellas infinitas posibilidades creadas para mantener el vínculo de los hombres con su espacio de desarrollo vital (entiéndase también como profesional).

De la mano de curatingpublicspace llega este novedoso performance, y digo novedoso, porque inserta otras manifestaciones como la instalación audiovisual, manifestación que participa de la tendencia internacional del llamado ¨arte de los nuevos medios¨, que supone, en muchas ocasiones, como en este caso, la interacción con plataformas y medios de Internet.  En este último, se trata de un campo apenas explorado en territorio nacional debido a las imposibilidades tecnológicas que nuestra situación económica y política conllevan. Por tales razones fue esta una oportunidad de lujo para actualizarnos y apreciar maneras otras de hacer y disfrutar el arte.

Como ya mencionaba, un primer momento de la experiencia estuvo dedicado al acto performativo per se.  La performance combinó gestos con matices coreográficos junto a interpretaciones actorales que imitaron, en esta mezcla de las artes escénicas, movimientos de la naturaleza existencial del ser humano. De esta suerte, acciones como respirar, caminar, toser, desmayarse y finalmente fallecer son alargadas en postura para agregarles un tiempo y una carga sensorial y espiritual que permiten llamar la atención sobre el propio hecho de existir, en otras palabras, tener vida. Del mismo modo que en el devenir cotidiano, las acciones se suceden continuamente a lo largo de la puesta en escena, haciéndose acompañar de textos que aluden a la pérdida del pueblo sueco durante los asesinatos que siguieron a la muerte de Olof Palme.

¨Perdimos más que una vida ese día en  ese momento¨, la frase se repite como si se tratara de una sentencia terrible. Lo es. Los sucesos posteriores al 28 de febrero de 1986 crearon un clima de miedo e inseguridad que  trajo como consecuencia una desconexión del alma generacional. Como en aquellos años, el mundo sintió con la llegada de la pandemia la misma separación insalvable del pueblo sueco. En Suecia la brecha se hizo más profunda, el clima moral se volvió aún más frío.

La video-instalación que le sucedió, llamada por el grupo creativo Artistalk, viene a completar desde las voces  y disciplinas de una escritora, una curadora, músicos, un artista y  un editor audiovisual, la traducción de obras como ¨1030¨ y ¨El Fin 2020¨ que versan sobre la pérdida traumática del pueblo sueco. De esta manera curatingpublicspace, utiliza el arte como tribuna al mismo tiempo que como bandera, lo artístico intenta convertirse en especie de manifiesto popular que dialoga desde las heridas en busca de la redención.

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