KCD ONGD y la Oficina del Historiador: alianzas y caminos

Entrevista a Carlos Vázquez Velasco, Director del Kcd Ongd y Yolanda Barco Ramos, Técnica de Proyectos de Kcd Ongd

Por: Katia Cárdenas

Programa Vitrales de la emisora Habana Radio

Tengo el placer de conversar con una delegación que ha llegado a Cuba en estos días desde Bilbao, colaboradores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana desde hace mucho tiempo. Se trata de Carlos Velázquez, director de KCD ONGD (Cultura Communication y Desarrollo de Bilbao), y Yolanda Barco, técnica de proyectos de esa ONGD. Buenas tardes y bienvenidos a Vitrales. ¿Cuántos años colaborando con la Oficina, Carlos?

Hace muchos años que hemos tenido relación con la Oficina, desde el año 2011; con Cuba llevo trabajando desde los años 90, el año 1993 concretamente.

Realmente cuando evaluamos la cooperación que durante tantos años ha sostenido la Oficina decíamos que la cooperación vasca había sido una de las primeras y las más constantes.

Bueno, es que vuestro Período Especial tiene que ver mucho también con el Período Especial vasco, porque nosotros entramos en la Comunidad Económica Europea y nuestra industria tuvo que cerrar o transformarse. Mucha gente emprendedora acabó viajando a China o a Cuba. Entonces siempre ha existido una relación muy importante con el país Vasco. Luego también surgió en los años finales de los 80 o principios de los 90 el tema de la cooperación. Entonces, las relaciones han sido a dos niveles: a nivel empresarial con la Isla, pero también a nivel de la cooperación.

¿En qué proyectos están ahora KCD y la Oficina del Historiador?

Bueno, para nosotros es un placer trabajar con una entidad tan grande y con el peso que tiene de la Oficina del Historiador. Nosotros hemos hecho muchas cosas, hemos trabajado montando un plató de televisión en el Centro a+ Espacios Adolescentes, hemos trabajado con el tema de las industrias creativas en el edificio Sarrá y ahora se están poniendo en marcha proyectos nuevos.

Está también la Casa Titón y Mirtha que fue un placer apoyar. Conozco a Mirtha Ibarra de hace muchos años y apoyar ese proyecto nos parecía algo bueno, pues es muy importante reconocer la valía y el trabajo tan importante y social que hizo Titón a través del cine. Ahora mismo estamos también intentando sacar adelante nuevos proyectos. Hay un tema muy interesante con el apoyo a mujeres que están en riesgo de exclusión; así mismo la capacitación en varios niveles y en ámbitos muy interesantes. Acabamos de visitar el proyecto Beyond Roots, que nos ha encantado. En este proyecto se aborda el tema afro, con la recuperación de la vestimenta y el cuidado de los peinados de origen africano. Nos ha parecido algo interesantísimo, como vamos encontrando gente que a través de sus proyectos cuentan cosas, gente tan joven con ganas de contar lo que hacen y ponerlo en marcha en un país como Cuba. Escuchar a gente joven con ganas de hacer cosas y con ganas de emprender y mejorar su estado de vida nos parece algo maravilloso.

Reitero el inmenso placer de recibir en Vitrales a los amigos de KCD, que durante tantos años han estado ligados a proyectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Carlos Vázquez, director de esta ONGD, ya tiene mucho tiempo de relación con Cuba, la Ciudad y la Oficina; pero Yolanda recién lo descubre. ¿Qué ha sido para usted este descubrimiento en pocos días, en pocas horas?

De momento, todavía llevo muy poco viendo los proyectos en papel. Uno imagina la envergadura de lo que te cuentan los compañeros que te  presentan los proyectos, la gente de la Oficina, pero verlos en la realidad, en su sitio, en su comunidad, todos los proyectos de emprendimiento, ver qué impacto está teniendo con el desarrollo local y ver todas esas mujeres jóvenes, la mayoría empoderadas, con unos discursos muy potentes, ver esto le ha dado un valor muy fuerte para lo que he venido trabajando hasta ahora en papel.

Sí, Yolanda, le estás dando rostro a todo esto que aparece en los proyectos de cooperación. Hay dos grupos etáreos que han estado muy ligados a los  proyectos con KCD: los adolescentes y los jóvenes. Quisiera que Carlos me hablara un poco de esa idea de apoyar tanto el proyecto de los adolescentes, que fue quizás el primer paso, y luego a los jóvenes creativos.

En KCD aparte de trabajar con Cuba, trabajamos con otros países, pero también en el País Vasco estamos muy dedicados a generar la implicación de los jóvenes en este universo y hacer un mundo más saludable para todos y todas. Entonces, a través del Festival de Cine Invisible en el País Vasco, en Bilbao, llegamos a más de 8000 o 9000 jóvenes adolescentes con el tema social. Cuando conocimos el proyecto a+, cuando vimos el edificio la primera vez que subimos por unas escaleras, aquello parecía imposible, imposible que de aquel edificio saliese algo. Después montamos un plató de televisión con fondos del País Vasco y ver ese edificio lleno de chicos y chicas haciendo danza, ballet, dibujo, animación, producción audiovisual, pues para nosotros es un placer.

Hay que trabajar con los jóvenes, pues ellos y ellas son los que van a ser capaces de que un día el mundo mejore y sea diferente. Nosotros desde KCD, en otros lugares, sobre todo en el País Vasco nos interesa mucho trabajar con todos los sectores de la población. Es muy importante trabajar con los adolescentes, jóvenes y con personas adultas mayores que es algo que también la Oficina del Historiador sabe hacer muy bien. Creemos que es importante implicar a todos los sectores de la población y elegir como vas a trabajar con cada quien, pues no es lo mismo trabajar con jóvenes adolescentes que con personas adultas mayores, o con personas adultas que todavía no tienen recorrido, y sus requerimientos no tienen nada que ver con los de una persona adulta mayor.

Entonces, para nosotros fue un placer cuando conocimos el edificio y la idea de poner en marcha ese edificio con adolescentes nos pareció algo maravilloso. Luego, cuando pusimos en marcha la otra parte con jóvenes que querían hacer sus industrias creativas, nos parecía que era muy importante porque del romanticismo solo no se vive, sino que necesitamos economía para vivir y la economía es un patrimonio muy importante para la gente que de alguna manera quiere transformar el mundo. Y no cualquier tipo de economía, sino que tiene que ser una economía responsable que esté dedicada también al bien social de la humanidad. Entonces encajaban las dos cosas perfectamente en nuestro ideario, a tal punto que andamos intentando mezclar un proyecto con Cuba y Senegal, un país donde estamos trabajando también porque queremos que aprendan toda la experiencia que tiene la Oficina del Historiador, no solamente en esa parte arquitectónica o recuperación urbanística, sino también en construir responsablemente y socialmente para que la gente, la ciudadanía sea beneficiaria de la mejora de la cuidad.

Cuéntame Carlos de esa idea de conectar a La Habana con Senegal

Creo que es bueno para Cuba salir de su entorno del Caribe y lo ha hecho muy bien, durante muchos años a través de la medicina, con una gran presencia en África y nosotros no traemos algo nuevo. Nos parece que es importante que haya una experiencia en Cuba que se pueda trasladar a otros lugares y en este caso coincide que la zona que conocemos de Senegal es patrimonio de la Unesco, la cual tiene dificultades con el tema de haber perdido gran parte de su patrimonio y hay gente joven con un gran interés de recuperar no solamente el patrimonio físico, sino el inmaterial.

Nos parece que la experiencia que ha tenido la Oficina del Historiador puede ser, salvando las distancias, algo replicable en sus lugares. Entonces este año, en mayo, durante la pandemia, hicimos un encuentro virtual entre Cuba, Senegal y el País Vasco y en noviembre hemos podido hacer un encuentro físico donde habéis tenido la oportunidad de viajar y conocer a la delegación senegalesa. Ahora estamos en la fase de identificar cómo hacer que la delegación senegalesa venga y una delegación de la Oficina del Historiador vaya a Senegal. A partir de ahí, en ese continuar el diálogo, tiene que surgir algún tipo de proyecto que de alguna manera vincule la experiencia y el saber hacer de la Oficina del Historiador y las inquietudes que están surgiendo en Senegal. Parte de nuestra visita también tiene que ver con esto, con ir cerrando estos lazos. Yo a veces comparo la cooperación con la cocina. Primero hay que salir a comprar, hay que tener claro que se quiere cocinar, luego hay que comprar o buscar unos buenos ingredientes y luego tener la paciencia para saberlos cocinar. Entonces de esa mezcla, de la que también están hechos los cubanos en que la parte africana es un tronco fundamental, estaremos también cocinando otros proyectos de desarrollo por el bien de los pueblos, de los patrimonios que les son comunes también y del desarrollo social que es al final una de las metas grandes que tiene KCD.

Se acaba de abrir un nuevo proyecto de cooperación cultural entre KCD, Kultura, Communication y Desarrollo, y la Oficina del Historiador, que tiene como eje conductor el tema de la mujer ¿Por qué ha sido el interés de KCD acoger y apoyar un proyecto como este en La Habana? ¿Qué posibilidades, que potencialidades le ven para su fortalecimiento y su crecimiento?

No hace falta un por qué. El ser humano no tiene un desarrollo sino hay un equilibrio, lo mismo que he dicho antes, el mundo tiene una deuda con las mujeres. La mitad de la población mundial no puede vivir al margen de la otra mitad y con unos derechos limitados, entonces vamos con retraso en este problema porque hay que avanzar. La equidad no va a llegar por sí sola, el cambio donde haya implicación en ambos sentidos no va a llegar por sí solo y hay que provocar uno. Entonces, es bien sencillo, o sea, es que hay que hacerlo, no podemos estar hablando de desarrollo, del bien común sino tenemos en cuenta a la mitad de la población mundial. No tiene ningún sentido. Me gustaría la mirada ahora de Yolanda, porque ella ha tenido que formular sin ver. Yolanda ha traído una experiencia de cooperación y de trabajo con mujeres; pero hay que poner en valor que ella no había visto estos proyectos, entonces por eso es importante su mirada.

Yo tengo que decir que mi trayectoria de trabajo ha estado más vinculada a África y Asia, son otros contextos completamente diferentes y el trabajo con Cuba ha facilitado mucho porque la calidad técnica de las personas y del proyecto en sí era muy fuerte desde el principio. Entonces, pese a faltarme esa experiencia en terreno, las técnicas han facilitado muchísimo todo el trabajo.

Yolanda, vienes con una experiencia previa, pero ya has tenido puntos de contacto con varias de las instituciones que van a ir generando este proyecto, como la Casa de la Obra Pía, que tiene una tradición precisamente en la problemática de la mujer en el siglo xviii y xix. Has visto otras instituciones que ya tienen un potencial de desarrollo como el Palacio del Segundo Cabo, con otra mirada y acabas de conocer un proyecto como Beyond Roots, que se conecta al tema africano y femenino. ¿Qué posibilidades les ves entonces, precisamente, a la realización de este proyecto a futuro?

Me ha encantado ver el proyecto porque he conocido en papel y te puede crear dudas o no, analizar cómo va funcionar esto, pues es un proyecto de emprendimiento que puede ir bien o mal y verlo en sí me ha dado la garantías de que va ir bien, ver la potencialidad de esas mujeres, la motivación y las ganas a mí me ha parecido un punto súper importante para creérmelo y para decir esto va a funcionar.

¿Y qué opinas Carlos, algo más en el tintero?

Yo le decía a Yolanda que es muy importante venir y estar sobre el terreno porque nos ayuda primero a generar nuevas ideas y aclarar lo que queremos. Entonces, ahora mismo lo que está en el tintero es perfeccionar lo que estamos haciendo con la Oficina del Historiador. Hemos pasado de años con muchas dificultades, de no poder conseguir los proyectos que solicitábamos a estar muy llenos. Ahora tenemos varios proyectos en ejecución.

Nosotros realmente siempre hemos estado agradecidos de esa cooperación, esa confianza. Ustedes han tenido la oportunidad de ver la realización de proyectos que ahora mismo son de los proyectos más exitosos que tiene la Oficina: a+ Espacios adolescentes, Habana Espacios Creativos y la naciente Casa Titón y Mirtha. Instituciones que además se han conectado y han establecido alianzas y caminos de doble y triple vía para seguir generando otros proyectos que han logrado beneficiar a barrios enteros, barrios en situación de vulnerabilidad, como es el caso de San Isidro.

En poco tiempo se ha logrado una participación ciudadana en estos proyectos, teniendo el cine como leitmotiv que es un tema que les interesa mucho. Han estado los adolescentes haciendo sus talleres de cine, con el apoyo también que han tenido de los jóvenes creadores que ya participan desde Habana Espacios Creativos. También le veo muchas posibilidades a este tema de la mujer porque de hecho una buena parte de la dirección de proyectos culturales y sociales que tenemos en la Oficina están liderados por mujeres. Entonces, ya hay una parte importante de ese saber, de esa cuota de sensibilidad con los temas de los pares. Estamos en una institución fortalecida y reconocida, pero también en un entorno muy marcado por situaciones de vulnerabilidad de muchas de esas mujeres; es decir, estamos empoderados desde la institución, pero rodeados de situaciones de mucha vulnerabilidad que podemos ayudar a aliviar y a conducir. Así que no queda más que agradecerles siempre esa cooperación esa confianza en seguir generando proyectos para el desarrollo.

Nosotros también estamos trabajando con jóvenes adolescentes haciendo videos sociales y una de las cosas que veo estos días es que esos trabajos que se están haciendo por parte de los jóvenes se conozcan en nuestro país. Cuando alguien habla de Cuba en el País Vasco en España es difícil imaginar que hay unos jóvenes aquí haciendo sus cosas también y para mí eso es sorprendente. Recuerdo la última vez que estuve en esta radio y fui entrevistado por un grupo de seis o siete chicas y chicos.

Los que vienen del programa Contigo Somos Más de nuestra emisora

Yo les decía a mis hijos, pues tengo un hijo de 15 y una hija de 13, que ojalá aprendieran a tener esa capacidad, esa elocuencia de contar y saber contar lo que queréis.

Tendría que ver el programa de televisión que ya están conduciendo esos jóvenes, su programa de televisión Sala a+. Ya están entrando en los caminos de generar sus propios programas televisivos en la parrilla oficial del principal canal de televisión de nuestro país.

Tengo muchas ganas que Yolanda lo conozca o al menos el espacio, pues yo creo que va a entender más cosas que estamos haciendo. Yo llegué aquí con otra técnica, con Cristina, una compañera de trabajo, y ver aquel edificio como estaba y ver ahora ese estudio. Levantar aquello fue un privilegio, un honor que eso funcione. Fue un reto traer el equipamiento aquí, montarlo, con técnicos de Bilbao. La última vez que estuve aquí, pude compartir con un grupo de jóvenes, que ya habían rodado por primera vez. También sigo a una chica en Facebook, que se formó en a+ y es una fotógrafa estupenda. La conocí siendo una adolescente y ahora me imagino que será una mujer que dirigirá su trabajo en la fotografía.

¿Tendremos algún material de estos muchachos en el Festival de Cine Invisible de Bilbao?

Creo que se ha hecho algo ahí, hay un trabajo que venimos haciendo con trece institutos de bachiller y formación profesional. Aquel primer trabajo ya lo llevé para que lo vieran y a mí me gustaría ver un intercambio entre lo que han hecho ahora en los últimos tiempos y que vean esos trabajos de obras de cine social que han desarrollado nuestros chicos y chicas, jóvenes con sus teléfonos móviles. Me encantaría porque es muy importante, no solo entrelazar a las personas mayores, sino que la gente joven tiene mucho camino por delante y se tiene que entrelazar entre todas las edades. Es importante.

Les agradezco mucho este espacio en esta apretada agenda que sabemos que tiene en estos días, visitando proyectos, conociendo lugares y descubriendo espacios, para conversar con nosotros en Habana Radio que es un proyecto que ha apoyado mucho KCD en la temática audiovisual. Habana Radio es parte de la familia de KCD.

Así lo vemos nosotros. Nunca me he sentido en Cuba fuera de mi casa. Mi abuelo, yo lo digo muchas veces, mi abuelo vino dos veces, nunca se quedó no sé por qué. Para mí los lazos con Cuba son muy importantes y venir a esta casa, a Habana Radio, es venir a mi casa también.

Así lo sentimos nosotros. Bienvenidos a la casa de todos que es también nuestra emisora Habana Radio.

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