Por: Katia Cárdenas
Programa Vitrales de la emisora Habana Radio
Buenas tardes, bienvenidos a Vitrales, revista que trae el acontecer cultural de la parte más antigua de la Ciudad. Este lunes propongo un programa, que estará mirando las fortalezas coloniales que hoy constituyen parte del sistema de museos arqueológicos y fortalezas de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH), pues precisamente en todas ellas han ocurrido acciones para celebrar el aniversario 502 de la fundación de la antigua villa de San Cristóbal de La Habana. Así, se dialogará con Antonio Quevedo, Director del Complejo de Museos Arqueológicos y Fortalezas de la OHcH.
Han sido días de mucho movimiento para celebrar el aniversario 502 de la Ciudad, donde las fortalezas coloniales han sido noticias. Quisiera empezar por el Castillo de la Real Fuerza, que fue una de las instituciones visitadas durante la mañana del 15 de noviembre porque había signos de renovación. ¿De qué se trata?
Como digo siempre, siguiendo las indicaciones de todos los intercambios que tuvimos con el Dr. Eusebio Leal Spengler, en el 2018 concluimos las nuevas salas de la planta alta, el almacén visitable y la Sala de Modelismo Naval. Leal recomendó variar la museografía del Castillo, que es heredero de lo que el 6 de abril de 2002 inauguramos en el Castillo San Salvador de La Punta.
Se trabajó intensamente para el aniversario 500 y en el año 2020, tiempo en que comenzó la pandemia de la Covid-19, no se dejó de hacer en el Castillo de la Real Fuerza. Se avanzó poco a poco y con el grupo inversionista Avenida del Puerto y el de diseño y arquitectura Proporciones, que desarrolló un arduo trabajo organizado desde la Dirección de Patrimonio Cultural, enfocado en las fortificaciones. Siendo así, nos dimos la tarea de renovar con el mismo espíritu con que lo hicimos en el Castillo de La Punta en 2002. Leal siempre nos hacía hincapié en “no perder lo que se ha logrado”. En la planta baja se realizaron todos estos cambios en la museografía, manteniendo la ya existente; se incluyeron nuevas piezas de esa amplia colección subacuática que durante más de 30 años pudo ser rescatada por CARISUB S.A., que trabajó en los mares de nuestro país, junto a otros compañeros, dedicados a la arqueología subacuática.
Son temas interesantes para el público porque es una combinación de esa tradicionalidad de nuestros espacios patrimoniales; en este caso, una fortificación como el Castillo de la Real Fuerza que se combina con la contemporaneidad de la ambientación museológica que se hace en estos momentos. ¿Cómo hacer una nueva museografía sin que choque con lo que significa el propio Castillo?
Siempre hemos tenido claro que la edificación es lo más importante. No podemos olvidar que Rodolfo Payarés, eminente arqueólogo, fundó el Museo Nacional de Armas. Y cuando cierro los ojos recuerdo ese museo que luego fue trasladado a La Cabaña. Después, repaso los momentos en que fue ocupado por el Museo Nacional de la Cerámica; pero siempre ha sido el Museo Castillo de la Real Fuerza. Este nuevo proyecto, que se inició en el año 2008, mantiene lo que siempre Leal decía en los intercambios, “temas de la propia historia de la Fortaleza”. Y eso fue lo que desarrollamos, un guion museológico que está acorde con el continente y los temas que de una forma u otra tocan a este lugar.
Su sala monográfica muestra lo asociado a la llegada de la Flota de Tierra Firme, de Nueva España, que se guardaban a partir de 1602 en el Castillo y que, a su vez, fue recuperado de las excavaciones subacuáticas como el oro, la plata, las barras, las joyas y la construcción naval, que floreció a la sombra de ese Castillo, temas que refuerzan la historia que tiene esta Fortaleza renacentista de América, la segunda con que contó La Habana para protegerse.
Siguiendo el montaje tradicional y el sistema de paneles renovados en su diseño museográfico, se incluyeron las tecnologías que no compiten con lo que se muestra, sino que apoyan el discurso tradicional del museo y sus colecciones. Entonces, una de las novedades que se fueron incorporando en el 2019 y durante este año fue una serie de audiovisuales, llevados a cabo específicamente para cada tema y realizados por el grupo de videos Ideambos. Tenemos un audiovisual de 8 minutos sobre la Historia de la arqueología subacuática en Cuba, la Construcción naval en Cuba y la Construcción de la fortaleza, como novedad para el aniversario 502 de la Ciudad. Igualmente, fuimos pioneros en exponer un modelo naval como el Santísima Trinidad, con una pantalla táctil, donde el visitante puede navegar por toda la historia relacionada con el barco y conocer cómo era la vida a bordo, el funcionamiento de estos grandes navíos (…)
Además, pudimos dar una conservación exhaustiva, porque hasta el 2019 llevábamos una vida muy intensa de visitas. Todo este tiempo sirvió para dar una preservación adecuada a las más de 25 583 piezas que se exhiben en el Castillo. Así mismo, contamos con otra novedad, de la que siempre hablábamos con Leal, el Almacén Visitable donde reposan las piezas acumuladas, ubicadas por lote y pecio. Este espacio dentro del Castillo funciona para exposiciones transitorias que surgen a través de una idea de Leal, a raíz de la visita de los príncipes de Gales. (…) Es un lugar donde podemos conocer a modo de exposición transitoria sobre los diferentes objetos con que contamos de la vida de la ciudad.
Es una renovación constante, porque siempre hay algo nuevo que ver y el Castillo de la Real Fuerza es un espacio muy gustado por los diferentes públicos. Después de esta etapa epidemiológica, en que hemos estado aislados en nuestros espacios, comienzan poco a poco los museos a abrir sus puertas de acuerdo con sus posibilidades. En el caso del Museo Castillo de la Real Fuerza fueron tiempos aprovechados en su conservación, porque es un museo que acumula miles de piezas que necesitan de una limpieza exhaustiva y que a veces la dinámica de la vida no permite esa mirada intensiva. Quisiera que Antonio Quevedo me hablara de las nuevas ofertas para los públicos. ¿Ya está abierto el museo? Cuéntame un poco de eso.
Después del día 15, con la visita del Primer Secretario del Partido, el Gobernador y nuestra Directora Adjunta, Perla Rosales, el Castillo abrió sus puertas al público. Todavía es poca la presencia de visitantes, pero paulatinamente ha ido incrementando su presencia. Nosotros cumplimos con las medidas higiénicos-sanitarias, mantenemos un control en la entrada, porque la dinámica de cuidado debe ser una costumbre. A su vez, se ha retomado el ciclo de conferencias, iniciado en el año 2002, en el Museo San Salvador de La Punta, Superficies y Profundidades. Ya estamos enfrascados en retomar los espacios habituales con nuestro público. Otra de las novedades que llegó con la pandemia fue la modalidad virtual en la red social Facebook, que pretendemos mantener, ya que es sorprendente todo lo que se ha logrado con estas páginas de la red de museos de la OHcH.
No quería pasar por alto, la escuela que tuvimos con el Palacio del Segundo Cabo, con respecto a la implementación de las nuevas tecnologías. (…) Así mismo, mencionar el trabajo en el Castillo de la Fuerza de los arqueólogos subacuáticos, que durante tantos años trabajaron en CARISUB S.A. (…)
Hay un Castillo que siempre tuvo la mirada de la gente, pero a veces quedaba la duda de qué sucedía en el Castillo de La Punta, pues hemos visto varias acciones de remozamiento en los exteriores. Cuéntame que está pasando allí.
Siempre vuelvo a Leal, el Castillo de La Punta es el más querido, con el que batalló su constructor desde 1595, con aquel terrible huracán que derribó su frente marítimo. Recordemos aquel 23 y 24 de octubre de 2005, cuando el poderoso huracán Wilma destruyó el Castillo, por su intenso oleaje. Recuerdo aquella tarde preciosa de junio en la que el Historiador nos llama y dice: “acaban de predecir una temporada ciclónica muy activa, tenemos que tomar medidas.” Al otro día trasladamos la valiosa colección del Castillo para los espacios más seguros de la planta alta. Y efectivamente, pasaron esos meses y llegó el huracán.
Felizmente llegó la noche del 12 de noviembre y con ella otro de los sueños de Leal. Él decía: “yo me imagino esta plaza con un concierto y personas viendo caer la tarde”. Y ese sueño se materializó con un fabuloso concierto de jazz.
Muchas personas se quedaron admiradas de la amplitud del Castillo de La Punta. Creo que fue muy interesante y el público disfrutó mucho. No se montó un gran show escenográfico, pues el propio Castillo fue la escenografía. Las luces llamaron la atención de los espacios, anunciando la entrada y la simplicidad de una tarima pequeña pegada al piso. El espectáculo fue maravilloso, con Janio Abreu y Aires de concierto y la presentación de Yasek Manzano que entró sin estar previsto. Creo que este concierto llama la atención sobre el uso que puede tener el Castillo de La Punta.
Como siempre decía Leal, “los Castillos para la cultura, transmitir cultura”, y este es el mejor uso que se le puede dar a estas fortalezas.
En cuanto a la música, creo que era necesario para nuestro entramado cultural del Centro Histórico, un espacio para el jazz, porque tenemos grandes salas para la música clásica, contamos con espacios para teatro y danza; pero para el jazz, que es tan cultivado en nuestro país y con tantos valores jóvenes, no teníamos un espacio.
(…) Tuvimos toda la vida para hablar con Leal e intercambiar con él. Era un hervidero de ideas y eso ha quedado. Por esa razón yo digo que a Leal yo lo siento presente.
Cuando llego al Castillo y vamos a hacer el espectáculo, estoy siempre con la mirada de Leal. Y es que Leal pensaba en todo, pensaba mucho en la gente. No se puede hacer un acto donde a las personas les moleste el sol o no se encuentre una señalización para evitar que las personas se caigan. Realmente todas esas enseñanzas están presentes y sentimos que hemos cumplido.
Desde hace mucho tiempo Leal nos estaba pidiendo ese espacio, pero no estaban las condiciones en el Castillo y ahora con la pandemia y el tiempo, este grupo inversionista pudo dedicarse a los temas pendientes para la funcionabilidad del Castillo. Y así pudimos tener una apertura con Janio Abreu y Aires de Concierto, con ese gran carisma que lo distingue en escena; además de su virtuosismo como músico para interpretar una serie de instrumentos de viento. Es también ese histrionismo, esa forma de comunicarse con la gente que lo hizo muy agradable y después la entrada de Yasek Manzano, un final de lujo. (…) Yo creo que aquí podemos encontrar una forma agradable, interesante e inteligente de contribuir a nuestro patrimonio, con ingresos, sin perder la esencia cultural que nos marcó nuestro Historiador y esa enseñanza que como dices tenemos en la mente y que no podemos traicionar, esa mirada y ese objetivo con la que él nos preparó.
Aprovecho también este momento para decir que estamos trabajando en un nuevo diseño museográfico para el Museo San Salvador de La Punta, pues se han incorporado nuevas piezas de artillería y se está organizando un nuevo recorrido didáctico sobre la artillería de la ciudad, a cargo del especialista Jorge Echevarría Cotelo.
Por supuesto nuestra conversación nos lleva a Leal, porque de él aprendimos como conservar los espacios, mantenerlos y darle vida. Cuando hablamos de los últimos momentos en que lo tuvimos, tenemos que pensar en el Castillo Santo Domingo de Atarés. Fue su último gran discurso. La memoria de los 500 años de la Ciudad, nos lleva a esa presencia de Eusebio, regalándose a sí mismo y regalándonos a todos la renovación del Castillo Santo Domingo de Atarés. En estos días de aniversario, estuvimos viendo todo el potencial de este Museo, estuvimos viendo las imágenes de Leal al inaugurar este Museo. Cuéntame un poco de la apertura del Museo y de ese recuerdo que tenemos todos de la presencia de Leal en ese acto que celebró el aniversario 500 de la Ciudad.
Cuando hablo del Castillo de Atarés, todos saben del esfuerzo que hizo Eusebio Leal para inaugurarlo el 14 de noviembre de 2019. Hoy tenemos la satisfacción de que en el lugar donde habló quede la lápida del proyecto “Memorias de las piedras”, que recoge también este audiovisual impactante que Leal dejó como legado. Algo importante que debemos ir haciéndolo una costumbre, como el resto de nuestros proyectos, es que los trabajadores de Atarés fueran de la propia comunidad. La Covid-19 reafirmó que las consejos de Leal eran sabios. No hubo un museo mejor atendido que Atarés, porque sus trabajadores viven cerca del Castillo y de aquí también se ha generado un proyecto comunitario de altísimo nivel, el Oro Verde.
El domingo, aunque no han dejado de estar activos a través de su página en Facebook, fue el primer encuentro presencial de los niños con el Castillo, para retomar ese proyecto que no es más que cuidar la fortaleza y la loma. El Castillo de Atarés siempre ofrece alegrías que abarcan desde izar la bandera, sus faldas hasta observar lo que se plantó el Día Mundial del Medio Ambiente y como se cuida, gracias a ese excelente grupo de jardinería Fénix y la comunidad.
El Capitolio fue una obra majestuosa y compleja, pero Atarés ha sido una obra compleja desde que fue concluido en 1767 por el ingeniero Agustín Crame. El Castillo está sobre una falla geológica, la loma de Soto, que ha sido violentada a través de la historia para extraer materiales para la construcción de la Vía Blanca, los túneles de la guerra de todo el pueblo y ha sido una proeza rescatarlo. Este lugar nunca había sido visitado por los habaneros, a no ser que hubiesen sido militares, porque siempre tuvo una función militar, como el Castillo del Príncipe. La llegada del público a Atarés y observar la ciudad desde arriba es un espectáculo. Gracias a los proyectos de cooperación también contamos con las nuevas tecnologías, desarrollados de conjunto entre la OHCH y el Programa Padit Habana, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba (PNUD), la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS).
Hablamos de Italia, y precisamente hoy inició la Semana de la Cultura Italiana, que tendrá una mención en el Castillo Santo Domingo de Atarés. Comenzaron en la mañana con la develación de la escultura dedicada a Dante Alighieri, en el paso frente al Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana y continuarán las acciones en diferentes espacios de la Ciudad. La Semana de la Cultura Italiana se dirige hacia el Castillo Santo Domingo de Atarés y quisiera que me explicara por qué mirar desde Italia a este Castillo.
El Castillo Santo Domingo de Atarés acoge de manera permanente la fabulosa exposición El genio de Leonardo da Vinci. En ella se muestra la inventiva de Leonardo da Vinci llevada a la tridimensionalidad, con dibujos de objetos para la vida militar y la construcción. Hoy la presencia de uno de los genios más grandes que ha dado Italia se pueden admirar en el Castillo, que mejor lugar para acoger esta exposición, ubicada en principio en el Salón Blanco de San Francisco, por un problema de espacio, hasta que se pudo trasladar hacia esta fortaleza. Es una muestra didáctica y una de las herramientas más importantes de los museólogos para trabajar con el público.
Por otra parte, el vínculo de Italia no viene solamente de la exposición, sino también por los intercambios que se han producido durante muchos años con el instituto Italo-Latino sobre temas de la restauración y exposición de materiales arqueológicos. Y vuelvo a citar a Leal, “Atarés es el lugar donde debe cerrar cada acción dedicada a Italia”. Leal presenció la entrega de una piedra del pueblo de Vinci, entregada por su alcalde en 2019.
Este ha sido otro regalo, el Castillo Santo Domingo de Atarés, que prácticamente las personas no han tenido la posibilidad de visitar, ya que se inauguró a propósito del aniversario 500 de la Ciudad y cerró casi inmediatamente. Los participantes de Rutas y Andares lo pudieron recorrer, aunque en construcción. Los niños son los que más posibilidades han tenido con el proyecto Niños Guías del Patrimonio, quienes desarrollaron un recorrido presenciado por nuestra Ministra de Educación.
Si, pudieron interactuar brevemente con las tecnologías que se estaban implementando. Entre ellos un audiovisual sobre la construcción del Castillo, una mesa táctil que se trabaja en estos momentos, su puesta en marcha, diferentes televisores para transmitir los materiales que desde Italia han llegado y abordan acerca de la obra del maestro Leonardo da Vinci. Solo queda esperar para que los visitantes arriben como en 2019.
Hoy hemos estado hablando de realidades, de aperturas de nuevos espacios museales, de nuevas zonas culturales para nuestros públicos; pero también queda mucho por hacer y acciones para continuar salvando. ¿Qué queda por trazar?
Es necesario partir que es un proyecto que comenzó con el rescate del Morro y la Cabaña, un proyecto gigante que devolvió a la ciudad esas dos fortalezas emblemáticas de nuestra historia, un esfuerzo de las FAR y de la Oficina del Historiador, siempre con Leal al frente. En primer lugar, La Punta, La Fuerza, Atarés y actualmente estamos inmersos en el Torreón de Cojímar. Hay que recordar que el año que viene se cumple los 40 años de la declaratoria de La Habana como Patrimonio Mundial de la Humanidad y su sistema de fortificaciones.
El Torreón ha avanzado, gracias también a que la población fiel de Cojímar ha participado en su preservación. Ya está materializado museológica y museográficamente, por lo que pronto se podrá tener como Museo de Sitio. Los Gobiernos y las entidades de los municipios serán los que velarán por ese patrimonio, los pobladores serán entonces los que asuman la continuidad con nuestro apoyo.
Estamos con la Batería No.1, otra de las grandes fortificaciones y la última realizada en esta área del Caribe, concebida para desarrollar la artillería naval y construida en tiempo récord por una España que estaba económicamente casi destruida, pero aun así fueron capaces de levantar ese 3er. Sistema Defensivo.
La proyección será tener anexo un parque arqueológico desde la Batería No.1 hasta la Batería de Velazco en el Morro, lleno de vida con las antiguas canteras, los restos de la Batería No.2, tristemente demolida por la Monumental. Hay todo un proyecto del Gabinete de Arqueología de la OHCH para hacer excavaciones. Esto forma parte de un proyecto de rescate costero, que va desde Batería de Velazco hasta el Torreón de Bacuranao, en una primera etapa, llevado a cabo de conjunto con el Gobierno de La Habana del Este, el Centro de Desarrollo Local y todas las organizaciones de la Ciudad que tienen que ver con estos aspectos, como el Citma y la unidad de vecinos No.1 de Camilo Cienfuegos.
Soñamos con un Centro para la Gestión del Patrimonio de La Habana del Este, manejado por la comunidad y los jóvenes, un grupo con potencial para materializar estas ideas. Hay mucho trabajo, pero se tiene que enfrentar desde la comunidad, para que la obra de Leal se multiplique.
La Oficina ha estado en cada uno de estos lugares, pero siempre con la mirada de nuestro Historiador, hay que dar y empoderar a nuestras comunidades, que sea un espacio para ellos. Si sabemos a dónde vamos y lo que nos falta por hacer, se puede establecer el camino.
Ya ahora con el proyecto de cooperación internacional «ARQUEO-CUBA: arqueología y sostenibilidad ambiental por una cooperación territorial de enfrentamiento al cambio climático», con financiamiento de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo y con el apoyo de la Municipalidad de San Felice Circeo; el Parque Nacional Circeo; la Universidad de Roma La Sapienza; el Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales y Turismo, la Fundación Escuela de Patrimonio y la ONG ARCS- Arci Cultura y Solidaridad, empezará a desarrollarse a partir de la próxima semana y se contemplarán las excavaciones arqueológicas, los estudios del Polvorín de San Antonio, en la desembocadura del río Luyanó, que conserva aún sus muros, para convertirlo también en un museo de sitio, junto al patrimonio que tiene Regla. Estamos, de igual forma, estudiando cómo podemos rescatar el Hornabeque de San Diego, en Casa Blanca.
Leal decía que hacía falta muchas vidas, pero yo creo que las multiplicó en personas con tanta pasión por el patrimonio.
Leal era el escudo, pero la espada somos nosotros.
Ahora tenemos a jóvenes en nuestros espacios y nosotros continuaremos esas vidas que tanto deseó nuestro Historiador. Nosotros tenemos que multiplicarlas con los que vengan detrás. Cuanta pasión en tus palabras, cuantos deseos de continuar y de formar. Siempre es un placer compartir un programa contigo. Muchas gracias.