Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Considerada una de las más preciadas joyas del patrimonio habanero, la Iglesia de Paula, construida en el siglo diecisiete como capilla del Hospital de la Caridad de San Francisco de Paula, funcionó como institución religiosa hasta finales del siglo XIX, cuando es vendida a la Compañía de Comercio del Puerto Habana Railroad.
Al tomar posesión, la referida compañía demolió la parte del edificio que ocupaba el hospital, y estableció vías férreas para facilitar el tráfico hacia los espigones del muelle. Por su cercanía a éste, el resto de la iglesia y hospital quedaron como almacenes, totalmente abandonados y en grave peligro de ser demolidos, como sucedió con el segundo.
Opuestos al designio de que la Iglesia de Paula fuera destruida por exigencia de su propietaria -la compañía Ferrocarriles Unidos-, los intelectuales habaneros encabezaron uno de los movimientos más significativos en la historia del rescate, restauración y conservación del patrimonio autóctono.
Como Monumento Nacional, la Iglesia de Paula volvió a sufrir amenazas en 1946, cuando el Ministerio de Obras Públicas tuvo la idea de trasladarla íntegramente a otro sitio, o, incluso, demolerla, para prolongar la Avenida del Puerto dentro de un plan de ensanchamiento y embellecimiento de la capital cubana.
Gracias a la oposición de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología, con el entonces Historiador de la Ciudad, Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, al frente, ese dislate no se efectuó, pero el proyectado ensanche “macheteó lamentablemente a la edificación, dejándola en su mínima expresión arquitectónica “, según manifestó Roig de Leuchsenring.
Luego de acoger durante décadas a instituciones culturales cubanas, el edificio quedó vacío por su estado de deterioro, y los vecinos tomaron el lugar para instalar sus viviendas. Muy dañada su arquitectura, en 1995 la Oficina del Historiador de la Ciudad comenzó su reparación. Pasados siete años, renació como sala de conciertos dedicada a la música antigua, y espacio expositivo para valiosas obras de connotados artistas contemporáneos de la plástica cubana. En la actualidad la Iglesia de Paula es sede de las presentaciones del grupo de música antigua Ars Longa.