Premian concurso “El chocolate, una historia para saborear”

Por Evelyn Fernández

Con motivo de la celebración de la Semana de la Cultura Belga y el aniversario 502 de La Habana, Vitrina de Valonia, de conjunto con la embajada de Bélgica en La Habana y el Museo del Chocolate, desarrolló este viernes la premiación del concurso para niños y adolescentes “El chocolate, una historia para saborear”.

La cita contó con la presencia del Embajador de Bélgica en Cuba, Excmo. Sr. Jean-Jacques Bastien, quien felicitó a los ganadores y destacó que Bélgica es uno de los países europeos con mayor producción de chocolate. “El chocolate en Bélgica es propiamente una tradición y al igual que la cerveza es muy importante. El cacao que viene de Baracoa es muy buscado por los mejores chocolateros belgas por su alta calidad. Por lo general, los pobladores belgas comemos 7 kilos al año”, explicó.

Celia Guerra Benítez, directora del Museo del Chocolate, destacó que esta Casa se hizo a partir de la colaboración entre Cuba y Bélgica, y además de cumplir las funciones de unidad gastronómica, es un museo, donde el público puede apreciar moldes para el chocolate, tazas, exhibidores de bombones y chocolatera; así como antigüedades de alto valor patrimonial.

A su vez, se explicó la procedencia del chocolate, que llega a Cuba proveniente de Europa. El cultivo del cacao, y su consumo, hacen que el chocolate vaya adquiriendo relevancia social, religiosa, medicinal, política y económica en diversas sociedades.

Así, fueron ganadores en este concurso Diego Legrá Canaán-Haclen, Azul Alejandra Izquierdo Linares y Elena Sánchez Vásquez, en la categoría infantil; y en la adolescente Jeyre González Castillo, Daniela Rodríguez Companioni y Pablo Aguiar Fernández, quienes mostraron la historia, anécdotas y propiedades del chocolate; así como su cultura en Bélgica.

La Casa de la Cruz Verde, antigua residencia de los Condes de Lagunilla, surgió en el siglo XVIII; en 1740 se le colocó una cruz de ese color de doble brazo, la cual distinguió a la vivienda en esa época. El sitio era punto de partida de la procesión del Santo Vía Crucis, peregrinación católica de la Semana Santa. En 2003 nació allí el Museo del Chocolate, inspirado en su homólogo de la Plaza Real de Bruselas, en Bélgica.

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