Por Yoel Lugones
Continúa el Centro Histórico habanero acogiendo la Feria del Libro que agasaja el 502 aniversario de La Habana y los 25 años de Ediciones Boloña, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), con la presentación de títulos recientemente publicados por esta Casa Editora. Este miércoles 10 de noviembre se presentó el título “Aspectos constructivos en la rehabilitación de bienes inmuebles”, de la autoría del ingeniero civil Pedro Rodríguez Sánchez.
Con este texto – dedicado especialmente a la gran obra de Eusebio Leal y que contó con la edición de Armando Núñez Chiong y diseño de Joyce Hidalgo-Gato – como bien versa en la nota de contracubierta, el autor “pone a disposición de estudiantes y lectores su vasta experiencia en casos de intervención en la conservación de obras de gran valor patrimonial que, por su trascendencia histórica, arquitectónica e ingenieril, recibieron el esfuerzo que supone encontrar la respuesta adecuada para restañar, con verdadero criterio técnico y económico, las heridas del tiempo”.
Es por eso que el volumen clasifica “como un testimonio profesional basado en criterios personales, con el objetivo de indicar la mejor forma para enfrentar la conservación de edificaciones antiguas, el establecimiento de un orden lógico en la ejecución de los trabajos y el planteamiento de la estrategia general a seguir”.
La Directora de Comunicación de la OHCH y de Ediciones Boloña, la Doctora Magda Resik Aguirre, expresó durante la presentación que, en tal sentido, Boloña está avanzando en el camino de estructurar nuestro pensamiento científico y tecnológico: “Ya para nosotros es muy importante que el curso de las investigaciones que sepamos fomentar lleguen a la publicación, porque de nada nos sirve investigar, innovar, actuar y crear en nuestros entornos y que eso no se sistematice después”.
“Debemos saltar – continuó – de la experiencia práctica en esas materias tan relacionadas con la rehabilitación y concebir que podemos dar cuenta, que podemos testimoniar, que nuestros arquitectos, que nuestros ingenieros, pueden también dejar asentado ese conocimiento acumulado y esa práctica que forma parte de los aportes más grandes de la obra que lideró Eusebio Leal y que continuamos en el Centro Histórico”.
“Otro asunto de interés no es solo que produzcamos desde la Academia; es que también produzcamos para la Academia, que es lo que está sucediendo con este texto. Por eso, de seguro la Dirección de la Oficina del Historiador colocará este volumen en las universidades que realizan este tipo de formación porque es bueno que los estudiantes para formarse cuenten con estas experiencias, cubanas además. No es la práctica en rehabilitación y restauración en otros sitios del mundo. Es la nuestra, la criolla, la que hemos hecho a golpe de aprendizaje de mucho de los que nos llega del mundo, pero también de la experiencia que hemos vuelto realidad en nuestro entorno. Y eso es lo que ha hecho el Centro Histórico habanero, famoso, respetado, reverenciado. A veces con muy pocos recursos, nuestros expertos – arquitectos, arqueólogos, ingenieros, restauradores – logran maravillas. Por eso hay que mantener en nuestro sello editorial ese camino de sistematización del pensamiento, del conocimiento y de la práctica de nuestros restauradores”, aseveró Resik.
Argel Calcines, Director de la revista “Opus Habana” y quien tuvo a su cargo la presentación del volumen, apuntó que una de las riquezas del libro es que posee imágenes patrimoniales que se ven que han sido rescatadas expresamente para la publicación de diapositivas, muchas de ellas en proceso de deterioro y que nos enseñan y nos ofrecen varios datos curiosos. Afirmó que la explicación de elementos claves y muy bien explicados de la ingeniería, presentes en el libro, crean las bases metodológicas para que los profesionales del ramo entiendan cuál es el problema básico de cada construcción: “Esas bases teóricas, epistemológicas, de cómo abordar ese conocimiento, son el preámbulo de una parte fascinante, que es dar los casos de estudio, incluyendo los errores cometidos, cosa que por lo general no se hace”.
Veinte casos de estudio aparecen en “Aspectos constructivos en la rehabilitación de bienes inmuebles”. Así lo apuntó Pedro Rodríguez Sánchez, quien aseveró que es muy importante que los profesionales de la restauración puedan disponer de este libro, ya que el comportamiento de los edificios difiere en gran medida de los que se enseña en la escuela, además de ver con preocupación el gasto de recursos que se emplea en esfuerzos y, peor aún, las demoliciones que se ejecutan sin ser necesarias por desconocimiento.
“Quiero exhortarlos a que profundicen en este estudio de las construcciones antiguas a las que nos enfrentamos para su rehabilitación y que escriban sus experiencias en el trabajo, ya que existe muy poca literatura en este sentido y la que existe es en su mayoría escrita en el extranjero, por lo que en muchos casos no se adecúa a nuestras características”, exhortó el autor, precisando además que su objetivo siempre fue materializar sus ideas llevándolas a la realidad, no elaborar planos y documentos que en muchos casos quedan engavetados para siempre.
“Las carreras – continuó el especialista – que hemos estudiado son eminentemente prácticas, por lo que nuestro desarrollo y experiencia dependen fundamentalmente del tiempo que permanecemos en la construcción y no en la oficina, de sentir el trabajo de los elementos dentro de nosotros y eso solo se logra con mayor tiempo frente a ellos (…) Solo me resta desearles que disfruten el libro, el cual está redactado en gran parte en forma de testimonio, por lo que puede servirles de punto de partida para contar sus propias experiencias en la rehabilitación”.
Pedro Rodríguez Sánchez desde 1989 es especialista de alto nivel en Conservación del Patrimonio Arquitectónico en el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología de Cuba, y en la OHCH. Su participación en proyectos y ejecución de obras de rehabilitación como el Castillo de San Salvador de la Punta, Basílica y Convento de San Francisco de Asís, teatros Manzanillo y Martí, por solo mencionar algunos, le valieron el Premio Vida y Obra de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba.
Tomado de Habana Radio