Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Cada 20 de octubre se festeja el Día de la Cultura Cubana en la Isla caribeña, fecha instituida en conmemoración de uno de los acontecimientos más relevantes que atesora la historia Patria. En esa jornada, de 1868, se escuchó por vez primera la letra del Himno Nacional.
Se trata de una efeméride que marca definitivamente el nacimiento de una nación rebelde y de su identidad. El autor de tan ardientes versos, fue el bayamés Perucho Figueredo, quien, montado a caballo, escribió la letra de La Bayamesa, como la llamó el pueblo cuando tropas mambisas, al mando de Carlos Manuel de Céspedes, liberaron a la ciudad de Bayamo.
Al tañido de la campana de La Demajagua, el 10 de octubre de 1868 se iniciaba la Revolución, y fue el día 20 en que, como expresión del carácter profundamente revolucionario de la gesta que germinaba, se llamaba al combate permanente y exaltaba el sentimiento patrio, mediante el himno de guerra y de victoria, que, copiado de mano en mano, se cantó por todos los que asistieron a ese histórico momento.
A propósito de esta celebración, en toda Cuba se desarrolla una Jornada por la Cultura Nacional, dedicada al aniversario 60 de Palabras a los intelectuales, a los 120 años de la Biblioteca Nacional José Martí, al bicentenario del natalicio de Francisco Vicente Aguilera, y a los 100 años del natalicio del poeta y ensayista, Cintio Vitier.
Como ya es tradicional, en cada jornada no faltarán las presentaciones de discos, libros, publicación de artículos, fotos y reseñas de personalidades, entre otras propuestas, que combinarán las plataformas digitales con las de carácter presencial limitado, en correspondencia con las medidas de distanciamiento social y uso de la mascarrillla, para evitar contagios dada la actual situación epidemiológica que atraviesa el país.
De manera particular y organizado por la Dirección de Cultura de La Habana Vieja, en el entorno colonial habanero aconteció un amplio programa que abarcó acciones dirigidas a niños, jóvenes y adultos de la localidad e incluyó manifestaciones como la música, la danza, el teatro y la literatura.