Quisicuaba no pide, da

Por Evelyn Fernández

“El Museo de Quisicuaba es una institución religiosa que fue fundada en el año 1939 por Andrea B. Zabala Ortega, abuela de su antiguo director Dr. Enrique Alemán. Fue revitalizada en 1992 con el nombre de Quisicuaba, que llega de África subsahariana y se asienta en la zona poblacional donde está enclavada”, explicó al sitio web Habana Cultural su directora Lic. Lien Lucía García. Es así que en una comunidad del municipio Centro Habana, específicamente en Los Sitios, se encuentra un Centro que tiene entre sus principales objetivos rehabilitar la cultura popular tradicional, teniendo en cuenta las necesidades espirituales, culturales y materiales de esta población.

Es un Museo que desde sus orígenes desarrolla proyectos socioculturales destinados a la comunidad desde la memoria histórica. Siendo así y en saludo al Día de la Cultura Nacional, en la Casa de África fue inaugurada este miércoles la exposición fotográfica Quisicuaba: mucho más que un museo. Los rostros de la solidaridad, del artista Julio Larramendi, la cual estará abierta al público durante el mes de noviembre. Esta muestra, que estuvo expuesta con anterioridad en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, exhibe la labor de los trabajadores de ese proyecto durante este tiempo de pandemia y en el que el museo Quisicuaba ha estado colaborando. Es una oportunidad para conocer sus rostros, los cuales no serán olvidados.

“Esta exposición es un trabajo que se llevó a cabo gracias a Larramendi, que dio muestra del trabajo de asistencia social que hemos desarrollado durante esta etapa. Los Consejos Populares se incorporaron en esta tarea, logrando ayudar a toda la comunidad. En ese sentido, se evidencia como todos los días cientos de raciones de almuerzo son preparadas por la institución para el beneficio de los moradores,”, reveló García.

Asimismo, Julio Larramendi mencionó al sitio web que el proyecto cultural Quisicuaba se ha renovado en los últimos años y la localidad se ha beneficiado con sus acciones. “No estoy haciendo alusión a las personas que de lunes a viernes van a almorzar allí, sino que es mucho más es la preocupación por la gente. Es un barrio con muchos problemas sociales donde hay prostitución, marginación y expresos y Quisicuaba ha puesto en el centro de su trabajo a estas personas. Es una inspiración, un ejemplo de lo que se puede hacer cuando hay voluntad y corazón”.

En la muestra se exhiben 42 imágenes que muestran parte del trabajo que realiza ese proyecto en medio de la pandemia. Así, se puede visibilizar a las personas involucradas con sus nasobucos, repartiendo alimentos y la asistencia que ofrece en los temas de vacunación y chequeos médicos, etcétera.

A la cita asistieron Victor Dreke, Presidente de la Asociación de Amistad Cuba-África; Dr. Félix Julio Alfonso, Historiador Adjunto de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHcH); Alberto Granado, Director de Casa de África; y Lic. Lien Lucía García, Directora del Museo Quisicuaba; así como especialistas de la OHcH, artistas e invitados.

El Dr. Félix Julio Alfonso destacó la labor del eterno Historiador Eusebio Leal Spengler que dedicó más de una década a reconstruir desde sus cimientos el Palacio de los Capitanes Generales y se preocupó siempre por las personas desvalidas, menesterosas y a veces excluidas de entornos sociales. A su vez, exaltó la figura de Don Fernando Ortiz, figura a quien estará dedicada la graduación del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, el próximo 14 de diciembre.

“El trabajo del Dr. Enrique Alemán Gutiérrez, antiguo director del Museo de Quisicuaba, hizo realidad un proyecto que lleva muchos años (…) Siempre hacía que resplandeciera esa parte de La Habana y hoy este Museo es símbolo de sincretismo verdadero y de todas las religiones. En estas fotografías no se muestran rostros, sino los humildes de la tierra, seres de carne y hueso, trabajadoras, personas devotas de su comunidad y de su familia, que han sido retratadas de manera natural, espontánea y auténtica”.

La Categoría Especial le fue concedida al Museo Quisicuaba, único de su tipo en el país, entre otras razones, por el destacado trabajo que realiza en la comunidad, y al que se le incorporan a los fondos etnológicos que conserva, los histórico-artísticos sobre los orígenes de la zona y los asociados al Partido Ortodoxo, lo que permite a estudiantes e investigadores profundizar en estos temas y fortalecer aún más los lazos que ya sostiene con los vecinos de la localidad.

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