En la Quinta, Fiesta virtual Despidiendo mi Verano Verde

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

Por primera vez, de manera virtual, la Quinta de los Molinos efectuará el próximo lunes 30 de agosto, a partir de las 9:00 a.m., en su página de Facebook, la Fiesta Despidiendo mi Verano Verde, como cierre del Abrazo de Rutas y Andares, en su edición 21.

En entrevista con Lisette Abadie, especialista principal del Departamento Sociocultural de ese recinto ecológico, nos explicó que la celebración se organizó para los niños y niñas participantes en los 10 talleres virtuales ofrecidos en el presente verano.

Durante la cita, precisó, ellos podrán exponer y compartir las iniciativas y creaciones derivadas de su presencia en esos encuentros. Será un día dedicado a la creatividad, a la diversión, al juego y al cuidado y protección de la naturaleza.

Por ejemplo, hay algunos talleres muy fáciles de presentar, alguna manualidad u otro objeto, como en Pequeños artesanos de la naturaleza o Dibujando la naturaleza. Sin embargo, hubo otros más teóricos, y, en ese sentido, se orientó concebir una pieza por los niños y sus familias, que demuestre lo aprendido en el taller.

Se trata entonces de reunir, a través de un grupo de whatsApp que vamos a crear, a los pequeños para que compartan lo aprendido, socialicen, interactúen, hablen de cómo les fue el taller y otras experiencias personales.

Añadió la joven especialista que todo será con juegos y diversiones. Estará la payasita Nanita, que en un video bailará y realizará adivinanzas y trabalenguas; luego será el momento de las exposiciones de los objetos creados por los niños; después habrá canciones y bailes, y, como cierre, se presentará nuevamente Nanita de manera virtual. Pero, sin duda alguna, los niños serán los protagonistas de ese encuentro, que resultará mágico y diferente, concluyó Lisette.

Ubicada en la Avenida de Carlos Tercero, la Quinta de los Molinos cobija al primer Mariposario de Cuba, donde pueden admirarse diferentes especies, y participar de variadas propuestas culturales, dirigidas a promover la cultura científica y medioambiental para cultivar en los visitantes el amor a la naturaleza y su preservación.

Esa institución posee, además, un museo consagrado a Máximo Gómez, quien, durante tres meses, en 1899, estableció allí la residencia con la familia y su Cuartel General. Posee diversos espacios expositivos: uno dedicado a su hijo, Panchito Gómez Toro; otro, a su esposa, Bernarda del Toro, Manana, y a su familia; y otro, consagrado al propio Generalísimo, que exhibe objetos personales del prócer.

Una vez que se controle la propagación de la Covid 19 en el país, este pulmón verde habanero reabrirá sus puertas a los amantes de la naturaleza y la historia, que podrán visitar el Mariposario, el museo, o, sencillamente, deleitarse contemplando sus atractivos jardines.

 

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