Abierta Sala del Encuentro en el Palacio de Lombillo

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

La Sala del Encuentro se inauguró este lunes en la oficina que ocuparan los Historiadores de la Ciudad, Dr. Emilio Roig de Leuchsering y Dr. Eusebio Leal Spengler, en el Palacio de Lombillo, perteneciente al Complejo de Museos de la Catedral, ubicado en la plaza homónima.

La apertura del “espacio de memoria”, según lo calificó el Dr. Michael González, director de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), se hizo coincidir con este 23 de agosto, aniversario 132 del natalicio de Roig (1889 – 1964), que se rememora, cada año, desde 1969 en la institución.

Ante la presencia de la Directora Adjunta de la OHCH, Perla Rosales, de intelectuales,  museólogos y colaboradores de la OHCH, González señaló que “es obligación de todas las generaciones venideras mantener esa tradición de lo que significó, significa y significará Emilio Roig de Leuchsenring para nuestra organización, una de las más antiguas de Cuba que ha tenido el cuidado del patrimonio y su gestión, y ha extendido sus funciones a la preservación de la ciudad histórica y de toda cuanta ayuda nos piden desde todo el país para que la Oficina apoye, asesore, lo cual también es un concepto que viene desde Roig”.

Aseveró que Roig y Leal “son obras de cimentación”, y luego exhortó a continuar realizando proyectos en los que se unan lo bello con lo útil. Más adelante subrayó que “la premisa de nuestro trabajo es mantener la visión multicultural y política de los dos. Ellos eran hombres completos: historiadores, diplomáticos, gestores, humanistas, científicos, académicos, conferencistas, líderes. Eran, en fin, personas increíbles, con una naturaleza y un don magnífico que nos mantiene todavía sobrecogidos. Es por eso que sus espacios de trabajo tienen que tener esa visión integral”.

También se refirió a la coincidencia histórica de dos celebraciones este 23 de agosto: el natalicio del Dr. Roig y el día de la Federación de Mujeres Cubanas. Así, extendió una felicitación a todas las féminas de la Oficina, y destacó el
quehacer de Eusebio a favor de ellas, no solo con su presencia mayoritaria al frente de las instituciones, sino en todas las ramas.

Roig es, ante todo, un pionero, y la OHCH es una institución pionera, dijo González, y comentó su dedicada labor de poner los Cuadernos habaneros al servicio del pueblo y distribuirlos de manera gratuita. Al igual que sus Apuntes históricos, tienen todo el rigor científico y, a la vez, están escritos para ser entendidos por la población.

Finalmente, expresó que el mejor homenaje es el trabajo; debemos continuar esforzándonos, en medio de las difíciles condiciones actuales, para lograr que la Oficina siga brillando y las obras continúen, que cada día haya una mayor conciencia en los trabajadores, sobre todo en los jóvenes. Son importantes, además, las nuevas tradiciones y tener muy claros los elementos de continuidad. Siempre que haya dudas, recalcó, hay que mirar cómo lo hicieron los antecesores.

Aún en construcción, la Sala del Encuentro es un espacio donde lo museológico y lo museográfico se dan la mano, con una función utilitaria. Aquí está presente el espíritu de ambos historiadores; se han rescatado momentos en que los dos tuvieron como sede este sitio y donde concibieron ideas, sueños y pusieron en práctica sus propósitos dirigidos a la rehabilitación del patrimonio material e intangible de La Habana.

Tanto el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, primer Historiador de la Ciudad, como su sucesor en el cargo, el Dr. Eusebio Leal Spengler, fueron fieles defensores de la restauración y la preservación del patrimonio autóctono de la capital cubana. En el Palacio de Lombillo está la huella de ambos como un espacio físico y también como un sitio de gestión de la OHCH.

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