Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
No hay dudas de que el Museo Casa Natal de José Martí es uno de los más visitados del país. En ese modesto inmueble, el 28 de enero de 1853 vio la luz el más universal de los cubanos. Situada en el núm. 314 de la actual calle Leonor Pérez, antigua San Francisco de Paula, en el entonces barrio del mismo nombre, se le conoce popularmente como la Casita de Martí. Se trata de una pequeña vivienda de dos plantas que se destaca desde el exterior por su cubierta de tejas, paredes amarillas y puertas y ventanas azules. Detrás de los balconcitos, dos habitaciones en la planta alta; en la primera, como una estrella, el sitio que marca el alumbramiento.
Actualmente el salón que colinda con el museo, acoge una exposición monográfica con carácter permanente, donde se detalla en línea del tiempo, la historia de la edificación que comenzó en 1810 cuando los frailes de la Orden de Santo Domingo poseían la propiedad de varias casas en Paula, entre ellas, la antigua núm. 41.
La llegada de los padres de Martí a la morada, en 1852; el nacimiento, un año después, del Héroe Nacional en la habitación de los altos; y la colocación oficial de una placa por iniciativa de la emigración patriótica cubana de Tampa y Cayo Hueso, en 1899 -considerado el primer homenaje masivo al Apóstol en La Habana-, son algunos de los sucesos que se reflejan en la muestra.
El 28 de enero de 1925 se inauguró en ese sitio el primer Museo memorial de Cuba, dedicado a una figura histórica -José Martí-, dirigido por el escritor y periodista de profunda devoción martiana, Arturo R. de Carricarte de Armas. En 1963 el Consejo Nacional de Cultura reabrió el ahora denominado Museo Casa Natal de José Martí, y, años después, se amplió hacia otros espacios colindantes. En 1994 el recinto se integró a la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
La institución posee ocho salas de exposición permanente, donde se atesoran valiosos fondos patrimoniales, clasificados en objetos museables, documentos y fotografías. Se considera la mayor y más significativa colección de Cuba y el mundo sobre el Maestro; se suman otras piezas personales de Martí relacionadas con su madre, su hijo y su amigo Fermín Valdés Domínguez, así como su labor política, literaria y revolucionaria.
El visitante también puede admirar escritos del Héroe Nacional referidos a la organización de la Guerra Necesaria, su actividad en la oficina de Nueva York, la fundación del Partido Revolucionario Cubano y las acciones en Montecristi; salida desde Cabo Haitiano, travesía y llegada a Cuba por Playitas de Cajobabo, y su caída, en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895.