Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Un reducido grupo de jóvenes de la reserva del Plan Maestro para la Revitalización del Centro Histórico de La Habana, la Empresa de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo RESTAURA, y de Inversiones partió este viernes del Museo Castillo de La Real Fuerza para participar en un recorrido, en ómnibus, que abarcó un tramo de la Avenida del Puerto, espacio industrial fundacional de la otrora villa de San Cristóbal.
El Andar giró en torno al tema del Patrimonio industrial y cómo este puede reconvertirse; de antiguas naves, almacenes o piezas industriales, en nuevas funciones mucho más creativas y contemporáneas, que pueden reanimar zonas olvidadas dentro de la urbe, explicó el arquitecto Orlando Inclán Castañeda, quien guió el atractivo paseo.
Indicó que un ejemplo de lo anterior es la propia Avenida del Puerto, un área que años atrás estaba totalmente relegada y fuera de las acciones culturales del entorno colonial de la capital. Argumentó que desde 2008 y, sobre todo, a partir del 2009 se ha trabajado con mucha fuerza en el Proyecto de refuncionalización, y ya hoy se aprecia un cambio de imagen y de uso en esa arteria.
Como parte del trayecto, el también jefe del Grupo de Urbanismo de RESTAURA se refirió a una de las construcciones más enigmáticas del litoral, muy cerca de La Fuerza: una gran caja gris de metal y cristales con forma de cubo, la Cámara de Rejas del alcantarillado de La Habana, justo a la entrada del sifón de la ciudad.
Los participantes en el Andar apreciaron los Antiguos Almacenes del Tabaco y la Madera, contiguos a la Cervecería, donde hay un proyecto hacia la zona del mar; el Centro Cultural Antiguos Almacenes de Depósito San José, un espacio muy próximo a la iglesia de San Francisco de Paula en el que se comercializan variados objetos artesanales y artísticos, con dependencias gastronómicas y una animada vida cultural.
Cuando se trasladaron hasta la zona conocida como Los 10 Picos, los jóvenes conocieron sobre un proyecto en marcha, en el conjunto de almacenes -cada nave tiene más de 250 metros cuadrados-, donde radicará Habanía 500, que dispondrá de tres espacios: música, gastronomía y uno tercero sobre la historia del medio milenio de desarrollo urbano y arquitectónico de la ciudad.
Asimismo, el grupo admiró el Paseo Marítimo flotante, paralelo con el de la Alameda de Paula –este último, el primero creado en La Habana, en 1777–, e inaugurado en 2014, en un intento de reconciliar a los habaneros con su bahía. Al recordar la demolición en ese espacio de los antiguos Espigones del Estado, conocidos como Margarito I, II y III, Inclán indicó que su desmontaje fue de los primeros indicios de la salida del puerto comercial de la capital hacia el Mariel y, precisó, que de este proyecto nació el Paseo Marítimo Flotante.
El guía se detuvo, además, en el Emboque de Luz, otra de las obras importantes recuperadas en la Avenida del Puerto por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, que se sumó en tiempo al sistema de emboques integrado por 4, dos de ellos ya desaparecidos –los de Casablanca y Guanabacoa–, y solo en pie los de Luz y Regla.
El arquitecto de RESTAURA nos comentó que con este Andar por el Patrimonio industrial se pretendió atraer la mirada hacia este joven patrimonio, que data de finales del siglo XIX – principios del XX, el cual nació con una función totalmente industrial y que hoy es, quizás, uno de los mejores patrimonios que pueda adaptarse a las funciones culturales, creativas y contemporáneas, por lo diáfano de sus espacios, sus características constructivas y las grandes luces. “Es preciso un llamado de atención sobre este patrimonio industrial y la necesidad de intervenirlo, preservarlo y mostrarlo también de otra manera, de cara a la sociedad y al patrimonio mismo”, concluyó el especialista.
Este recorrido se realizó como parte del proyecto “Habana Salvaguarda Industrial – HaSI: Estrategia para el reconocimiento, salvaguarda y puesta en valor del Patrimonio Industrial de La Habana ante los retos del futuro”, con la colaboración de la Fundación TecnaliaResearch & Innovation (TECNALIA) y financiamiento del Gobierno Vasco.