Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Al pie de la escultura consagrada a Simón Bolívar, inaugurada el 24 de julio de 1993, en el parque homónimo, en el Centro Histórico de La Habana, se colocó una ofrenda floral en recordación del aniversario 238 del natalicio de una de las figuras más destacadas de la gesta emancipadora en América.
En la sencilla ceremonia, efectuada este sábado -en representación de instituciones cubanas y misiones diplomáticas latinoamericanas que, a causa de la compleja situación sanitaria de la capital, no pudieron asistir-, especialistas y directivos de la Oficina del Historiador de la Ciudad rememoraron, además, los 28 años de la fundación de la Casa Museo que lleva el nombre de El Libertador.
Por casi tres décadas, la institución patrimonial ha desarrollado un intenso programa sociocultural dirigido a tender un puente cultural entre Cuba y América Latina, particularmente con Venezuela y los países bolivarianos. Pionera en la experiencia de las Aulas Museo, organiza múltiples propuestas culturales con la participación de un público diverso, sobre todo niños y adultos mayores.
El surgimiento de la Casa Museo Simón Bolívar se debió a los desvelos del Historiador, Dr. Eusebio Leal Spengler, quien “buscó con denuedo los nexos que reconectarían a Cuba con el mundo y harían de su capital un sitio de convergencias”, explicó su actual director, Álvaro Verdes Tribons.
Añadió que “si nos adentramos en sus orígenes, no puede olvidarse a la embajadora de la República de Venezuela, Sra. María Clemencia López de Jiménez, que en 1991 se sintió atraída por la obra de restauración en ese entorno”. La audacia del Dr. Leal, dijo, lo llevó a proponerle la apertura de un recinto que cobijara todas las manifestaciones artísticas e identitarias de los pueblos del Sur. Y esa evocación a la integración encontró su piedra angular en la tutela del Padre de la Gran Colombia, Perú y Bolivia, visitante de la urbe en 1799, promotor de la independencia de la Isla y ante cuya estatua, en Caracas, el Apóstol de Cuba lloró”.
Manifestó Verdes Tribons que la apertura de la institución conllevó al nacimiento de su colección. En ese sentido, recordó que, “gracias a las gestiones del Historiador habanero y de la Sra. María Teresa Castillo de Otero, apoyados por artistas e intelectuales venezolanos, embajadores, mecenas y colaboradores, los fondos se incrementaron paulatinamente hasta conformar un repertorio variado que abarca desde objetos históricos hasta artesanías indígenas”.
Mencionó la muestra Bolívar Humanado, de la ceramista trujillana Glenda Mendoza, la réplica de la espada de El Libertador, la valiosa colección de pintores contemporáneos de Venezuela y piezas artesanales de comunidades autóctonas de esa nación. “Así, exponemos un amplio abanico de obras, para los interesados en la historia, las artes plásticas y la etnografía, proyecto concebido por el Dr. Leal como un caleidoscopio cultural de la América Latina en el corazón de La Habana Vieja”.
En el presente verano, de manera muy dinámica, la Casa Museo Simón Bolívar-situada en Mercaderes entre Obra Pía y Lamparilla- participa en el Abrazo virtual de Rutas y Andares, que transcurre hasta el próximo 29 de agosto.
Durante el actual mes su página de Facebook ha publicado contenidos sobre el aniversario 210 de la Declaración de independencia de Venezuela y las efemérides de este sábado 24 de julio. Asimismo, ha divulgado textos, los lunes y viernes, en Tras la Ruta de Eusebio Leal, con los temas: Leal: artífice de la Casa Museo Simón Bolívar; Leal y la formación de la colección de la Casa Simón Bolívar y Leal en los homenajes al Libertador, y se ha hecho sentir en la Ruta etnográfica de los martes, con La cerámica venezolana: el estado de Lara y Artesanía indígena venezolana.