Día del Historiador Cubano, orgullo y responsabilidad

Por Evelyn Fernández

Recordando momentos del Dr. Emilio Roig de Leuchsenring y el Dr. Eusebio Leal Spengler; así como anécdotas sobre María Benítez y Silvia Spengler; esposa y madre respectivamente, dio inicio este jueves el sencillo acto a propósito del Día del Historiador Cubano —en conmemoración a que el 19 de julio de 1935 Emilio Roig de Leuchsenring fue investido como Historiador de la ciudad de La Habana—.

Como parte del encuentro y respetando las medidas higiénico-sanitarias establecidas, se depositaron ofrendas florales donde reposan los restos de estos dos insignes intelectuales. A la cita asistieron Perla Rosales, Directora General Adjunta de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH); el Dr. Félix Julio Alfonso, Historiador Adjunto de la OHCH; el Dr. Michael González, Director de Patrimonio Cultural de la OHCH; y Jorge Luis Aneiros, Presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC).

Durante el acto, el Dr. Michael González destacó la labor de ambas personalidades y la responsabilidad y el sentido del deber de seguir esta tradición de la Oficina del Historiador. “Cuando pensamos que esta fecha fue escogida por los propios historiadores por el nombramiento de Roig como primer Historiador de La Habana la primera sensación es de orgullo y responsabilidad”.

Asimismo, calificó a Roig como “hombre novedoso e innovador de su tiempo, que estudió al pueblo y sus manifestaciones culturales (…), por eso escogería la crónica como una de las formas de comunicar la historia y así adentrarse a grandes temas de la historia de Cuba como el antimperialismo, la independencia de Cuba, el latinoamericanismo y otros que hoy tienen una vigencia importante. Roig fue un gran difusor de la cultura histórica y trazó un camino que luego siguió Leal”.

A su vez, Félix Julio Alfonso relató historias de estas grandes figuras de la Patria y recordó cómo Leal comenzó a laborar siendo muy joven en la Oficina del Historiador. “Hoy estamos aquí en este mes de julio, que a partir de ahora será para la Oficina un mes de gran conmemoración, porque empezamos el día primero con el Día del Historiador y terminamos el 31 con el día del fallecimiento de Leal, que siempre decía: yo prefiero celebrar los natalicios, no la muerte”.

“Estamos en medio de una gran jornada de conmemoraciones, de celebraciones y de evocaciones de estas dos gigantescas figuras de nuestra cultura, de nuestra Patria y Revolución (…) Así como fue Roig el gran paladín de la historiografía antimperialista, fue Leal su continuador, su seguidor más fiel hasta las últimas consecuencias, el sustentador de una ética y de una singularidad en su pensamiento que lo distinguía del resto de los historiadores que le fueron contemporáneos (…) Es así que podemos aplicarle a Eusebio aquella máxima que expresó José de la Luz y Caballero: “Me faltó tiempo para escribir libros, porque los dediqué a formar hombres”


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