Desde las redes, también se habla de Orfebrería

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

A tono con los actuales tiempos de pandemia, desde hace más de un año el Museo de la Orfebrería de la Oficina del Historiador de la Ciudad activó su página de Facebook (@museodelaorfebreria) para seguir difundiendo sus mensajes al público.

De esta manera, de lunes a viernes concibió una programación virtual para ocupar los ratos de ocio de sus seguidores, quienes, a causa de la necesidad de mantener el distanciamiento social para controlar la propagación de la Covid 19 en el país, deben permanecer el mayor tiempo posible en sus hogares.

Cada lunes presenta “Talento y oficio”, dedicada a destacar la obra de orfebres contemporáneos cubanos, que en junio se consagró al maestro Eduardo Núñez de Villavicencio; y los martes divulga “Joyas de colección”, esta vez con el tema Colección de relojes de sobremesa.

En la sección “Ingenio”, de los miércoles, se abordó acerca de los joyeros de la Rusia imperial, más allá del orfebre Peter Carl Fabergé. Este miércoles 30, “Huellas en la Plata”, se centrará en las marcas de platería rusa de un juego de té de plata dorada y esmaltes

“De la Mina al Arte”, los jueves, comentó sobre la presencia de la gemología en la orfebrería, particularmente en la joyería, y los viernes, en “Metal Curioso”, se exhibieron piezas singulares por su uso, procedencia y forma.

El Museo de la Orfebrería, situado en la calle Obispo entre Oficios y Mercaderes, muy cerca de la Plaza de Armas, se asienta en una antigua casona colonial asociada, con

razón, a los inicios de ese arte en Cuba, pues desde mil setecientos siete residió y tuvo su taller allí el platero Gregorio Tabares.

La construcción actual data del primer cuarto de la pasada centuria, y ha tenido desde entonces diferentes funciones y propietarios. En sus comienzos, el inmueble abrió como Sala de platería del Museo de la Ciudad -antiguo Palacio de los Capitanes Generales-, y por el amplio programa sociocultural desarrollado, a través de los años, se ganó el actual bien merecido nombre.

La institución atesora valiosos fondos referidos a la vida del cubano, sobre todo del habanero, de una clase social mediana y alta, de los siglos XIX y primer cuarto del XX. Es una colección doméstica, aunque también en las salas se exhiben importantes patrimonios de Numismática y Arte religioso.

Desde su fundación, el Museo de la Orfebrería ha sido pionero en numerosas acciones culturales con la participación de la comunidad del Centro Histórico y pobladores que residen en otras áreas de la capital cubana. En esa instalación se han organizado talleres de creación artística y manualidades, donde intervienen artistas y artesanos cubanos que colaboran con el centro cultural.

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