Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con la colocación de una ofrenda floral al pie de la tarja alegórica al incendio ocurrido el 17 de mayo de 1890, en la antigua Ferretería Isassi, ubicada en la esquina de Mercaderes y Lamparilla, comenzó el tradicional acto de recordación a las víctimas de uno de los más trágicos siniestros ocurridos en La Habana.
Al intervenir en la emotiva ceremonia, el Dr. Michael González, director de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), destacó la fiel tradición de la OHCH y, sobre todo, del Cuerpo de Bomberos de recordar esta fecha.
“Aún en momentos tan complejos, como los que está atravesando el país, a causa de la Covid 19, dijo, la tradición se mantiene, porque es el eterno homenaje al heroísmo de esos hombres y a los bomberos de todos los tiempos”.
Al reflexionar sobre el acontecimiento, González manifestó que imaginaba el incendio como una escena dantesca, que se extendió hasta las horas de la madrugada del día siguiente. Explicó que esa era una zona inflamable, porque la ferretería tenía textiles y maderas, que provocaron el fuego de grandes proporciones.
Tras comentar, además, sobre la existencia de barriles de pólvora en el almacén y otros explosivos de la época, que se utilizaban en la minería, se refirió a los numerosos bomberos sepultados por los derrumbes más los otros que expusieron sus vidas auxiliando a personas que allí se encontraban, así como a los heridos y el trauma provocado por la vivencia del lamentable suceso.
Más adelante, subrayó que el siniestro demostró las insuficientes condiciones que tenía el Cuerpo de Bomberos de esa época, por lo que su heroísmo fue doble. No disponían de la técnica necesaria y tuvieron que enfrentar el incendio con pocos recursos, añadió.
Asimismo, el directivo de la OHCH mencionó el monumento en homenaje a los bomberos, que se encuentra en el Cementerio Cristóbal Colón, y se refirió a la Semana nacional de protección contra incendios, que comienza este lunes 17 de mayo, y apuntó que esa tradición debe mantenerse.
A nombre de la OHCH y de todo el pueblo de Cuba, agradeció a los bomberos, por su arriesgado y dedicado quehacer, y mucho más en estos momentos, en medio de las difíciles condiciones sanitarias que, desde hace más de un año, vive el país por la pandemia.
En el incendio de la Ferretería Isassi, de 1890, fallecieron 38 personas: 17 bomberos del Comercio, 8 Municipales, 4 agentes de Orden Público, 1 de la Marina de Guerra y 8 vecinos que acudieron para ayudar.
Para concluir el homenaje, los participantes recorrieron la pequeña sala dedicada a los bomberos, en Mercaderes y Lamparilla, donde se exponen trajes, cascos, medallas, insignias, pitones, megáfonos, hachas y otros objetos utilizados por los Cuerpos de Bomberos de la ciudad.
Al acto asistieron el Coronel Daniel Chávez, segundo jefe del Cuerpo de Bomberos de Cuba; miembros del Partido, trabajadores civiles del Ministerio del Interior, colaboradores dela OHCH y vecinos de ese entorno colonial.
