Por Evelyn Fernández
¿Quién no ha caminado por el malecón habanero y se ha quedado impactado por ese edifico de imprescindible mirada? La presencia de sus cariátides y su majestuosidad logra que cualquier caminante sienta la necesidad de entrar y develar sus misterios. El Centro Hispanoamericano de Cultura, ubicado en Malecón núm. 17, entre Prado y Capdevilla, ya arriba a su aniversario 17 y en cada uno de esos años las artes y las letras han sido protagonistas. Para conocer más sobre el Centro, el sitio web Habana Cultural se acercó a su directora, Yanelys Encinosa Cabrera, quien destacó que el inmueble, que hoy ocupa el Centro tiene una amplia historia cultural, que nació desde su edificación en 1924.
“La creación del edificio fue como resultado de un concurso, ganado por el prestigioso arquitecto cubano Evelio Govantes, convocado para constituir la sociedad de recreo Unión Club de filiación masculina. En el año 1924 se instituyó y fue distinguido por la hermosa figura femenina de las cariátides en la fachada de su segunda planta, por lo que es conocido como el Palacio de las Cariátides”, explicó Encinosa Cabrera.
Asimismo, mencionó que en la década del sesenta el Centro fue sede de las Brigadas Cobarrubias, que estuvieron integradas por trabajadores de las Artes Escénicas que se encargaban de llevar obras de teatro a los lugares más intrincados del país; ya en los setenta –tras la desaparición de aquellas– el edificio continuó como sede del Teatro Lírico Nacional. Al mismo tiempo, recordó cuando a finales de los ochenta sufrió un deterioro progresivo por su uso indiscriminado y mal tiempo, lo que hizo que, a inicios de la década de los 90, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) realizara una rehabilitación de la edificación, para que fuera sede del Centro Cultural de España, bajo los auspicios de la embajada de este país.
Más tarde, la OHCH recuperó nuevamente el edifico, y tras una nueva restauración se fundó el 10 de mayo de 2004 el Centro Hispanoamericano de Cultura, pensado e inspirado en la Institución Hispanocubana de Cultura, creada por Don Fernando Ortiz en noviembre de 1926. “Tenía entre sus propósitos promover la cultura y los lazos interculturales entre la península Ibérica y Cuba, servir de puente entre las artes y las letras y conectar a la intelectualidad española con el continente americano, a partir de los lazos con Cuba.”
La inspiración que motivó a Don Fernando Ortiz ha centrado el trabajo del Centro Hispanoamericano de Cultura desde su fundación; aunque sus horizontes han sido más abarcadores, pues su mirada implica la Hispanoamérica toda. Así, se funda un Centro, único de su tipo en Cuba, que interactúa con su público a partir de las disímiles manifestaciones artísticas; conecta a los intelectuales y los artistas entre sí para crear un puente de intercambio de propuestas culturales entre diversas regiones de Hispanoamérica; y potencia la visibilización de iniciativas artísticas y literarias a nivel internacional.
“A partir del año 2004 este centro se convirtió en un impulsor de la Literatura, la Música, la Danza, las Artes Escénicas, las Artes Visuales y el Cine. En él se han desarrollado Ferias Internacionales del Libro, Festivales de Poesía, grandes eventos de la Música Coral y de Concierto, Festivales de Cine, Bienales de La Habana, siendo sede del proyecto Detrás del Muro que ocupa el tramo del malecón tradicional, y muchos otros”, reveló.
El trabajo de la Oficina se ha caracterizado a lo largo de estos años por su función educativa hacia la comunidad. El centro no está exento de esta tarea. A lo largo de estos 17 años han logrado cumplir todas sus metas y cada día crean y se perfeccionan, a través de su exquisita programación mensual e importantes proyectos socioculturales que vinculan las distintas manifestaciones artísticas y literarias con los diferentes públicos como niños, adolescentes, adultos mayores y personas con necesidades educativas especiales. La labor con las escuelas del territorio, centros de trabajo y el público amante de las bellas artes lo ha convertido en uno de los más visitados y gustados.
“El público encuentra un remanso espiritual y se deleita en la Sala Loynaz con los conciertos y la buena música coral o de cámara, de trova, jazz, zarzuela, u otros géneros. Este espacio ha sido escenario además de espectáculos de teatro, danza, proyecciones de cine, presentaciones de libros, recitales poéticos, conferencias magistrales. Todo ese flujo cultural es dirigido hacia la comunidad”, enfatizó.
Festejos de un Centro
Desde marzo de 2020, el Centro Hispanoamericano de Cultura, al igual que otras instituciones, tuvieron que replantearse sus modos de hacer y trasladar muchas de sus acciones culturales a la virtualidad, provocada por la situación epidemiológica de la COVID-19. Un reto que cada día se ha perfeccionado, lo que ha logrado gran alcance y disímiles seguidores. Una vez más, este espacio se erigió con una programación variada y atractiva.
“Con anterioridad, el Centro contaba con una página en Facebook que divulgaba acciones de su programación mensual, la que fue adoptada como plataforma para realizar un trabajo mayor. Se diseñaron secciones desde las cuales los especialistas promueven las diversas manifestaciones artísticas. Así, se ha generado un flujo de contenidos constantes, sistemáticos y ordenados como una programación ya habitual, que ha permanecido este tiempo y continuará cuando se retome la modalidad presencial”, expresó Yanelys Encinosa Cabrera.
Cada mes los seguidores de la página de Facebook del Centro Hispanoamericano de Cultura (@centrohispahabana) pueden disfrutar secciones de gran interés, organizados por cada día de la semana. “Entrevistas”, que conduce la actriz Inima Fuentes, propone diálogos con personalidades del mundo de las artes escénicas, de la realización audiovisual y, a lo largo de este año, promueve un ciclo de entrevistas a jóvenes actores cubanos que desarrollan su carrera fuera de Cuba. Los martes, Ubail Zamora, especialista de música y danza, diseña el espacio “La nota discordante”, en el cual ha rememorado grandes espectáculos que se han efectuado en el centro, y en los últimos meses ha mantenido un ciclo de entrevistas a grandes maestras corales cubanas. Por otra parte, los miércoles, a cargo de Natalia Ruiz Galiano se han estado alternando las secciones “Aperitivos literarios”, que se dedica a promover la obra de grandes figuras de la literatura hispanoamericana, y “Re-visitaciones”, para visualizar el quehacer de jóvenes narradores cubanos vinculados a la labor de la institución. Los jueves la sección “Plástica desde el centro”, realizada por el especialista de artes visuales Abram Bravo, aborda la obra de grandes figuras del arte hispanoamericano y universal, a partir de la motivación de las efemérides de cada mes. Los viernes le corresponde a “Sugerencias del mes”, de la Biblioteca de Gabriela Mistral, para abordar una mirada a la literatura y la publicación de las efemérides vinculadas a la obra de grandes personalidades de las letras hispanas. Los sábados, la sección “Mi escape digital”, por Maily Almenares, desarrolla un ciclo de publicaciones acerca de las nuevas tecnologías y su vínculo con el conocimiento y el propio aprendizaje de las artes.
Desde las plataformas virtuales el Centro Hispanoamericano de Cultura celebra este lunes su aniversario 17, recordando su fundación aquel 10 de mayo de 2004. Para ello, durante este mes de mayo tiene preparado un variado programa, que empieza con el espacio “Sugerencias del mes”, de la biblioteca Gabriela Mistral, el cual propone a sus seguidores una memoria histórica de los principales contenidos y servicios que ofrece la biblioteca, con un recuento no solo de sus fondos y colecciones; sino también de espacios que han servido para la promoción cultural. Asimismo, la sección “Miescapedigital” abordará los principales talleres ofrecidos al público en las salas de la Mediateca. El Taller “Letras con estilo” no podía faltar en esta gran fiesta, el cual dedicará sus encuentros a abordar la vida y la obra de grandes figuras de la literatura hispanoamericana que dan nombre a las principales salas del Centro: Gabriela Mistral, Dulce María Loynaz, Luis Cernuda y María Zambrano. Los niños conocerán sobre estas personalidades y escribirán reseñas literarias que serán publicadas en la página de Facebook del Centro (@centrohispahabana).
El Centro por dentro
Yanelys Encinosa Cabrera, directora del Centro Hispanoamericano de Cultura, manifestó a Habana Cultural que el llamado Palacio de las Cariátides cuenta con dos importantes salas expositivas, como la sala Cernuda –en honor al poeta español Luis Cernuda–, en la cual se ha exhibido la obra de grandes artistas de la plástica cubana y de jóvenes que inician su trayectoria en el campo de las artes visuales, con una producción atendible y de alto valor estético. A su vez, la galería Zambrano –que rinde tributo a la intelectual española María Zambrano–, propicia para muestras fotográficas y bidimensionales, ha sido sede también de eventos como las Bienales de Cerámica, las Semanas y las Bienales de Diseño, entre otros. Ambas son esenciales en el circuito de galerías de la Oficina del Historiador. Destacó la Biblioteca Gabriela Mistral, especializada en literatura y volúmenes sobre arte de Hispanoamérica, que presenta un fondo amplio de documentación y otro especializado en Narración Oral. “En la actualidad, este tesoro literario cuenta con aproximadamente más de 7 600 registros, que integran distintas colecciones como la General, la de Gabriela Mistral, la de Referencias, la Hemeroteca, la Audiovisual y el Fondo de Narración Oral; ya que el centro ha sido sede de importantes eventos de narración oral. Además, cuenta con libros publicados por Ediciones Boloña, de la OHCH”.
La Literatura tiene una connotación especial en la institución. Desde hace varios años se han realizado talleres de técnicas narrativas, ofrecidos por los profesores del Centro de Formación Onelio Jorge Cardoso, Raúl Aguiar y Sergio Cervedo. Además, se han desarrollado ciclos de conferencias de grandes escritores de Hispanoamérica, entre ellos, los ofrecidos recientemente por los profesores Juan Nicolás Padrón y Gerardo García Barceló, quienes profundizan en figuras de las letras del continente, con el auspicio de la Universidad Pedagógica Enrique José Varona. De igual modo, desde el espacio bimensual “Ars narrandi”, conducido por el escritor Rodolfo Alpízar, se promueve la narrativa cubana contemporánea.
Como declaró la también poeta y ensayista, la Sala Dulce María Loynaz ha acogido importantes espectáculos de Artes Escénicas, conciertos, proyecciones de cine, presentaciones de libros y eventos de debate e intercambio tanto nacionales como internacionales. Espacios fijos como “La danza y sus estilos”, coordinado de conjunto con el Centro de Danza de La Habana, muestra la riqueza de las compañías vinculadas a esta institución y ofrece a los amantes una mirada a los distintos estilos danzarios cubanos. La diversidad sonora no puede faltar en este centro, pues sus conciertos han abordado la música coral y de cámara, la trova, el jazz, la música tradicional y popular cubana… Por otra parte, con el teatro, ya sea para adultos o niños, se evidencia el trabajo de promoción de diversas agrupaciones representativas de la escena cubana. La sala de conferencias es fundamental en este espacio de Arte y Literatura, ya que ha sido testigo de cursos, talleres, paneles de debate, conversatorios y proyecciones de audiovisuales.
Gracias a los beneficios de un proyecto de cooperación con la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional y la Fundación Ciudadanía de Extremadura, la sala de navegación o Mediateca ha sido dotada con un nuevo equipamiento para ofrecer talleres a la comunidad y facilitar el acceso a las tecnologías. A los distintos públicos se les brinda herramientas no solo de navegación a Internet, sino también para perfeccionar su conocimiento tecnológico.
“En el Centro se unen los diferentes intereses estéticos y culturales, con una mirada hacia la pluralidad y calidad de la literatura y el arte de Cuba e Hispanoamérica. Confluyen acercamientos a lo más granado de la intelectualidad de la región, junto con muestras de la creación más reciente, desde una visión de historia y de actualidad. Divulgar lo más contemporáneo de la producción artística y literaria cubana es esencial; así como acercar a la Isla el quehacer cultural hispanoamericano, y trazar puentes entre el continente y otras latitudes del orbe”.