Por Patricia Carolina Alfano Leonard
Acercarse a la profunda huella de Napoleón Bonaparte, figura histórica que legó no solo a la política, sino también a la sociedad y la cultura mundial, resulta imprescindible para la historia. En Cuba, el Museo Napoleónico de La Habana permite, por su riqueza patrimonial, explorar el valioso trabajo que se ha realizado por preservar notables colecciones relacionadas con el famoso Emperador. Único en su tipo en Latinoamérica y uno de los cinco más importantes del mundo, es reconocido por su labor especializada en el Arte Imperio.
El sitio web Habana Cultural se ha acercado al colectivo de especialistas de esta institución, insertada en la red de museos de arte de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, (OHcH) y en especial a su directora Sadys Sánchez, con motivo del bicentenario de la muerte de esta destacada personalidad.
El Museo Napoleónico fue fundado a finales del año 1961, en la antigua mansión del prestigioso político de la época republicana Orestes Ferrara, quien la denominó “La Dolce Dimora”. Este edificio, situado en la calle San Miguel y Roda, fue construido entre 1926 y 1929 por los arquitectos Félix Cabarrocas Ayala y Evelio Govantes Fuertes, a imitación de un palacio renacentista florentino. Actualmente, es ejemplo de la imagen y la historia napoleónica, su origen, naturaleza, evolución y connotaciones.
La valiosa colección que identifica al museo fue adquirida por el coleccionista privado Julio Lobo Olavarría, hacendado multimillonario cubano vinculado al negocio del azúcar en la Isla. Conocido como el Zar del azúcar en Cuba, dedicó parte de su fortuna a adquirir obras de arte relacionadas con la época napoleónica, en las mejores casas de subastas de Europa y Estados Unidos.
El museo cuenta con una colección exótica, atípica del mundo francés decimonónico. El visitante curioso puede disfrutar entre sus colecciones de 3000 piezas, categorizadas en grabados, armas y equipo militar, artes decorativas, numismática, pintura y dibujo, mobiliario, escultura, objetos históricos y textiles.
El montaje de las galerías propone un recorrido cronológico por diferentes etapas de la Historia de Francia, desde la Revolución Francesa hasta el Segundo Imperio. Así mismo, resaltan por su valor histórico y artístico las pinturas que hacen alusión a la vida de Napoleón, como “La Batalla”, de Eugenio Lucas Velásquez, y el retrato a Napoleón en la Isla de Elba, del pintor Robert Léfèvre.
Este año de suma importancia para la comunidad napoleónica mundial, diversos museos, galerías, centros culturales y otros sitios que conservan la memoria de Napoleón Bonaparte han preparado un importante programa para conmemorar el bicentenario de su muerte. En ese sentido y en el marco de la compleja situación mundial por la pandemia de la Covid-19 que ha volcado el trabajo de los espacios patrimoniales a la virtualidad, el Museo Napoleónico se suma a esta conmemoración con un programa de acciones culturales.
Este mismo miércoles 5 de mayo se inaugurará, en la página de Facebook de la institución, una exhibición de piezas relacionadas con el periodo del fallecimiento del Emperador en la isla de Santa Elena.
Entre las piezas se puede mencionar la sobrecama en la que muere el Emperador; el reloj de bolsillo que marcó sus últimas horas, hecho de oro con la técnica de esmaltado en su esfera de cloisonné; mechones de cabello que fueron entregados a todo el séquito que lo acompañó en sus últimos días; un molar de Bonaparte, extraído en 1821; su cepillo de dientes; el buquet de siempreviva de los jardines de Ludwing que él mismo sembró y un pedazo de roca de la isla de Santa Elena.
Además, se exhiben piezas únicas de la institución como la mascarilla mortuoria de yeso de las arcillas de la propia isla, tomada por su médico de cabecera Francisco Antonmarchi después de las 48 horas de muerte y que sirve de réplica para otras, de las cuales el museo posee en bronce; el catalejo que uso el Emperador en la isla para divisar todo lo que le rodeaba en el lugar y el bicornio, que fuera uno de los últimos usados por este en su uniforme.
De igual forma, dentro del programa, se incluyen actividades de Estados Unidos, Canadá y algunas naciones europeas. Desde la propia isla de Santa Elena se prevé un gran concierto con misas y recordatorios a este genio militar. También, se llevarán a cabo exposiciones online y presenciales, conciertos de música clásica con partituras de personalidades que compusieron para Napoleón, como por ejemplo Ludwig van Beethoven y conferencias sobre la última etapa de su vida.
Es así, que Habana Cultural le invita a participar tanto de la exposición organizada por el Museo Napoleónico, como del conjunto de acciones que nivel mundial recuerdan a quien sería, luego de Jesucristo, la personalidad más estudiada del mundo.