La primera Carta Magna de los cubanos

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

Aprobada el 10 de abril de 1869, la primera Carta Magna de los cubanos constituyó un símbolo de la voluntad institucional de un pueblo dispuesto a ser libre sobre la base de leyes y principios.

Desde el inicio de las guerras libertarias contra España, en el siglo XIX, y debido a la gran desorganización en el plan de alzamiento conjunto de todas las fuerzas conspirativas, la dirección de la lucha había quedado dividida entre los que combatían en el Oriente cubano y los patriotas del Camagüey.

Las diferencias de enfoque entre unos y otros factores de la Revolución confluyeron en Guáimaro en dos posiciones: una liderada por Carlos Manuel Céspedes, quien, consciente de la necesidad de un mando unificado y fuerte, preconizaba la prioridad del estamento militar bajo su jefatura, y otra que, influida por corrientes intelectuales civilizatorias, intentaba darle a la República en Armas visos de Estado nacional consolidado.

Así, se hizo necesaria una reunión urgente para unir esfuerzos contra el enemigo común, y solucionar los problemas derivados de la no existencia de un mando único y del regionalismo, lo que afectaba el prestigio internacional del movimiento independentista cubano. Por su posición estratégica entre ambos bandos, la ciudad de Guáimaro se escogió para la asamblea.

Por su parte, Céspedes, quien fungió como presidente de la Asamblea Constituyente de Guáimaro, había proclamado unilateralmente en su finca Demajagua, el Manifiesto o Declaración de Independencia cuando otorgó la libertad a sus esclavos el 10 de 0ctubre de 1868 y, por consiguiente, la igualdad de sus derechos ciudadanos. Sin embargo, no fue hasta el 27 de diciembre de 1868 cuando se reconoció jurídicamente la abolición de la esclavitud, por medio de un decreto del Ayuntamiento Libre de Bayamo.

La Constitución se redactó el propio 10 de abril de 1869, con la participación de los delegados de las regiones en que se había dividido la Isla por los patriotas cubanos de la República en Armas: Capitanía General de Oriente, Asamblea General del Centro (Camagüey) y la Junta Revolucionaria de las Villas. Instituyó una cámara de representantes como poder supremo del Estado, con potestad para nombrar al Presidente de la república y al jefe del Ejército Libertador, a los cuales podía destituir a voluntad.

No obstante sus limitaciones, la Carta Magna de Guáimaro fue el fruto de la voluntad mayoritaria de los “constituyentistas”, quienes pecaron de exceso de democracia en tiempos de guerra a muerte. Aquella ley de leyes revistió el mérito de reconocer la condición de hombres libres a todos los habitantes de la república y el deber y el derecho de ser soldados del Ejército Libertador, además de otras franquicias civiles.

Concebido para que rigiera mientras se mantuviera la guerra de Independencia en Cuba, el documento posteriormente fue modificado siete veces hasta 1876, con el propósito de incluirle cuestiones que se fueron definiendo.

La Constitución de Guáimaro es la ley política considerada por los especialistas cubanos, en materia de derecho constitucional, como el primer más notable e importante estatuto jurídico de la historia republicana de Cuba, por medio de la cual se organizaba al país como un Estado político independiente.

 

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