Por Adriana Díaz
La experiencia de Rutas y Andares virtual representó una escuela para museos y centros culturales respecto al manejo de las plataformas digitales en la generación de contenido cultural orientado al intercambio. Sin embargo, representó un reto modelar al público infantil y adolescente las propuestas para el desarrollo de la Fiesta del Libro Infantil en las Aulas Museo, que tuvo su inauguración en el día de ayer. Si bien hubo instituciones con experiencias anteriores de talleres y otras dinámicas virtuales, se sumaron otras nuevas. Todas con el ímpetu de satisfacer las necesidades del público meta (infantes y adolescentes), promover el desarrollo de las artes y la comunicación del patrimonio albergado en las instituciones culturales de la Oficina del Historiador.
Se desarrollaron 8 talleres dirigidos al público más joven, así como la promoción de un concurso. La enseñanza de los diversos contenidos estuvo acompañada del ingenio y la creatividad de los especialistas. El juego fue el escenario principal a partir del cual se promovió el aprendizaje. La investigación, el análisis de contenido, el trabajo en equipo y las manualidades, fueron de las habilidades mayormente potenciadas en los talleres. Para ello se emplearon imágenes, audios, audiovisuales, tutoriales, guías de preguntas entre otras iniciativas.
Esta primera experiencia del evento se considera enriquecedora en tanto generó nuevos espacios de recreación, adquisición de conocimientos y socialización entre coetáneos. Como forma de estimular el diálogo y concebir nuevas proyecciones de trabajo del Programa Social Infantil, se generó un encuentro metodológico orientado a especialistas de las Aulas Museos y otros de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador, con intereses de implementar nuevas ediciones del taller Niños Guías del Patrimonio. El mismo estuvo conducido por la especialista María Teresa Rosales Fong y cumplió el objetivo de promover el intercambio profesional con énfasis en nuevas proyecciones de trabajo que combinen la modalidad presencial y virtual apoyado en el empleo de las nuevas tecnologías.
La Casa Natal de José Martí, la Casa Oswaldo Guayasamín, la Casa de la Poesía, el Planetario de La Habana, La Casa de las Tejas Verdes, La Quinta de los Molinos, La Casa de la Obra Pía, los Museos de la Catedral, La Biblioteca Infantil Antonio Bachiller y Morales, la Casa de África y el Centro de Gestión Cultural estuvieron generando iniciativas a través de grupos de WhatsApp y mediante sus perfiles de Facebook institucionales. Los resultados de los talleres, así como otros contenidos fueron compartidos con la página del Programa Cultural de la Oficina del Historiador para garantizar mayor visibilidad del evento y llegar a otros públicos. También fueron publicadas obras de literatura infantil, entre ellas textos de Dora Alonso, por la escritora cubana Barbarella D Acevedo.
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