Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Diversas publicaciones dedicadas a conmemorar el aniversario 22 de la desaparición física del Pintor de Iberoamérica (1919-1999) reproducirá este miércoles 10 de marzo, la página de Facebook de la Casa Oswaldo Guayasamín, de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH).
A través de su prolífica creación, auténtica, contestataria y nacida desde lo más profundo de su ser, Guayasamín reflejó la crueldad, la injusticia, el dolor, el amor y la ternura, de una manera original que impacta por su notorio carácter humanista.
De sus manos salieron dibujos, retratos, pinturas al óleo, murales y esculturas. Entre sus series sobresalen Huacayñan, La Edad de la ira, La Edad de la ternura y Las Manos. El artista no pudo ver terminado su trabajo más emblemático, el complejo arquitectónico La Capilla del hombre, pero este recoge la mayor parte de su quehacer como legado para la nación andina y el resto del planeta.
Los museos más importantes del mundo han acogido las obras de Oswaldo Guayasamín, cuyo pincel inmortalizó los dolores, las esperanzas y los sentimientos de los indígenas y pueblos de Ecuador y América Latina.
Fue el único autor para el cual posó en cuatro ocasiones el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro. Al primer retrato, del cual solo se conservan fotografías, se agregaron otros en 1981 y 1986, y el último, concebido en noviembre de 1995, pero entregado en un acto público en La Habana en ocasión del cumpleaños setenta de Fidel.
En su última visita a Cuba el artista confesó que como mejor se expresaba era con formas y colores. En la Isla caribeña siempre se reconoció su grandeza como pintor y escultor y le concedieron la Medalla Haydée Santamaría y la Orden Félix Varela, la más alta distinción que otorga el Consejo de Estado a personalidades de las ciencias, la cultura y las artes.
Por el empeño del pintor ecuatoriano y de la OHCH, el 18 de enero de 1992 abrió sus puertas la Casa Oswaldo Guayasamín. Su restauración devolvió el esplendor a la vivienda construida en el siglo XVIII, perteneciente a la familia Peñalver.
Durante la restauración del antiguo inmueble, situado en Obrapía núm. 111 entre Oficios y Mercaderes, fueron halladas pinturas murales, cuya riqueza arqueológica constituye un tesoro de la arquitectura colonial cubana.
En la actualidad la edificación exhibe obras originales del pintor sudamericano, y una colección de grabados del artista, así como piezas del universo de Latinoamérica. Espacios destinados a exposiciones transitorias promueven el quehacer de otros creadores de la plástica.
