Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Durante el presente mes de febrero la página de facebook del Museo de la Orfebrería, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, se ha mantenido en contacto con sus seguidores al presentar diferentes propuestas, que contribuyen a hacer más llevadera la necesaria permanencia en los hogares, a causa de la pandemia que afecta a Cuba desde hace casi un año.
Así, la institución cultural ha programado diversas acciones de lunes a sábado. Los lunes “Talento y oficio” está dedicada a la obra del orfebre Raúl Valladares y su impronta dentro del arte en metal y la orfebrería cubana contemporánea; y los martes, “Joyas de colección” exhibe bastones, particularmente en la tipología de bastones de caballero.
Con el tercer día de la semana llegan “Miércoles numismático”, que reúne piezas de esta temática, relacionadas con las efemérides del mes, y “Huellas en la Plata”, consagrada a las marcas, punzones y contrastes en el metal vinculados con las luchas por la independencia en la Isla.
Los internautas pueden disfrutar los jueves de “Premios en metal”, donde se realiza una mirada a la joyería desde el séptimo arte; los viernes acceder a “Metal Curioso”, que recrea temas vinculados con la primera infancia, y los sábados siempre se publica la cartelera de la siguiente semana.
La antigua casona colonial, donde radica hoy el Museo de la Orfebrería, en la calle Obispo entre Oficios y Mercaderes, muy cerca de la Plaza de Armas, se asocia con razón a los inicios de ese arte en Cuba, pues desde 1707 residió y tuvo su taller allí el platero Gregorio Tabares.
La construcción actual data del primer cuarto de la pasada centuria, y ha tenido desde entonces diferentes funciones y propietarios. En sus inicios, la institución abrió como Sala de platería del Museo de la Ciudad y debido al amplio programa sociocultural desarrollado, a través de los años, se ganó el actual bien merecido nombre.
El inmueble atesora una vasta colección que habla de la vida del cubano, particularmente del habanero, de una clase social mediana y alta, de los siglos XIX y primer cuarto del XX. Se trata de una colección doméstica, aunque también en las salas se exhiben importantes patrimonios de Numismática y de Arte religioso.
El visitante puede encontrarse allí piezas elaboradas en La Habana por orfebres cubanos y españoles, establecidos en la ciudad desde comienzos del XIX, como los hermanos Misa Besada, Pisano y Juan Batista Prentice, que tuvieron distintos talleres de platería.
Cuando se habla de Orfebrería, casi todas las personas se remiten únicamente a la joyería, pero Orfebrería es mucho más. Es todo el trabajo en metales preciosos: oro, plata, platino con pedrería o no y, al menos, dos de las técnicas de fabricación y de ornamentación.
Asimismo, desde su fundación el Museo de la Orfebrería ha sido pionero en numerosas acciones culturales con la participación de la comunidad del Centro Histórico y pobladores que residen en otras áreas de la capital cubana. Por ejemplo, en esa instalación se han organizado talleres de creación artística y manualidades, donde intervienen artistas y artesanos cubanos que colaboran con el centro cultural.